domingo, 24 de mayo de 2009

LOS HERMANOS NAZAREOS (Parte I)

LOS HERMANOS NAZAREOS
(Parte I)
.
Su origen es desconocido para la gran mayoría.
Su existencia en el mundo actual, es aún más desconocida.
No tienen una sede física.
Su sede es de otro mundo.
No existen como una organización, con su número de registro, presidente, secretario, tesorero, vocales ...
Sin un número en la frente, no se existe para el mundo actual.
PERO ELLOS EXISTEN.
Hace siglos que están entre nosotros cerca de aquellos que necesitan asistencia física y espiritual.
Su tradición es oral.
Ellos enfrentaron a los enemigos de Dios
Ellos ungieron reyes
Ellos estuvieron con el Mesías.
Ellos lo bautizaron.
Ellos permanecieron fieles al CRISTO todos estos siglos.
Sus ritos de consagración renacieron bajo el reinado de CRISTO.
Uno como ellos, le toma juramento;
un pueblo creyente recita el ritual con toda su Fe
para que ese hombre consagrado sea diferente a todos los demás.
Ellos son los HERMANOS NAZAREOS.
Están entre nosotros.
Y esta es su historia...


San Juan Evangelista, consagrado nazareo antes de su nacimiento



I – El llamado de Dios

Por los senderos de los desiertos, llanuras y montañas han transitado sabios, santos, hombres iluminados, y personas comunes con la misión de guiar a todos nosotros en el recto camino, para recuperar la belleza de nuestro mundo interior. Entre ellos, estaban los nazareos.

Sus orígenes se remontan a la tradición hebrea, donde Dios enseña a Moisés (Números, Cap. VI) como han de ser los Nazareos, aquellos que con un voto especial serán SANTOS a los ojos de Dios. Estos no podía tomar ningún derivado de la uva, cortarse el pelo y tocar a los muertos. Si alguna de esas cosas no eran cumplidas, existía un ritual de purificación que se describe en el Antiguo Testamento (Números, Cap. VI, 9-20) donde el nazareo es devuelto a su estado de pureza. Asimismo, la institución del nazareato era por un tiempo determinado, donde en una ceremonia simbólicamente se cortaba el pelo y con ello "culminaba" su misión. Sin embargo, ya en el cristianismo, el consagrado como Nazareo nunca deja de serlo.

En cuanto a aquello que le estaba impedido realizar, es fundamental indagar en profundidad el porque de los mismos:

1) Le estaba prohibido durante su voto de nazareo consumir, vino, bebidas fermentadas, y cualquier producto derivado de la vid. Por entonces, la vid simbolizaba la existencia sedentaria, el arraigo a la cultura del terruño, de la ciudad, con la consecuente aparición de responsabilidades dentro de su hogar y para con la comunidad. Los consagrados al servicio del Creador, estaban mas allá del mundo físico y no existía para ellos lugares de descanso. Dios era encontrado en los desiertos y caminos solitarios, dificultandose en cambio encontrar su VOZ en el bullicio de los ferias comerciales, puertos y cuarteles. No con ello queremos decir que el nazareo se apartaba de la vida social como un anacoreta, sino todo lo contrario: él estaba presente en la sociedad, pero sin ser parte de ella, atento a cumplir su misión.

2) Al Nazareo le estaba impedido cortarse el pelo. Ello era un testimonio de que había consagrado su cuerpo y sus fuerzas a Dios. El cabello eran un símbolo de poder y de abundante vitalidad (2 Samuel 14:25-26). En otras tradiciones, el significado también era similar: tanto griegos como romanos, ofrecían a alguna deidad su primera barba y cabellera. Por ejemplo, Homero relata que Aquiles había prometido su cabello al Río Sperchio si volvía sano y salvo de la guerra de Troya; pero habiendo después sabido que debía perecer en aquel sitio, se cortó los cabellos y los echó sobre la pira funeraria de su amigo Patroclo. Asimismo, los griegos creían que los dioses infernales cortaban un cabello a los mortales en el instante en que las Parcas cortaban también el estambre de su vida.

Cortarse el pelo para algunas tradiciones era una manifestación de dolor por la muerte de alguien querido (Jeremías 7: 29; Isaías 22:12; Miqueas 1:16). En otras tradiciones, Herodoto cuenta la muerte del General persa Masistio en combate contra los griegos. Al conocerse la noticia, el inmenso ejército persa procedió a cortarse el pelo, el de sus caballos y el de las bestias de carga en honor el héroe.

En el caso de los Nazareos, la dedicación a Dios culminaba en un ritual donde este se cortaba el pelo y se lo ofrecía a Dios. De manera similar, en el antiguo Japón, el samurai dejaba de serlo al cortarse su cabello el cual se ataba en forma de cola o con rodete con una cuidada pulcritud. Aunque la diferencia, es que el Samurai perdía su Honor al dejar de pertenecer a la casta guerrera, en tanto que el nazareo volvía a su vida comunitaria habiendo cumplido su servicio a Dios.

3) Los Nazareos no podía tocar los muertos, “porque el ocuparse de la carne es muerte, pero ocuparse del Espíritu es vida y paz” (Romanos 8:6). En la tradición hebrea, la purificación no era un tema menor: el Levítico hace una extensa enumeración de los casos de impureza en animales y seres humanos, y cuales debían ser los rituales específicos de purificación. En las antiguas tradiciones africanas, el primer paso era saber si la muerte había sido buena o mala, y dependía de ello el grado de impureza del cuerpo, encomendándosele al sacerdote los ritos funerarios que primero aspiran a purificar al muerto, y luego el medio en el que vivió, incluyendo a la familia del mismo.

En todas las tradiciones, la misión de la casta sacerdotal será la de guiar al espíritu del fallecido a salir del cuerpo. Así, diversos rituales que van desde la pira funeraria de los griegos y romanos, al rezo sostenido de los budistas tibetanos, y a nuestro solemne Réquiem, el espíritu encuentra el camino de la luz en medio de la oscuridad.

El nazareo, al no estar consagrado para funciones sacerdotales, debía mantenerse puro para continuar su misión.

Dos Hermanos Nazareos en los tiempos actuales: el Padre Franc y el Hermano Luis Celiz (Capilla de Piedra de San Jorge - Argentina - Mayo de 2009)


II – Los nazareos en la historia

Ciertos nazzareos fueron consagrados desde su nacimiento, o incluso antes, y para su vida entera. Tenemos así, el caso de Sansón, hijo de Sora, de la tribu de Dan, a cuya mujer se le aparece un ángel:


“A esta mujer apareció el ángel de Dios, y dijo: He aquí que tú eres estéril, y no has parido; mas concebirás y parirás un hijo. 4 Ahora, pues, no bebas vino, ni sidra, ni comas cosas inmundas. 5 Porque tu quedarás embarazada, y parirás un hijo: y no subirá navaja sobre su cabeza, porque aquel niño será Nazareo a Dios desde el vientre, y el comenzará a salvar a Israel de manos de los Filisteos.” (1 Jueces 13: 3-5).


El Profeta Samuel

Sin embargo, Sansón infringió las normas del nazareato y solo al final, con el arrepentimiento por sus conductas y su posterior martirio recibió la ayuda para vencer a los Filisteos y con ello el perdón de Dios. En el libro de Amos (2:11-12) también se relata como los nazareos eran tentados por la vid y así apartarlos de su misión.

Otro ejemplo fue el Profeta Samuel, hijo de Ana, consagrado antes de su nacimiento al nazareato (1 Samuel 1: 11-28). El mismo, tuvo importancia especial en el ascenso de uno de los mayores Reyes solares de la tradición hebraica: David.

Pero, indudablemente el mas importante de todos los nazareos antes de la llegada de CRISTO, fue San Juan el Bautista, hijo e Zacarías y su mujer Elisabet, a los cuales se les presenta el Angel Gabriel diciéndoles acerca de su futuro hijo:

“Porque será grande delante de Dios, y no beberá vino ni sidra; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre. Y a muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor Dios de ellos”. (Lucas 1:15-16).

En un siguiente articulo, relataremos como ha continuado la institución del nazareato desde la llegada de CRISTO hasta la actualidad.
.
Xristos Anesti!
Fr. Teofano