domingo, 20 de julio de 2025

Icono de la Blachernetissa de nuestra Theotokos

 

 

EL ICONO DE BLACHERNETISSA DE NUESTRA THEOTOKOS

20 de Julio de 2025 / 07 de Julio de 2025 – Calendario Eclesiástico

 


Icono de la Madre de Dios de Blachernae de la iglesia del pueblo de Blachernae (Galería Tretiakov)


I – ORIGEN

La Santa Tradición de la Iglesia Ortodoxa nos refiere sobre acerca del icono de la Blachernetissa, que su origen se atribuyó al Evangelista Lucas. Pistas que lo ayudan a certificar ello, es por haberse “hallado” en la región de Antioquía, tierra natal del evangelista, y con posterioridad, trasladada a la ciudad de Jerusalén.

 

II – UNA PROMESA

Entre los años 412 y 421,  la Santa Emperatriz Elia Pulqueria Augusta (399-453), estuvo a cargo del gobierno del Imperio Romano de Oriente, gobernando a nombre de su hermano menor, Teodosio (401-450). La Santa, a los 16 años adopto el celibato y durante los años siguientes, a cargo de la regencia del Imperio, el palacio imperial fue convertido en un lugar sacro por parte de la Santa, no permitiendo ningún tipo de excesos.

Cuando su joven hermano ya contaba con la mayoría de edad, comenzó Santa Pulquería a buscar una esposa para el futuro Emperador. Su búsqueda se inició en ciudades donde predominaba un ambiente para el cultivo de la sabiduría.  Fue así que en la ciudad de Atenas, conoce una bellísima y virgen mujer de nombre EUDOCIA (401-460), hija de un importante filosofo pagano llamado Leoncio. Era una joven y brillante mujer, única hija junto con dos hermanos, del filósofo ateniense. La Santa Pulquería la elegirá para ser la esposa del futuro Teodosio el Grande.

Eudocia viajará a Constantinopla, donde se bautizará y crismará en la Fe Ortodoxa y ambos jóvenes de 20 años, enlazaran sus vidas en el año 421, naciendo al año siguiente su primera hija, Eudoxia.

El tiempo paso, y ambos regentes gobernaron con sabiduría el Impero Bizantino, fundándose por ejemplo, en el año 425 la Universidad de Constantinopla. También fueron tiempos donde se enfrentaron a la herejía nestoriana, donde la Santa Pulquería, cumpliría un papel importante en sostener la Fe Ortodoxa.

En el año 437, la hija de los emperadores, contraerá matrimonio con el futuro Emperador Valentiniano III. La emperatriz Eudocia había prometido al Señor, que iniciaría un peregrinaje, si su hija lograba contraer un buen matrimonio.

Era momento de iniciar ese viaje para cumplir la promesa.

En el año 438, viajará de peregrinaje a Tierra Santa imitando a  Santa Helena (250-330), madre de San Constantino el Grande, aquella santa mujer que desenterrará la Cruz del Calvario, una de las reliquias más importantes de la Cristiandad.

 

III – LA IGLESIA SANTA MADRE DE DIOS DE BLANQUERNAS

Lo que en este escrito rescatamos en el peregrinaje de Eudocia, es el haber traído de Jerusalén a Constantinopla, aparte de una serie de reliquias, un icono de la Madre de Dios que habría sido pintado por San Lucas, que le será obsequiada a la hermana del Emperador, Santa Pulquería.

El icono se colocó en la Iglesia de la Madre de Dios en Blanquernas en el 439, donde se conservaba la Venerable Túnica de la Madre de Dios

El icono recibe el nombre de “Blachernetissa”  por el suburbio ubicado al noroeste de la ciudad de Constantinopla. En ese lugar, existían un manantial donde se construyó Iglesias principalmente impulsadas por Santa Pulquería en el siglo V, y años después, por el Emperador Justiniano I° en el siglo VI.

En un comienzo la Iglesia estará fuera del contorno de las murallas, hasta el año 627 que quedara el barrio de Blanquernas bajo la protección de una nueva ala de la inmensa muralla de Constantinopla.  La Iglesia se convertirá en la segunda iglesia de importancia dentro de la segunda Roma.

 



IV – PATRONA DE LA CIUDAD DE CONSTANTINOPLA

El Icono de Blanquernas fue  considerado patrona de la ciudad de Constantinopla y de los emperadores bizantinos. En el año 626, durante el asedio de la ciudad por los persas, ávaros y eslavos, bajo el periodo del emperador Heraclio (+641), el patriarca Sergio I de Constantinopla (+638), tomo el icono y lo llevó en un recorrido por las murallas de Constantinopla y, según la Crónica de Pascua, los enemigos se retiraron, afirmando haber visto a la Madre de Dios en la muralla. Posteriormente, el emperador Heraclio dirigirá sus divisiones romanas hacia Persia, haciendo caer al gobernante.

A partir de ese momento, surgió la tradición de trasladar anualmente este icono de Blanquernas al palacio imperial durante el período de la Gran Cuaresma, donde permanecía hasta el lunes de la Semana Brillante.

 

V – BAJO TIEMPOS HERÉTICOS

Durante el período iconoclasta, el icono estuvo oculto de la vista de los heréticos; pero no fue hasta la IV Cruzada que saqueo Constantinopla, que fue necesario retirarlo de la Iglesia, para  ocultado en el Monasterio del Pantocrátor, un gran edificio que en el presente  y luego de la caída de Constantinopla bajo el imperio otomano, fue convertida en una mezquita, hoy de nombre Zeyrek.

 El monasterio se encuentra en la cuarta colina de Constantinopla, con vistas al Cuerno de Oro, al este de la Iglesia de los Santos Apóstoles y al norte del Acueducto de Valente. Construido entre 1118 y 1136, por Juan Comneno e Irene (Piroska de Hungría) fue un gran complejo monástico con hospital, con muchos lugares secretos que permitió ocultar el Santo Icono.

 

VI – HACIA LA SANTA RUSIA

La importancia de este icono, trascendió los límites del Imperio Bizantino. Por ejemplo, existe la crónica de Stepan Novgorodets, quien visitó la ciudad de Constantinopla posiblemente entre 1348 o 1349. Su descripción de la ciudad, es un testimonio de la vida religiosa de la misma, sus templos, la ubicación de los mismos, y por sobre todo las reliquias que ahí se custodiaban y que algunas desaparecieron principalmente por los saqueos que soporto la ciudad luego de la conquista otomana.

Aquí uno de los fragmentos del relato de Stepan:

“Y de allí, el martes, fuimos al icono de fin de semana de la Santa Madre de Dios, este icono fue pintado por el evangelista Lucas, mirando a nuestra Señora la Virgen María misma, cuando aún estaba viva. Ese icono se expone todos los martes. Es un espectáculo asombroso: luego se reúne muchos ciudadanos y vienen de otras ciudades. Este icono es muy grande, está encuadernado con gran maestría, y los cantantes que caminan delante de él cantan hermosamente, y todo el pueblo grita: “¡Señor, ten piedad!”. (1)

Ya caído el Imperio Romano de Oriente, el icono será trasladado al Monte Athos, para llegar al año 1654, donde unos monjes enviaran el icono a la ciudad de Moscú, de regalo  al Zar Alexei I, el segundo zar de la dinastía Romanov.

Al día siguiente de arribar a Moscú, se celebró un servicio solemne en honor al ícono, que se colocó en la Catedral de la Asunción del Kremlin de Moscú. El ícono, que era la patrona de los emperadores bizantinos, se convirtió inmediatamente en una de las reliquias más importantes del futuro imperio ruso.

Se incluyó en la rutina real ceremonial, y de la práctica litúrgica de la Catedral de la Asunción, colocándose el icono en el altar de la catedral. Para protegerlo, se hizo un marco de oro cincelado y decorado con una gran cantidad de piedras preciosas y perlas, y en su descripción, placas de oro con un texto que describe la leyenda del ícono.

 


     Icono de Blanquernas de la Madre de Dios. Segunda mitad del siglo XV (basado en el siglo XIII).


VI – ENTRE GUERRAS               

En 1812, cuando las tropas de Napoleón entraron en Moscú, el icono de Blanquernas no fue retirado de la Catedral de la Asunción y, tras la expulsión de las tropas, se encontró dañado. La imagen fue tallada en una nueva tabla de ciprés y decorada con un marco de plata.

En los siglos XIX y principios del XX, el icono estuvo en la capilla lateral de Pedro y Pablo de la Catedral de la Asunción.

En 1918, tras la Revolución de Octubre, fue trasladado a la Iglesia de la Exaltación de la Cruz en Vozdvizhenka. En 1931, el icono de Blanquernas ingresó en la colección de los museos del Kremlin de Moscú, para entrar en un período de olvido.

Años después, en 1983, el icono de Blachernetissa presentaba serios daños, por lo que se inició su restauración a manos D. A. Dunayev. Durante esta restauración, se reveló la inscripción griega original en el icono: Η ΘΕΟΣΚΕΠΑ[Σ]ΤΟΣ ("Protegida por Dios" o "Protegida por Dios").

Actualmente, se conserva en la Catedral de la Asunción del Kremlin de Moscú.

 

VII – TÉCNICA Y CELEBRACIÓN

 

El icono se realizó con la inusual técnica de pintura a la cera y pertenece al tipo iconográfico de Hodighitria: aquella que marca el Camino.

El icono es celebrado en varias ocasiones en su honor como el 2 de julio  (15),  fiesta de la Deposición de la Túnica; el 7 de julio  (20), y el sábado del Akathisto  de la quinta semana de la Gran Cuaresma. 

 

Compilación: PATRIARCAL  ATENEO SAN MARCOS

 

NOTAS:

(1) https://www.webcitation.org/654o6ncYu?url=http://www.pushkinskijdom.ru/Default.aspx?tabid=4970

 

jueves, 3 de julio de 2025

Pavel Florensky y los Caminos de Nicea

 

PAVEL FLORENSKY Y LOS CAMINOS DE NICEA

 



I – DEL CONCILIO DE NICEA A LOS CONCILIOS DE SIRMIO

 

Durante los debates que se suscitaron en la Cristiandad en los siglos III y IV acerca de la naturaleza de Nuestro Señor Jesucristo, el sacerdote alejandrino Arrio (250-335) afirmo que Jesucristo fue creado por el Dios Padre y que, a consecuencia de ello, carecía de su esencia, por lo tanto, era un ser de naturaleza completamente diferente. La palabra utilizada fue HETEROOUSIOS.

 

La celebración del Concilio de Nicea en el 325, bajo el Emperador San Constantino (+337), logro la afirmación contraria, con un apoyo amplio de obispos entre los que estaba San Athanasios de Alejandria (+373) consolidando el Dogma de la Santísima Trinidad.  El término que se utilizaría sería el de HOMOOUSIOS, esto es, la “consubstancialidad” donde Nuestro Señor Jesucristo es de la misma esencia del Padre y del Espíritu Santo.

 

Sin embargo, al fallecer el Emperador Constantino, lo reemplazará su segundo hijo, Constante II, el cual simpatizaba con la postura arriana. Por tal motivo, permitió la celebración de una serie de concilios, principalmente en la ciudad de SIRMIO, actual Serbia, donde el nuevo emperador estableció su gobierno.

 

Aunque finalmente esta postura arriana será derrotada con el Segundo Concilio Ecuménico de Constantinopla en el 381, surgió un concepto que intentaba “moderar” entre la postura arriana y la conciliar de Nicea del año 325:

 

En el segundo concilio de SIRMIO del año 351, se redactó la Sexta Confesión Arriana donde se aprobará el concepto de HOMOIOUSIOS, donde el mismo, continúa afirmando que Nuestro Señor Jesucristo posee una esencia diferente a la del Creador, pero “similar”. Sin embargo, este cambio, no prosperará y terminará siendo rechazada por el tercer concilio de SIRMIO del año 357, volviendo a la postura original de ARRIO de HETEROOUSIOS.

 

II – LAS DOS FILOSOFIAS

 

El Santo Mártir Pavel Florensky (+1938), utilizó los conceptos del debate sobre la naturaleza de Nuestro Señor Jesucristo, para definir lo que él consideraba dos tipos de FILOSOFIAS que definían el torpe devenir humano.

 

Pavel Florensky nos decía que el racionalismo de la modernidad, que se refería a una filosofía de las cosas y de la inmovilidad sin vida, debe ser caracterizada como una filosofía HOMOIOUSIANA, esto es, una FILOSOFÍA CARNAL, donde busca ser “semejante” al LOGOS de la Creación, más sin serlo, más sin imitarlo. El ser humano que se entroniza como creador de nuevos mundos.

 

La realidad es que el MUNDO MODERNO pretende ser HOMOOUSIOS, o sea, que su RACIONALIDAD CAIDA, termine de alguna manera reemplazando la VERDAD.  Hoy, estas fuerzas tenebrosas presentan “inocentes” fenómenos culturales y científicos como el TRANSHUMANISM* (utilización de la ciencia para expandir las capacidades cognitivas del ser humano y superar limitaciones biológicas venciendo la muerta física) y la INTELIGENCIA ARTIFICIAL. Lo “humano” se va desdibujando en esta nueva FILOSOFÍA CARNAL, tratando de perfeccionar lo que Dios hizo PERFECTO para el camino que debía realizar, y que hoy sin embargo es sepultado.

 

Asimismo, nuestro teólogo ruso, afirmará que, por el contrario, existe una FILOSOFÍA CRISTIANA, la de la Fe y la Razón. Mientras que la filosofía carnal afianza una IDENTIDAD TERRENAL, una filosofía cristiana, por el contrario, hay un acto KENÓTICO –vaciamiento interior, para recibir al Espíritu Santo en nuestras vidas- donde el YO transfigurado supera la IDENTIDAD TERRENAL, rompiendo sus límites y configurándose ahí la figura cristica … SEMEJANTE. Por lo tanto, aquí si aplicamos el concepto de HOMOIOUSIOS, que nos define en nuestra búsqueda incesante de Cristo.

 

Para Florensky, el ÁGAPE (amor incodicional) y la PHILÍA (amor profundo, fraterno, opuesto al EROS) son las columnas de esta filosofía cristiana que se vive dentro de la cosmovisión litúrgica ortodoxa. Es la COMUNIÓN con lo divino, opuesto al INDIVIDUALISMO contemporáneo, esclavo de las pasiones que el “mundo” le ofrece para prolongar su muerte, la física –de la que se quiere escapar-, y la espiritual, la “segunda muerte”.

 

Y este debería ser también un mensaje para las naciones: HOMOIOUSIOS. Siendo creados a imagen y semejanza del PADRE (Génesis 1,27), hemos de transitar esta vida terrenal aprendiendo el Camino que Nuestro Señor Jesucristo vino a enseñarnos. Las naciones son las barcas que en medio de la tempestad deben llevarnos, y estas deben tener timoneles, pontifex, que nos sean puente con el Reino de los Cielos.

 

 Vladyka TEOFANO, Juan M Garayalde

Archieparquia de la República Argentina IOBE/AOCC

Buenos Aires, 03 de julio de 2025