ALCANZAR LA PAZ DE DIOS
“Quien nos reprocha, nos da un regalo, pero quien nos alaba,
nos roba.
Si te elogian, debes permanecer en silencio; no digas nada.
Un verdadero monje no reprocha ni alaba.”
Starets Ambrosio de Optina (1812-1891)
La HUMILDAD es la ley del Monje. Si una persona nos alaba
por nuestra forma de ser, corremos el peligro de estimular la vanidad, y, por
lo tanto, aumentar el orgullo, apenas un paso atrás de la soberbia.
Eso nos predispone incorrectamente para llegar al Señor,
puesto que creemos que, según lo que ven en nosotros, estaríamos haciendo las
cosas bien, y lo cierto es que, ante los ojos de Dios, no lo sabemos.
Sobre el reproche, cuando nos critican algo, debemos asumir
esa crítica con humildad, sin escapar de nosotros un sentimiento de enfado,
sino, por el contrario, meditar el porqué de la recriminación.
¿Acaso tiene razón?, ¿esa es la imagen que brindo? ...
Entonces uno debe meditar sobre ese reproche recibido, y por tal motivo: es un regalo el
mismo, en tanto nos ayuda a cuestionarnos una y otra vez nuestro accionar sobre
el mundo.
La “vía del desierto”, es un camino de silencio, donde nuestros oídos no se conmueven por las alabanzas del “mundo”. Sin embargo, eso no nos convierte en personas “frías” hacia todo lo que nos rodea, sino por el contrario: amar a todos, amigos y enemigos, aduladores y calumniadores, es el ejercicio espiritual para alcanzar a comprender la verdadera PAZ DE CRISTO, la que mansamente asciende al Gólgota, la que, a pesar de ser seguido por miles, nunca se proclamó rey de este mundo caído.
S.E. Vladyka TEOFANO, Juan M. Garayalde
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero
Archieparquía de la República Argentina
Vladyka, un texto hermoso. Lo felicito, como siempre por el contenido de gran calidad que publica en su sitio. Me he tomado el atrevimiento de reproducirlo en el mío, por supuesto, indicando el autor y la fuente.
ResponderEliminarUn abrazo grande en Cristo,
Raúl
Muy agradecido Raúl. El contenido debe ser el desafío de cada cristiano, y no es nada fácil. Un abrazo en Cristo!
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