VASILII , Loco de Cristo
15 de agosto de 2021 / 2 de agosto de 2021 – Calendario
Eclesiástico
Una de las figuras mas destacadas dentro de la Historia de
la Iglesia Ortodoxa, es la de los LOCOS DE CRISTO (iurodivye), el cual
representa una forma particular de ascetismo, donde su practicante finge una
locura con el objeto de proporcionar, a quienes lo observan, una enseñanza que
rompa con los esquemas normales pedagógicos de la iglesia.
Es una forma de ascetismo, en cuanto a que renuncia el
iurodivye a todo tipo de propiedades, y hasta de vestimenta adecuada. No tiene
un hogar definido, y la gente se acerca porque tiene respuestas para todo, y no
de las más “racionales”, en tanto es excéntrico, habla en acertijos, es
clarividente, profeta y hasta realiza milagros. O sea, es IMPREDESCIBLE la
acción que este hombre de Dios va a desarrollar, por lo que a veces, tiempo
después, uno entenderá aquello que quiso enseñar.
II – SAN VASILLI, PRIMEROS AÑOS
Nació en diciembre de 1468 en un pueblo de Elokhovo, cerca de Moscú, Rusia. Sus padres, Jacob y Anna, eran humildes trabajadores. Se dice que nació en el pórtico de la Iglesia de la ciudad en honor al Icono de Vladimir y de la Santísima Theotokos.
Sus padres lo formaron para que sea aprendiz de zapatero, y
esta tarea empezó a desempeñar de muy temprana edad. Ya en ese tiempo,
comenzaron a notarse características del joven que marcarán su futuro.
Se relata que una vez llegó al taller cierto comerciante de granos de Moscú, que fue a pedir un modelo de boas especial para él y que pasaría a retirarlas tiempo después. La reacción del joven fue la de llorar, y le dijo ante el estupefacto cliente lo siguiente: “Ojalá cancelaras el pedido, ya que nunca lo usarás”. El maestro del taller, interrogó al joven sobre lo dicho, y este le confirmó que ese comerciante fallecería al poco tiempo, lo cual se cumplió.
Ya con 16 años, empezó a mostrar conductas que lo irían
alejando de las personas. Por ejemplo, salía a recorrer los mercados y robaba
algunas cosas para poder dársela a los pobres hambrientos, y avergonzaba a los
ricos que nada ayudaban exponiéndolos públicamente.
III – UN LOCO DE CRISTO, EN LAS CALLES DE MOSCU
Eran los tiempos en que gobernaba Rusia el Zar Ivan IV, que por entonces, luchaba contra los boyardos que habían hecho su vida imposible en su infancia, habiendo quedado desamparado y sufriendo todo tipo de humillaciones, luego del envenenamiento de su madre la regente, Elena Glínskaya, en 1538, viuda de Basilio III.
En la ciudad comenzó a verse a un joven de 16 años que con poco o nada de ropa caminaba por la ciudad cargado de cadenas. Frecuentaba la actual Plaza Roja, donde había un gran mercado donde la gente de la ciudad acudía todos los días.
A continuación, enumeraremos algunos de los relatos del cual
este “loco de Cristo” fue protagonista y que nos ha llegado al presente:
CAOS EN EL MERCADO
Un día, el santo caminando por el mercado, se acerca a un puesto donde se vendían kalachi (panecillos) y arroja estos al piso. No habiendo estado conforme, se acerca a otro puesto y derrama el kvas (bebida alcohólica fermentada). Diversos comerciantes se arrojan encima del santo y comienzan a golpearlo por arruinar su mercadería. Este, sin embargo, no manifestó arrepentimiento alguno, sino, por el contrario, mostraba alegría por los golpes recibidos y agradeció a Dios por ellas.
Sin embargo, luego se pudo comprobar que los kalachi estaban
mal cocidos y los kvas mal preparados. Todos los que habían participado de la
golpiza sintieron una profunda vergüenza por haber actuado injustamente; un
aprendizaje que explica que los accesos de violencia, el perder el
temperamento, no es solución a nada, y en muchos casos, es una reacción
injustificada.
LA IGLESIA DE PIEDRA
DE POKROVNA
Un rico comerciante de la población de Pokrovna, a unos pocos kilómetros de Moscú, devoto religioso, decidió construir una iglesia de piedra. Sin embargo, falló en edificar el arco de la iglesia, la cual se derrumbó en tres oportunidades. Ningún constructor le daba una explicación del porque no podía avanzar en la obra. Entendió entonces, que el problema iba mas allá de una explicación técnica.
Un día se encuentra a Vasilli, y le pide consejo. Este
señalando a la distancia le dirá: Viaja a Kiev, y visita a Juan el Tullido, “él
te aconsejará como construir la iglesia”. De esta manera, el comerciante viaja
a Kiev y ubica este misterioso personaje en una cabaña podre de la ciudad. Al
ingresar, ve a Juan el Tullido meciendo una cuna vacía. El comerciante
preguntará: “¿a quién meces?”. De la boca de ese hombre escuchará: “Lloro por
mi amada madre, que fue empobrecida por mi nacimiento y mi educación”. En ese
instante, el comerciante recordó a su madre, a la cual había expulsado de su
casa. Supo en ese instante, el motivo por el cual no era digno de edificar una
Iglesia. Retornó velozmente a Pokrovna y busco a su Madre, a la cual le pidió
perdón y la llevó a vivir con ella. Pudo
así este hombre, continuar sin impedimentos la construcción de la Iglesia.
LA VERGÜENZA DE MENDIGAR
Como en cualquier tiempo, a veces la vida nos brinda todo lo necesario para vivir una vida digna, pero en otras ocasiones, eventos inesperados pueden llevarnos a quitarnos todo y no saber como reaccionar ante ello. A veces, estas personas necesitan más ayuda que otros. Así aconteció a un comerciante que, habiendo venido a trabajar a Rusia, teniendo un buen pasado económico, fracaso en sus negocios y terminó en la mas absoluta pobreza. Sin embargo, sentía vergüenza de pedir limosnas al no aparentar su pobreza, ya que todavía conservaba una ropa fina que no era digno para un pobre.
El iurodivye Vasilli, comprendiendo el padecimiento de este
hombre, que llevaba tres días sin comer, le llevó una cantidad importante de
riquezas que consiguió de ricos benefactores de la corte del Zar, para que
pudiera salir adelante. Este acto de
misericordia lo hizo en tanto vio el corazón puro del comerciante que no se
sentía en el derecho de pedir ayuda a nadie, al estar muy alejado del que nada
tenía.
EL ABRIGO
Dícese que Vasilii recibió como regalo un abrigo. El mismo, se evidenciaba el costo oneroso del mismo. Esta situación llevó a que unos picaros le hicieran un simulacro de que fallecía una persona en la calle, por lo cual, le pidieron al iurodivye Vasilii que facilitara su abrigo ante esa situación. El resultado fue que le robaron el lujoso abrigo. Al darse cuenta el Santo de que lo habían engañado apelando a su misericordia por el prójimo, predijo la muerte prematura de su embaucador.
DEMONIO DE LA VANIDAD
Si existía algo que el iurodivye Vasilli despreciaba, era la actitud de brindar limosnas por razones de presuntuosidad. Personas que se vanagloriaban con sus “buenas acciones” pero que, en el fondo, no había una verdadera preocupación por asistir a los que habían caído en desgracia y padecían el hambre y el desamparo.
Le toco una vez descubrir que un mendigo en la puerta de una
Iglesia, al recibir limosnas incrementaba aún mas el pecado de la vanidad
ofreciendo consejos y profetizando cosas maravillosas para sus benefactores. Vasilli descubrió que ese mendigo era el Demonio, por lo tanto, lo expuso
ante todos y lo ahuyentó del lugar.
LA ANGUSTIA DE LOS
ÁNGELES
Un relato de aquellas personas que conocieron a este “loco
de Cristo”, es haberlo visto acercarse a hogares donde el bullicio era notorio:
fiestas, bebida, comida, música, desenfreno. El Santo procedía a abrazar los
extremos de la casa, y cuando le consultaron el porque de su acción, este
respondía: “Los ángeles están tristes en la casa y están angustiados por los
pecados de la gente que lo habita, pero les suplico con lágrimas que oren al
Señor por la conversión de los pecadores”.
El Santo trataba de nunca perder la Fe en la conversión, aún cuando los
ángeles aparentemente, se habían dado por vencidos.
EL LOCO DE CRISTO QUE HIZO FRENTE A IVAN “EL TERRIBLE”
El Santo “loco de Cristo” había recibido el don de prever acontecimientos del futuro, como fue el terrible incendio de 1571, que ocasionó cientos de víctimas. Asimismo, se afirmaba que su oración era poderosa, como cuando se le adjudico haber extinto un feroz incendio en la ciudad de Novgorod. Pero ha llegado al presente, sus enfrenamientos contra el Zar Ivan IV, “El Terrible”, el cual era muy famoso por sus cambios de humor, pero también por su piedad hacia la Iglesia.
Se cuenta que, durante una ceremonia religiosa, el “loco de
Cristo” lo increpó al Zar por estar subsumido en sus pensamientos.
Efectivamente, el Zar estaba más preocupado en la construcción de un palacio en
las colinas de Vorobiev que en el oficio religioso. Pero más osado fue aun
cuando en plena Gran Cuaresma, Vasilli llega al palacio y le ofrece al Zar
un trozo de carne cruda, diciéndole que no importaba si ayunaba o no por comer
carne, debido a las ejecuciones de gente que había llevado a cabo.
IV - MUERTE Y VENERACIÓN
San Vasilii nació a los cielos el 02 de agosto de 1557. El Santo Metropolita Macario junto al Zar Ivan IV, organizaron la despedida de ese “Loco de Cristo”. Su cuerpo fue enterrado en la Iglesia de la Trinidad, Basilica fundada para homenajear la conquista de Kazán, pero tiempo después, y principalmente luego de la glorificación de Vasilii en el Sobornos de 1588 convocado por el primer Patriarca Ruso, JOB bajo el gobierno del hijo de Iván, FEODOR “el campanero”. La Basílica, comenzará a ser llamada de San Basilio, en honor a este “loco de Cristo”.
V - EL “LOCO DE CRISTO” EN LA ICONOGRAFÍA
El primer icono que retrata a San Vasilli, lo representa
como un anciano, con el pelo blanco rizado, y barba larga y vistiendo un taparrabos,
viendo hacia arriba a Nuestro Señor Jesucristo, y debajo la ciudad de Moscú.
Asimismo, otros iconos lo representan con imágenes de sus milagros y relatos de
su vida.
Compilación: Patriacal Ateneo San Marcos
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