28 de Noviembre/15 de Noviembre-Calendario Eclesiástico
SAN PAISIO (Velichkovsky) de Moldavia y el Monte Athos (1794)
Nació en Ucrania en 1722, uno de los muchos hijos de un sacerdote. Asistió a la Academia Eclesiástica en Kiev, pero se sintió decepcionado por la mundanalidad, el amor por la facilidad y el clima teológico occidental que encontró allí. Eran los tiempos de las reformas “Ilustradas” de Pedro el Grande y sus continuadores, que buscaban “occidentalizar” Rusia, restándole influencia a la Iglesia en el sistema político.
Después de cuatro años dejó la escuela y se embarcó en la búsqueda de un padre espiritual y un monasterio donde pudiera vivir humildemente volcado al ascetismo. Finalmente encontró guías espirituales sabios en Rumania, donde muchos de los monjes rusos habían huido después de las reformas de Pedro el Grande. De allí viajó a la montaña sagrada, el Monte Athos.
La vida espiritual también se encontraba en un nivel bajo, y Platón (el nombre que le habían dado como novicio) se convirtió en un ermitaño, dedicando sus días a la oración y leyendo las Sagradas Escrituras y los escritos de los Padres. Después de cuatro años, un anciano visitante de Rumania le adujo un monje bajo el nombre de Paisio y le aconsejó que viviera con otros monjes para evitar los peligros espirituales de tomar la vida solitaria demasiado pronto.
Llegaron unos cuantos hermanos de Rumania, tratando de convertirlo en su padre espiritual, pero él se sentía indigno de asumir esta tarea. Todos ellos vivían en la pobreza y en la obediencia mutua. Otros se unieron a ellos desde Rumania y los países eslavos, y con el tiempo tomaron la vida cenobítica, con Paisio como su abad renuente.
En 1763, toda la comunidad (crecida a sesenta y cinco en número) abandonó la Montaña Sagrada y regresó a Rumania. Les dieron un monasterio donde adoptaron la regla de vida atonita. El abad Paisio introdujo la Oración de Jesús y otros aspectos del hesicasmo a la vida monástica allí: antes de este tiempo, habían sido utilizados principalmente por ermitaños. Los servicios de la Iglesia se llevaron a cabo en su totalidad, con los coros cantando alternativamente en eslavo y rumano.
Los monjes confesaban a su Anciano todas las tardes para no dejar que el sol se ocultara en su ira, y un hermano que guardaba rencor contra otro tenía prohibido entrar en la iglesia, o incluso decir la Oración del Señor, hasta que lo hubiera resuelto.
La hermandad monástica finalmente creció a más de mil miembros, dividida en dos monasterios. Visitantes y peregrinos vinieron de Rusia, Grecia y otras tierras para experimentar su santo ejemplo.
San Paisio había aprendido griego en el Monte Athos, y se comprometió a producir traducciones eslavas precisas de los escritos de muchos de los Padres de la Iglesia. La Philokalia griega había sido publicada no mucho antes, y San Paisio produjo una versión eslava que se leyó en todo el mundo ortodoxo eslavo. (Esta es la Philokalia que el peregrino lleva con él en la obra “Relatos de un peregrino ruso”).
El santo descansó en paz en 1794, un año después de la publicación de su Philokalia eslava. El synaxarion resume su influencia: "Estas traducciones, y la influencia del Santo a través de la actividad de sus discípulos en Rusia, llevaron a una renovación espiritual generalizada, y a la restauración de la vida monástica tradicional que duró hasta la Revolución de 1917".
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