MARCHEMOS JUNTO A LA JANGADA
La JANGADA es un término portugués que hace referencia a una
balsa de troncos. Sin embargo, también tiene otro significado: en los siglos
XVII al XIX, cuando los hacheros terminaban su jornada, arrojaban los troncos a
los ríos, qué al no haber caminos en la selva, los mismos eran unidos para que
viajen río abajo hacia los grandes aserraderos.
Ese conjunto de troncos arrojados al río era la JANGADA;
pero no iban solos a la deriva por los ríos, alguien los GUIABA, y ese era el
JANGADERO.
Una canción de nuestra tierra argentina, “El Jangadero” (de
Eduardo Falú y Jaime Dávalos), describe ese destino de la jangada de troncos y
de su guía.
La Ortodoxia tal como la pensamos, no solo debe respirar el
aroma de los bosques de Siberia; sentir en nuestro rostro el viento helado de
las estepas rusas, o nuestra piel quemarse con el sol que arde en la cima del
monte Athos. El Starets, puede revelarse
en nuestra tierra, en la selva de Montiel, en la inmensidad de la Pampa, en sus sierras y montañas y ser un Jangadero, o sea, el que guía a sus
catecúmenos -discípulos- a un puerto seguro a lo largo de un extenso, sinuoso y
profundo río.
Iniciaremos esta marcha juntos.
¡Xristos Anesti!
Vladyka TEOFANO, Juan Manuel Garayalde
Archieparquia de la República Argentina
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