EL MONUMENTO DEL PARQUE DE LETNA
El monumento dedicado al dictador soviético Josif Stalin en el Parque de Letna, Praga, Checoslovaquia
En el año 1955 se inauguraba en la ciudad de Praga, antigua
Checoslovaquia, un monumento dedicado al dictador soviético Josif Stalin. En su
momento, fue una de las obras en granito mas grandes de toda Europa.
La obra se inició a finales de 1949, momento de mayor
popularidad de Stalin, como vencedor de los fascismos europeos, y momento en
que se enfrentaba a sus antiguos aliados, controlando ya, la mitad de
Europa. A la muerte del dictador, 1953,
se apresuró la culminación del proyecto, que finalizaría dos años después.
El monumento fue realizado por genial escultor checo Otakar
Švec (1892-1955), quién hizo obras maravillosas de las cuales, sus principales,
no sobrevivieron, sea por la acción de la ocupación alemana del país, o por el
proceso de desestalinización que se realizó en el bloque soviético años después
de la muerte de Josif Stalin.
La obra fue edificada en el parque de Letna, sobre una
inmensa plataforma con bunker por debajo, que pesaba unas 17.000 toneladas, que
mostraba a Stalin a la cabeza del proletariado. Detrás, un campesino portando
la bandera, acompañado por una pareja de trabajadores y cerrando la columna, un
soldado protegiéndolos.
Otakar Švec se suicidó semanas antes de la inauguración del
monumento por las presiones recibidas por diferentes grupos de la época que
pugnaban por la finalización de la obra, y al mismo tiempo, por la interrupción
de la misma. Efectivamente, en 1955, asumía en Moscú como autoridad máxima de
la URSS, Nikita Jrushchov (1894-1971), dándose inicio a un proceso de crítica
al dictador fallecido, eliminando el culto al líder que se había tejido en
torno a él, como gran triunfador de la Segunda Guerra Mundial ante el enemigo
nazi, y como arquitecto de la modernización de la Unión Soviética.
A partir de dicho proceso de desestalinización del bloque
soviético, el enorme monumento a Stalin, era una espina clavada en las
autoridades soviéticas de Checoslovaquia. Finalmente, en el año 1962,
utilizando mas de 800 kg de explosivos, el monumento fue dinamitado. Hoy, en la
inmensa plataforma que sostenía la obra de Otakar Švec, ha sido emplazada en
1991 por una obra menor llamada “El Metrónomo”.
A pesar del poco tiempo en que el Monumento imperó sobre la
ciudad de Praga, no quedará nunca en el olvido, una época en que la guerra era
para Europa, la única forma para imponerse sobre las diferencias y las
ideologías. Una era, en donde solo los más fuertes subsistieron a la memoria de
los pueblos, sea para bien o para mal.
Compilación: Patriarcal Ateneo San Marcos
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