EL FIN DE LA CULTURA
El sistema educativo en la vanguardia de la destrucción de la cultura de los pueblos
Hace años, el sistema internacional obliga a naciones como la República Argentina, a combatir desigualdades con ideologías que no solo que no las combate con efectividad, sino que acrecientan los problemas sociales, agudizado por una nefasta dirigencia política que ubica sus objetivos primarios, en la búsqueda de riqueza y permanencia en el poder, dejando relegado la búsqueda del bienestar sus habitantes.
Las leyes de ideología de género, de no discriminación,
leyes sobre la violencia de género (que rompen todo modelo de jurisprudencia),
reformas educativas con contenidos como la nueva ESI (Educación Sexual
Integral), la ley de aborto, las ideologías del feminismo, y un largo etcétera, son jugosamente financiados desde otros organismos internacionales como CONDICIÓN para recibir
cualquier préstamo, los cuales terminan en manos de especuladores internacionales y
cipayos nacionales. Todo este COCTEL TOTALITARIO esta invadiendo los
países de la región, y ninguna voz -o muy escasas- de nuestra dirigencia
política se levanta contra estas políticas que no dan respuesta a nada, y, por el contrario,
incrementan la crisis social que se vive.
Cuando uno hace un mal diseño de políticas públicas, el problema no termina por solucionarse, y por lo general, traerán aparejados nuevos. Eso esta aconteciendo en los países de la región sudamericana, y la Argentina es un modelo sublime de este desastre. La violencia familiar (no de genero) aumentó con la misma intensidad que la crisis económica, el desempleo, el auge del narcotráfico, la cultura de la droga que desembarco en la juventud, y los cambios culturales que se filtran a través de la cultura musical preponderante.
Todos dan vuelta el rostro ante la cultura comercial musical que invade estas tierras; una penetración “cultural” que justamente contradice todas las luchas legitimas que convierten a la mujer en un objeto de deseo, que la desmerece, y al hombre, en una persona adicta al sexo, al consumismo y materialismo radical.
Seres vacíos, instintivos, básicos. Un mundo de juventud
infrahumana.
Y la discriminación DE TODA INDOLE, crece:
Crece la discriminación por diversidad sexual, porque el problema es el proselitismo invasivo y totalitario, que genera reacciones adversas, que gesta una violencia antes no vista. La sociedad creció en materia de diversidad sexual naturalmente, y con ello fueron acompañando nuevos derechos, que la sociedad reconoció ANTES que la dirigencia política. Y, por el contrario, dicha dirigencia política, es autora de nuevos "derechos" artificiales que aceleran cambios no buscados por la sociedad.
Crece la discriminación por diversidad cultural y étnica. Porque el sistema educativo diversifica en lugar de unificar, contradiciendo el modelo tan aplaudido de integración cultural de fines del Siglo XIX y principios del Siglo XX. Hoy no existe MODELO de INTEGRACIÓN, sino de DISGREGACIÓN, no existiendo identidad alguna que nos una como argentinos, como latinoamericanos.
Crece la violencia familiar. La nula efectividad de las
políticas públicas que aplica la “ideología de género”, da vuelta el rostro a
la crisis social en la que vive inmersa la población. Falta de trabajo digno
para los jefes de familia. Jóvenes sintiendo dolorosamente que no tienen
futuro, con dificultades para estudiar. Por su parte, los políticos que
menosprecian a los docentes, asumiéndolos como un gasto más del Estado,
haciendo reformas educativas para "arriba" y no para abajo. En esta
crisis, los docentes en lugar de resistir, se convierten en “trabajadores de la
educación” perdiendo su VOCACIÓN DOCENTE, y su papel fundamental en la construcción
de una nación.
Y ante esto tan evidente, los ideólogos del totalitarismo de
género, nada dicen. La realidad está entre sus ojos, u oídos, pero han decidido
servir al DINERO, y no a un PUEBLO que sufre las consecuencias de décadas de
crisis económica que han destruido por dentro las familias.
Y, para concluir, la Iglesia esta fuera de todo modelo
actual. NO se la contempla. No se la tiene en cuenta. Se la crítica hasta el
hartazgo, habiendo razón en muchas críticas, pero al igual que el docente, que
el político, que la juventud, la Iglesia, es parte de a construcción de una
Nación, y no su enemiga.
Vladyka TEOFANO, Juan M Garayalde
Archieparquia de la República Argentina
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero.
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