CRISTO PRESENTE EN EL HOGAR
Tener un rincón en el hogar, un lugar de oración para la
familia, donde un altar o pequeño iconostasio marque el sitio de encuentro.
El hogar como Iglesia, nace de los primeros tiempos del
cristianismo, donde la ecclesia -asamblea- se reunía en secreto en casas de
familia o lugares apartados de los poblados. Ahí, solían recibir a los nuevos
cristianos, quienes eran sometidos a un examen antes de ser parte del grupo.
Eran los tiempos del catecumenado, de los Escuchantes (akusmáticos), de los
Prosternados (que oraban por los fieles -pistos) y de los Conocedores, que
estaban listos para recibir el Sacramento del Bautismo.
Con el tiempo, esos lugares santos tendrían iconos a los
cuales venerar, una puerta a un mundo que reflejaba las dos naturalezas de
Cristo, la Humana y la Divina.
No debe faltar en el hogar ortodoxo, ese rincón, ese lugar
donde la Cruz, los iconos y las velas, son puerta a la eternidad.
Compilación: Patriarcal Ateneo San Marcos
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