KARAI DE OCTUBRE
I – LA LEYENDA
El mes de octubre
en las tierras pobladas por el pueblo Guaraní, desde la Mesopotamia hasta el
Gran Paraguay, es el mes en que escasean
los alimentos, principalmente los frutales luego del largo invierno. De igual
manera escaseaba la mandioca, el maíz,
la batata, las cuales se comenzaba a sembrar a fines de septiembre,
principios de octubre.
Cuenta le
leyenda, que un duende maligno pasa a inspeccionar los hogares para ver si
estos han guardado durante el invierno, alimentos para sobrellevar el mes de
escasez, o si irresponsablemente han agotados todos los recursos.
Si acontece lo
segundo, el duende los castiga con miseria por el resto del año; y aquellos que
ayudarán a paliar la hambruna de esas familias, serán premiados con abundancia.
II – KARAI DE
OCTUBRE
Es por ese
motivo, que los guaraníes recibían ese mes de escases, con KARAKU YOPARÁ, una
comida similar al locro, con la intensión de complacer al visitante. Así, el
poroto, arroz y todo tipo de verduras y carne se utilizara para festejar el
trabajo de aquellos que guardaron con sabiduría la riqueza de sus cosechas y
trabajo. Asimismo, coronaban toda esa celebración tribal, danzando, dando las
gracias por la prosperidad al Dios Tupá.
III – LUEGO DE LA
LLEGADA DE ESPAÑA
Los misioneros
jesuitas en particular, conocieron esa costumbre del pueblo guaraní, y
entendieron que la celebración correspondía a un tipo de sabiduría bíblica, la
de aquel pueblo que se prepara para afrontar sequias y plagas (Génesis Cap. 41)
sin caer en los excesos de agotar los recursos, sin tener presente los cambios
del clima, las guerras y demás amenazas contra las familias.
Por ese motivo,
se puso el 01 de octubre como el día en que las familias realizarían un
banquete al aires libre, para demostrar al Karai de Octubre, que habían
cosechado suficientes alimentos para pasar los tiempos de escases.
IV – LOS CASTIGOS
DEL KARAI DE OCTUBRE
Las tradiciones
folclóricas que llegan al presente, nos indica cuales son los castigos en los
que incurre este visitante maléfico de octubre: si ve que las familias no han
guardado alimentos para el tiempo de escases, aparte de condenarlos por los
meses siguientes a seguir sin recursos, se dice que persigue a los responsables
del grupo familiar, para castigarlos con sus guacha y enloquecerlos con sus
fuertes silbidos. Estará en los meses subsiguientes acosando a la familia con
diversos tipos de molestias y travesuras, las cuales finalmente culminarán en
los inicios de los preparativos de la Santa Navidad.
Celebremos
entonces esta fiesta, y que las llamas de los fogones se alcen al cielo en
agradecimiento al Creador, por todos los bienes que nos ha obsequiado en la
Tierra.
Compilación:
Patriarcal Ateneo San Marcos
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