EL ECUMENISMO ANTES DEL “ECUMENISMO”, Y DE LA GUERRA
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se
han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las
cosas; pero él no es juzgado de nadie.”
(1 Cor. 2:14-15)
Conocí y aprendí de tales pastores espirituales. Tal fue el
encuentro con un apóstol de la Iglesia de nuestros días, el Reverendísimo
NIKOLAJ (Velimirovich) de Ochrid (posteriormente Zica).
En 1928 visité la pequeña ciudad antigua de, que se
encuentra entre montañas en el increíblemente azul, lago Ochrid. De manera
paternal, fui recibido por Vladyka Nikolaj en su casa archipastoral, grande
pero sencilla. Recuerdo que lo acompañé en un viaje más allá de la montaña a la
fiesta de un monasterio en un carruaje enganchado a un par de caballos.
Vi como toda la población del pueblo, la mitad de los cuales
eran musulmanes, lo saludaba por las calles. En esos años, Kemal Ataturk les
quitó el fez a los hombres en Turquía, pero los ciudadanos de Yugoslavia no
estaban conectados con tal orden del dictador turco y continuaron usando sus
fez de color rojo oscuro. Y cuando Vladyka Nikolaj pasó junto a ellos,
sonrieron ampliamente y lo saludaron tocándose la frente y el pecho con la
mano. Era un gesto musulmán pero la sonrisa era cristiana.
Aquí estaba el ecumenismo antes del “ecumenismo”. Toda
persona que creía en Dios manifestaba la humanidad inherente a sí misma, el
signo de la cercanía de Dios. Y lo que me había dicho Vladyka Nikolaj quedó
claro: los musulmanes (los serbios que se convirtieron en turcos hace mucho
tiempo) también peregrinan a la tumba de SAN NAUM (830-910), que se encuentra
en un monasterio ortodoxo en el lago cerca de la frontera con Albania. Allí
oran por sus necesidades simples y se dan instancias de sanación. Tal
convivencia religiosa de musulmanes y cristianos era algo nuevo para mí y luego
nunca la vi en ningún país cristiano o musulmán.
Archieparca JHON, Shahovskoy (1902-1979)
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