jueves, 19 de marzo de 2020

CORONAVIRUS



ORACIÓN POR EL CORONAVIRUS

Metropolitano Joel de Edessa
Patriarcado de Constantinopla




"Señor Jesucristo nuestro Dios, el médico principal de nuestras almas y cuerpos, quien se hizo hombre para que nosotros curemos la gran herida de la humanidad; Quien no rechazó a los diez leprosos que padecían una enfermedad incurable, sino que los purificó por Tu gracia salvífica; Quien, siendo Dios-hombre, pasó Tus días en esta tierra sirviendo y sanando a todos los enfermos y sufrientes; Quién sirvió y restauro la salud de los paralíticos, los ciegos, los que habían cometido pecados graves, los endemoniados y los que sufrieron tanto en la carne como en la mente, ahora acepta amablemente nuestra súplica y por Tu poder expulsar este virus mortal que tiene la forma de una corona, lo que ha traído miedo e incluso la muerte a quienes están enfermos y sufren injustamente.

Y si, debido a nuestros muchos pecados, has permitido que esto este cumpliéndose, te suplicamos que seas misericordioso, para que puedas alejar esto de nosotros y del mundo entero.

Si has permitido que esto se presente como una prueba de fe, pon fin a los problemas de los enfermos debido a esta epidemia.

Si esto se ha extendido debido a la maldad del adversario o la indiferencia de las personas frívolas, extingue con tu fuerza, Dios todopoderoso.

Protege a los jóvenes, vigila a los que se han enfermado y sana a los ancianos que han sido infectados por este virus maldito. Además, purifícanos a todos del malestar del corazón, y en lugar de esto, concédenos salud, comodidad y progreso, a través de las intercesiones de Nuestra Santa Theotokos y de todos tus santos. 

Amén."





PANDEMIA - El miedo que paraliza

¿QUE HACER?


Lo que coinciden todos los ministerios de salud, opinólogos y especialistas: Debemos ser cuidados con nuestra higiene personal, protegernos y proteger al resto. Tener RESPONSABILIDAD.

Como fieles de la Santa Iglesia: volquemos nuestras oraciones a la Santisima Theotokos para que nos protega de todo mal.

En tiempos de libertad, en tiempos de persecución, en tiempos de pestes y tinieblas, la IGLESIA estará siempre abierta para recibirlos.

La Santa Eucaristía no es y no podría ser jamás causa de enfermedad o muerte, sino fuente de una nueva vida en Cristo, de perdón de los pecados y de salud para el alma y el cuerpo

No esperen nada de los gobiernos, principalmente de aquellos que vanidosamente se miran al espejo a través de las encuestas de popularidad, que nada planifican o previenen, que se rigen sin ética y principios. Una "peste" que también mata con su desidia.

Ojala que en estos tiempos de duras pruebas, nuestros políticos asuman que son intermediarios entre la sociedad y Dios, como lo fue desde siempre, y reaccionen y den todo de ellos para asistir a su pueblo.

Tengamos FE en Dios, Uno y Trino en estos momentos y seamos responsables con nuestras vidas y principalmente con la de los demás.

Y este Domingo del Señor: "RECIBE EL CUERPO DE CRISTO, PRUEBA LA FUENTE DE LA INMORTALIDAD"

Xristos Anesti!
+TEOFANO, Juan M. Garayalde.
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero

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