LA ORACIÓN Y EL ESTORNINO
Un amante de Dios tenía un estornino entrenado para hablar,
quién, escuchando constantemente la oración pronunciada por su dueño:
“Señor, Jesucristo, Hijo de Dios, ten
piedad de mí, pecador”, él mismo aprendió a repetirla.
Una vez en el verano salió volando por la ventana abierta a
la calle, y luego un halcón voló hacia él, pero el estornino, por costumbre,
pronuncio la Oración de Jesús asustado, e inmediatamente el halcón rebotó en
él. Entonces, incluyo una oración dicha por un ser irracional sirve para salvarnos
de una amenaza”
Vida de San Ambrosio de Optina (1812-1891)
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