EL SENTIDO SAGRADO DEL HOMBRE
La vida del hombre esta constantemente al borde del abismo.
¿Qué impide está constantemente al borde del abismo? ¿Qué impide que el vacío
lo absorba? ¿Cómo se sostiene por encima de la anarquía y el caos? Siempre fue
un dios quien ha salvado al hombre de la ruina. La religión conforma, ante
todo, la creencia en que la vida tiene un sentido. Sin la asistencia divina,
abandonado a sus propias fuerzas, el hombre pierde la confianza en sí mismo, en
su capacidad de mandar y obedecer, componer poesía, librar guerras, formar familias.
En la base de todo gobierno sano, de toda obra de arte sublime, de toda ciencia
floreciente, uno encontrará siempre el rostro de la divinidad. En última
instancia, la fe constituye el pilar de todo lo que es grande en este mundo.
Suprimida la religión, el hombre es una bestia más. La fe es al hombre lo que
el instinto a la bestia. El hombre es un animal religioso. Un hombre sin dioses
equivale a un león que ya no quiere cazar o a una ballena que se niega a nadar.
Es algo insostenible, un contrasentido absoluto. ¿En qué cree la humanidad
actual? ¿Para qué vive? ¿Cuál es su fin? Son todos interrogantes sin respuesta.
El hombre de hoy se mantiene sobre la tierra pura y exclusivamente por inercia.
Felipe Blaquier – Elogio de la Sangre, Un ensayo sobre los
valores aristocráticos. Ed. Autores de Argentina, Buenos Aires, 1018.
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