VOLVER AL CAMINO
“No os ha sobrevenido
ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser
tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la
tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13)
Algunas personas se acercan a la Iglesia cuando muchos inviernos han pasado
por sus vidas, y en algunos, las canas abundan, recuerdos de heladas matutinas,
tiempos duros que tocó vivir.
Suelen presentarse con el corazón abierto, o con lo que resta de él. Una persona
perseverante en tomar los caminos equivocados, que provocan dolor en uno mismo
y en aquellos que han tocado su vida. A veces lleva tiempo en ver que el
circulo de afectos que lo rodea, ya no tiene confianza en él. Se pierde la fe en
que esa persona puede cambiar. Lo mas duro, es cuando uno pierde la fe en si
mismo.
Así, en estos tiempos donde los valores ensalzados por la cultura, van
contra la sabiduría de los cielos, contra el camino que nuestro creador forjó
para cada alma de esta tierra, muchos acuden a la Iglesia luego de largos y
duros inviernos de la Fe.
“He hecho mal a mis hijos”, “toda mi vida viví equivocado”, “la bebida era
todo lo que tenía”, “mi familia no quiere verme”, “los abandoné”, y muchas
frases que salen de un corazón desgarrado cuando todo ya parece perdido.
Para estas personas que solo ven dolor en el pasado, y enemistad consigo
mismo, la Iglesia nos enseña que acercarse a Dios, nos convertirá en buenas
personas, que toman decisiones correctas. Lo que importará a partir de ese momento
de CONVERSIÓN es el PRESENTE.
Se produce un NUEVO COMIENZO, alimentado por el HOMBRE NUEVO, aquel que
tiene a su lado gente que lo ayudará a cambiar, y no a regresar a ese ambiente
que lo llevo a tomar malas decisiones.
Esta es la etapa en PENSAR EN LA GENTE A LA CUAL UNO QUIERE CUIDAR Y AMAR
INCONDICIONALMENTE. Por ejemplo, si se hizo mal las cosas con los hijos, estarán
los nietos para cambiar el pasado. Sus nietos, no lo conocen de sus tiempos de
extravío, por lo tanto, no lo prejuzgarán. Ellos si podrán conocer esta nueva
etapa, del Hombre reconciliado consigo mismo, amante de Cristo y de su CAMINO. Si hizo mal las cosas con su pareja, es tiempo
de aprender a AMARLA, y sanar los errores; y si ella ya no está mas en su
camino, habrá otra a la cual volcar ese cambio interior. Siempre habrá un “otro”
al cual mostrar y demostrar el HOMBRE NUEVO.
Las acciones que haremos sobre los que nos rodean, es lo que nos convertirá
en la persona que anhelamos SER. El amor hacia uno, es lo que sanará el haber
perdido confianza en si mismo.
S.E. Vladyka TEOFANO, Juan M. Garayalde
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero
Circulo de Terapias Espirituales – CiTE
Qué cierto que es ese camino. No siempre volvemos por el arrepentimiento. A veces volvemos porque aún con buenas intenciones no acertamos el camino. Por error u omisión es cuando recurrimos a Dios. Gracias Padre. Excelente texto.
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