LA MODERNIDAD Y EL OCULTAMIENTO DE LA ESCALERA AL CIELO
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Carl Marx
PARTE III
a. Desacralización de la Política
Durante mucho tiempo, la POLÍTICA tuvo infinidad de
definiciones, las mismas involucionaron como la sociedad. En lugar de enunciar
su profundo significado, se limitaron a definirla según sus excesos y
desviaciones, principalmente cuando esta se apartó de la unidad primordial con
lo religioso, y que no en muchas ocasiones, fue desde el ámbito religioso que
se decidió apartarse de la política; y desde otro sitio, de supuesta altura
moral e intelectual, denunciarla.
Cuando mas nos acercamos al concepto originario de POLIS,
más cercanos estamos a su correcta definición, o sea, palabras más, palabras
menos, la política engloba toda la vida de la sociedad, y aquellos que tienen
la potestad de dirigirla, deben re-dirigirla hacia un CAMINO ESPIRITUAL -no
sólo material- que los lleva a cumplir sus metas en esta vida, para alcanzar
aquella que está mas allá del mundo sensible.
El sistema político, incluye lo religioso, o sea, en el caso
del cristianismo, es la IGLESIA, teándrica, sacramental y mística, pero también
peregrinante, de carne y hueso. El aparato material que sirve a esa misión es
el ESTADO, quién es el responsable de elevar a los ciudadanos de esa POLIS, de
esa ciudad cristiana, a su realización material y espiritual. En la cúspide, el
EMPERADOR, el que tiende un puente entre Dios y su pueblo (el “ponfitex”),
junto al Patriarca, quién a de realizar los ritos para que esa misión divina se
cumpla en la tierra.
Esa unidad, entre Emperador y Patriarca, se termina por
romper en la Edad Media, principalmente con la herejía güelfa del papado
romano. El obispo de Roma, ya separado del mundo ortodoxo, decide convertirse
en el pontífice, y ser la única guía espiritual en el mundo, y la política,
pasa a ser una acción degradada, corrupta, llevada a cabo por los gobernantes.
Fue el inicio de la DESACRALIZACIÓN DE LA POLÍTICA, y un paso fallido y
terrible para toda la humanidad, generado en el seno del cristianismo, que
hasta el presente estamos padeciendo sus terribles consecuencias.
No será hasta vislumbrar la reforma protestante, la
subversión de la masonería a partir del siglo XVII, la independencia de los
Estados Unidos y finalmente la Revolución Francesa, que termina de configurarse
una visión de la política apartada de lo religioso, que será considerado como
nocivo, y contrario al “siglo de las luces”.
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b. El surgimiento del ateísmo totalitario ateo
Cuadro donde figuran los principales responsables de la Revolución Soviética de 1917: Lenin, Trotsky y Stalin
Dentro de este proceso de ocultamiento de la Escalera al
Cielo, el filosofo alemán, Karl Marx (1818-1883) cumple un papel esencial en la
filosofía, ciencia política y por sobre todo, la sociología, herencia de
Augusto Compte.
Marx siguiendo la critica de Feuerbach a la filosofía de
Hegel, elimina a “Dios” del sistema hegeliano, y utilizando su método
dialéctico, sintetiza la historia humana como una lucha de clases, motivados
por el interés económico, dando así vida al MATERIALISMO HISTÓRICO.
Con su obra principal, “El Capital”, Marx pretendió
convertir su ideología/utopía moderna, en una CIENCIA, y de alguna manera lo
logró, puesto que, como otros fenómenos como el darwinismo social, fue la
IDEOLOGÍA la que triunfo impregnando los saberes de su tiempo y, hasta el
presente, siguen marcando un norte en las altas casas de estudio.
Al igual que el liberalismo, lo que mueve al hombre es el
EGOÍSMO y será para Marx lo económico, lo que determinará las decisiones
políticas, y no al revés. Con ello, elimina que existan ciertos principios
superiores alejados de lo material, que determinen el pensamiento de lo
político. Hasta el presente, esto sigue vivo en la toma de decisiones de los
gobiernos, que, acceden a puestos electivos por medio del financiamiento de
lobby´s económicos que luego presionan para exigir políticas favorables a sus intereses.
Hoy, para la política, esto es lo NORMAL:
EL QUE TIENE PODER ECONÓMICO, PUEDE COMPRAR LOS DIRIGENTES
POLÍTICOS PARA QUE, UTILIZANDO LAS ESTRUCTURAS LEGISLATIVAS, JUDICIALES Y
EJECUTIVAS, VELEN POR SUS INTERESES.
Sin embargo, Carl Marx más allá del materialismo que ayuda a
consolidar de sus hermanos mayores, el liberalismo político y económico, tenía
un objetivo mas radical: la destrucción de la sociedad tal como se presentaba
en tiempos de una ya consolidada revolución industrial.
Su obra “El Manifiesto Comunista” (1848) será su plan de
acción. Hijos de este plan fueron un conjunto de genocidas y criminales de poca
mota que generó el comunismo y que actuaron en todo el siglo XX: Vladimir
Lenin, Leon Trotksy, Josif Stalin, Mao Tse Tung, Ho Chi Minh, Pol Pot, y en
nuestra Latinoamérica, Fidel Castro, Ernesto “Che” Guevara, Abimael Guzman,
Mario R. Santucho, Mario Firmenich, Enrique Gorriarán Merlo, Camilo Torres
Restrepo, Manuel Marulanda Vélez –“Tirofijo”- y tantos otros criminales que en
todo el mundo sembraron su ideología atea del terror.
Sin embargo, a pesar de su fracaso político ("Caída del Muro de Berlin" en 1989 y Desmoronamiento de la URSS en 1991) en este siglo XXI, el comunismo sigue
existiendo como dictadura totalitaria, decidiendo sobre la vida y muerte de las personas en países como
China y Corea del Norte.
El fracaso de la revolución mundial comunista, llevo a que
intelectuales marxistas decidieran iniciar otro tipo de conflicto en los países
más aburguesados como los Estados Unidos y en naciones europeas. Aquellos,
llevaron la dialéctica del conflicto a lo cultural: el feminismo, la guerra de
los sexos, movimientos de liberación LGTB, ideología de género, aborto, etc.
Todo esto generado por intelectuales neo-marxistas provenientes, por ejemplo, de la Escuela de Frankfurt
(Adorno, Horkheimer, Benjamin y Habermas) y de militantes de la causa comunista
(Sartre, Foucault, Simone de Beauvoir, Kate Millett, Judith Butler, etc.). La
movilización estudiantil en Francia de 1968, conocido mundialmente como el
“Mayo francés” fue el “big bang” del inicio frontal de la guerra cultural
contra el occidente cristiano.
Destacamos qué, en todo este proceso de subversión cultural,
el ateísmo era lo dominante, el ataque a la cultura cristiana de occidente el
objetivo, y la abundancia de intelectuales judíos en dichos movimientos subversivos
algo que no puede escapar de un análisis serio.
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c. La Utopía en camino: el fin de la religión
El objetivo de Carl Marx era mostrar la religión como una
“alteración económica”. La misma, ayuda a sostener un status quo en el proceso
de explotación del aristócrata al campesino, del burgués al proletariado.
La religión era el “opio del pueblo”, y se debía, por lo
tanto, previo a toda critica del sistema político, eliminarla. Sin embargo,
cuando fue necesario usarla, no duraron en manipular la religión a los fines
deseados. A modo de ejemplo: cuando la Alemania de Hitler invadió la URSS en
1941, y los ejércitos soviéticos se desmoronaban, y frente a esa situación
catastrófica, el premier soviético Josif Stalin, permitió a obispos
colaboracionistas con el estado totalitario ateo, dieran por radio discursos
para alentar al pueblo ruso a defender su suelo, y los sacerdotes pudieron
acercarse a las tropas para levantar la moral. Stalin luego premio al obispo
SERGIO (Ivan Nikolayevich Stragorodsky), elevándolo en 1943, como Patriarca de
la URSS. En América, de la mano de la iglesia romana, nacerá la “teología de la
liberación” que tendrá fuerte influencia en los movimientos guerrilleros,
llegando a encontrarse sacerdotes alentando las guerrillas y hasta tomando las
armas para luchar.
Para Marx, la desgracia que vivían los trabajadores bajo el
sistema de explotación capitalista, atraía la religión que ayudaba a mantener
el sistema de dominación imperante. Con la revolución comunista, debían
borrarse las clases sociales, y con ese hecho, la religión también
desaparecería.
En la imagen, la autoridad política máxima de la URSS, Leonidas Breznev (1906-1982), confraternizando junto al Patriarca Pimen I (1910-1990).
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