miércoles, 26 de septiembre de 2012

Silo de Sora - Empezar a vivir junto a Dios

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EMPEZAR A VIVIR JUNTO A DIOS


 Primavera 2012, el inicio de un tiempo de regeneración


El siguiente trabajo de Silo de Sora, “Memoria de Dios” (Siglo XV), del cual extraemos un pequeño fragmento, constituye una obra rica en contenidos para guiarnos en la oración en todo momento de nuestros largos días que solemos desperdiciar.

Cada amanecer, es un día más en la tierra que hemos de bendecir, a todos sus habitantes y a todas las cosas sin excepción. Hemos de agradecer por el milagro de la vida, y ello se hace con la oración incesante y con las obras que dedicamos día a día para hacer este lugar un sitio mejor para nuestros seres queridos.

El articulo estará acompañado por las actividades que hacemos en CRISTOPOLIS, en la tierra y con los animales que Dios nos legó para trabajar y para orar, transitando  el difícil camino a la theosis.

Xristos Anesti!

Mons. Teofano, Juan Manuel Garayalde
Eparca Coadjutor de Buenos Aires para la República Argentina
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero

 
 La belleza de la Naturaleza no tiene como propósito simplemente verla. A la Naturaleza hay que CONTEMPLARLA. Ella es un símbolo de la Sabiduría del Creador y es a través de ella, que podemos comprender el amor que siente por nosotros



La actividad cotidiana en nuestra forma de vivir
Silo de Sora (Nil Sorskij)

La verdadera obra de nuestra vida consiste en permanecer siempre con Dios y en Dios en todo, en cualquier acto del alma y del cuerpo, en la  obra de Dios, en las palabras, en las acciones y en los pensamientos. El beato Filoteo dice: «Así como cuando vivíamos antes en el mundo estábamos sometidos con nuestro espíritu y nuestros sentimientos al engaño del pecado, así ahora que hemos empezado a vivir de acuerdo con Dios, conviene que trabajemos con todo nuestro espíritu y nuestros sentimientos para el Dios vivo y verdadero; conformándonos con su voluntad, cumpliendo sus santos mandamientos y alejándonos de toda acción que no sea del agrado de Dios, de acuerdo con la palabra divina: «Estoy abierto a tus mandamientos y odio el camino que conduce a la mentira” (Sal 118, 128).

Sal del sueño, tenemos que alabar a Dios con nuestros labios, confesarlo y después poner manos a la obra, o sea, dedicamos a la oración, a los salmos, a la lectura, al trabajo manual y, si es necesario, a cualquier ocupación en los momentos libres. Hay que mantener el espíritu en la fe y en la esperanza de Dios, hacer todo para agradarle no por orgullo ni para agradar a los hombres, sino sabiendo que el Señor está siempre con nosotros, en todas partes y lo llena todo. Todo lo oye Aquel que nos ha dado los oídos y todo lo ve Aquel que ha creado la vista. 


   
Los invernaderos listos para preparar  los almácigos.


Los almácigos listos para pasar a los tablones 


Los tablones repletos en primavera 


A cosechar! Un zucchini gigante


Si hablas con alguien, que tu conversación sea del agrado de Dios. Guárdate de la murmuración, de los juicios, de las palabras vanas y de las discusiones curiosas. En cuanto al alimento y a la bebida, que todo sea recibido en el temor de Dios (1 Cor 10, 31).

El sueño terreno es la imagen del eterno, del sueño de la muerte; la postura que tengamos cuando estemos acostados en nuestra cama, debe recordamos nuestra postura en la tumba. Tengamos a Dios siempre delante de los ojos siguiendo el ejemplo de David que dice: «Tengo siempre presente al Señor; con él a mi derecha no tropiezo» (Sal 15,8). El que se comporte así, permanecerá siempre en oración.

Quien goce de buena salud, que someta su cuerpo a la fatiga con ayunos, vigilias y ocupaciones que requieran sacrificio y trabajo, como trabajos manuales pesados, para someter el cuerpo al alma y para verse libre de las pasiones por la gracia de Dios.

Que ninguno, sano o enfermo, sea negligente en la oración. Cualquiera puede trabajar interiormente, tener la mente ocupada en Dios e inmersa en su imagen, perseverar con firmeza en el amor de Dios, sin excluir a los que están postrados en el lecho por una grave enfermedad. 

El Secador Solar, que permite a las familias tener especias como orégano, albahaca, menta, melisa, y flores para hacer cremas 


La Primavera es el mejor tiempo para recibir a los nuevos gazapos


El Archidiácono Baasil recorriendo junto a Mons. Teofano el predio del Centro Agroecológico (Comunidad Ortodoxa San Pacomio)

Amemos a nuestro prójimo, según el mandamiento que Dios nos dio. Si está cerca de nosotros, demostrémoselo con palabras y con hechos. Si está lejos, dilatemos nuestro amor hasta alcanzarle, alejando de nuestro corazón cualquier resentimiento, sometiendo nuestra alma y doblegándola ante él, nutriéndonos del deseo de servirle. Si el Señor nos ve con esta disposición, perdonará nuestros pecados, acogerá nuestras súplicas como una ofrenda de suave olor y derramará sobre nosotros su misericordia.

Con la ayuda de la gracia divina, hasta ahora hemos dicho algo sobre la actividad espiritual.

Hemos demostrado en qué consisten los asaltos del enemigo, qué tipo de lucha hay que sostener y cuál es el mejor método para mantener el corazón en la oración lejos de cualquier pensamiento  extraño.

Después de haber demostrado la fuerza y la práctica de esto, hemos presentado relatos que narran las gracias de los que siguieron este camino.

También nos hemos referido a cómo pueden adquirir fuerza los que se fatigan en esta empresa tan elevada, qué vida deben llevar y cómo tienen que conducirse los que se afanan por alcanzar la victoria del silencio del espíritu y de la oración verdadera.

Ahora hablaremos, con la ayuda de Dios, de los medios que hay que utilizar en otras luchas.-.

Promotores sociales brindando cursos en el Centro Agroecológico 


Un mediodía aprovechando el sol primavera para hacer un asado 
Los fieles amigos, esperando


XRISTOS ANESTI!