jueves, 29 de diciembre de 2011

Monjes Guerreros - "Pai Pajarito" de Velmiro Ayala Gauna

MONJES GUERREROS
PAI PAJARITO - Velmiro Ayala Gauna


En muchas tradiciones religiosas, nos enseñan que la violencia no otorga ningún bien, que ella es generadora de mas violencia. Pero, existen personas que saben utilizarla solo cuando es necesario y en su justa medida, como aquellos maestros de las artes marciales de oriente que no es hasta el último momento y a veces hasta utilizando el empuje de su oponente, que ejercen una autodefensa. Asimismo, existen antiguas disciplinas espirituales para no solo el manejo de las armas, sino hasta en su construcción.

Este cuento, esta dedicado a todos aquellos que sabiendo como defenderse, esperan hasta el último minuto para disuadir a su oponente, y solo actua para hacer el bien.

Para los monjes guerreros...

Xristos Se Rodi!
+Teofano, Lic. Juan Manuel Garayalde



PAI PAJARITO

Por Velmiro Ayala Gauna

El Glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo del Gral. San Martín




Casi nadie en Loreto lo conocía de otra manera que por "Paí Pajarito".

Algunos de los más viejos del pueblo aseguraban que su apellido era Ortiz y que su nombre debía ser algo así como Francisco o Federico. Cuando, llenos de respetuosa humildad, los curiosos interrogaban:

- ¿Cómo se llama, Padre?

- "Paí Pajarito".

- Pero - solían insistir - ése no es un nombre, Padre...

- ¿Y por qué no ha de serlo, hijo? Si con él me conozco y me estiman, eso me basta. ¡Un pajarito del Señor! ¡Alabada sea su gloria! y nada más.

Luego tomaba las cuentas del rosario entre sus toscos dedos y, dando comienzo a sus rezos, se iba por los caminos procurando empequeñecer su alta silueta: gacha la cabeza, hundidos los hombros, arrastrando los pies por la tierra del camino. De los ranchos de barro y paja escapaban chiquillos desgreñados y mugrientos a arrodillarse a su frente.

- ¡La bendición, "Paí Pajarito"!...

La ancha mano del cura trazaba en el aire el signo de la cruz y sus labios derramaban las sacramentales palabras.

- ¡Dios te haga un santo m'hijo!...

A veces, escapando de su guarida en los esteros del Iberá, era un paisano rotoso, de lacios cabellos grasientos, mirada arisca y gran cuchillo cruzado en la cintura quien se detenía a su paso, con el aludo sombrero entre las manos, para pedir respetuosamente:

- ¡La bendición, "Paí Pajarito"!...

Tal como lo hiciera con el niño, el religioso alzaba su mano en el gesto del ritual sobre el hosco "lagunero" y repetía:

- ¡Dios te haga un santo m'hijo!...

Y, al alejarse de su lado, el sacerdote pensaba:

- Seguro que éste no debe tener la conciencia muy tranquila. Alguna res carneada en lo oscuro o quizá alguna "desgracia". Por las dudas, recemos por el alma del difunto...


Bondadoso y de pocas letras "Paí Pajarito" gobernaba espiritualmente su grey con métodos de cristiana simplicidad. Hacía el bien y procuraba evitar el mal. Más que el castigo le gustaba perdonar, pero, si era necesario sabía ser duro e inflexible como el que más. Mascullaba unos pocos latines y sus sermones estaban llenos de coloridas imágenes que llegaban directamente al entendimiento de sus feligreses. No se andaba con chiquitas con las interjecciones y las decía con todas sus letras. Cuando era preciso acudía al cantarino idioma guaraní para aclarar los puntos más difíciles.

"Paí Pajarito" había sido uno de los trescientos jóvenes misioneros que el muy correntino don José de San Martín, oriundo de la reducción jesuítica de Yapeyú, había pedido para formar el grueso de sus Granaderos a Caballo. Y con su comprovinciano había estado en San Lorenzo, Chacabuco y Maipú. Con él subió hasta el Perú, por el Pacífico, peleando y luchando por la causa de la libertad. A fuerza de coraje consiguió los galones de capitán y el respeto de sus jefes.

Después los rumores eran confusos. Unos decían que, herido, había estado internado en un convento de Lima donde un monje muy piadoso lo había convencido para que tomara los hábitos, otros que lo hizo complaciendo un pedido de su madre, y no faltaban los que hablaban de una mujer...




* * *

En su pobre habitación, "Paí Pajarito" pasaba revista a su modesto vestuario. Con dolidos ojos contemplaba el verdoso pantalón con el profundo desgarrón que acababa de hacerse en la gastada tela al intentar ponérselo.

- Lo voy a llevar a doña Jacinta para que lo zurza - pensó -. Entretanto, sin embargo, debo ponerme algo...

Buscó y rebuscó con la mirada por la desnuda pieza y, finalmente, se dirigió a un antiguo arcón. Levantó la tapa y de allí extrajo sus viejos pantalones de granadero junto con un par de polvorientas botas y se vistió con dichas prendas.

Por un momento recobró su militar aplomo. Cerró los ojos y un mundo de recuerdos pasó por su memoria. Su figura se agrandó al alzarse de hombros y dilatarse el amplio pecho.

Súbitamente, sin embargo, pareció despertar y tendiendo la mano a la raída sotana cubrió con ella su atavío guerrero. Buscó el breviario y yendo lentamente de arriba abajo por la estancia, dijo con pausa sus oraciones matinales. Concluidas ellas salió al patio de la iglesia a pasearse debajo de los naranjos que él mismo había plantado y cuidado. Y allí lo encontró, minutos más tarde, doña Porfiria Gómez, la viuda de don Anacleto Gómez que hacía seis meses había muerto de resultas de una picadura de una yarará.

- ¡Buenos días, Padre!

- ¡Buenos días, hija! ¿Qué te trae por estos lugares tan de mañanita?

- Es por mi hijo, sabe... el Pantaleón...

"Paí Pajarito" fue en busca de unas sillas de paja e invitó:

- Sentate y hablá...

La vieja, lentamente, empezó a narrar su cuita.

- Después que murió mi viejo al capataz le dio por invitar a mi hijo para salir de diversiones. Primero eran unas pocas veces a la semana, pero, ahora, son todos los días. Varias noches no ha vuelto a dormir a casa... Poco a poco me está vendiendo las vaquitas. Y todo por culpa del capataz.

Hizo una pausa para secar unas lágrimas y continuó:

- Ahora están en el boliche de don Lerma... Mi hermano Andrés se comidió para ir a hablar con él pero "el Mellado" lo insultó groseramente y hasta lo amenazó con el facón...

- ¡Y tan bueno que era Panta!...

- Y es bueno, Padre, es ese hombre quien lo tiene así... Si Ud. se animara y lo fuera a hablar... El a Ud. lo respeta mucho...

- Bien, mujer, iré...

- Pero tenga cuidado con el capataz que es malo. Dicen que debe dos muertes en el Brasil...

- No te aflijas, hija, Dios cuidará de mí.

Don Ayala Gauna dando una conferencia


* * *

El boliche de don Lerma estaba cerca de los esteros del Iberá. A él llegaban de noche los hirsutos "laguneros" con su carga de cueros de carpincho, de nutrias o de vacunos cuatrereados en las estancia vecinas y de allí llevaban a sus misteriosos escondites su provisión de yerba, tabaco, caña paraguaya y balas de máuser. Siempre había gente y bullicio en el boliche y esa mañana la fiesta, comenzada la noche anterior, seguía con toda animación. Un acordeonista ciego, un guitarrero viejo y un arpista paraguayo tocaban incansables interrumpiéndose sólo para beber. Unas pobres mujeres y unos paisanos sin ocupación bailaban y bebían a costa de Pantaleón Gómez, que, semiembriagado, decía de tiempo en tiempo:

- Sirva otra vuelta, don Lerma, que yo pago...

A su lado, Cristino Vallejos, "el Mellado", lo palmoteaba animándolo.

- Así me gusta Pantaleón... Ahora sí que sos un hombre...

De pronto callaron las risas y la música se detuvo después de unos solitarios compases del ciego que, extrañado, preguntaba:

- ¿Qué pasa?... ¿Qué pasa?

Pero nadie se molestó en contestarle observando la oscura silueta de "Paí Pajarito" recortada en el marco luminoso de la puerta.

- Pantaleón... - llamó el cura.

El muchacho se levantaba ya cuando "el Mellado" lo tomó de un brazo y ordenó:

- Ud. se me queda acá.

Al oírlo el religioso se internó en el recinto y se acercó a la mesa donde se encontraba el joven.

Ignorando al hombre se dirigió al hijo de doña Porfiria.

- Vamos, hijo, tengo que hablar contigo.

"El Mellado" dijo entonces secamente:

- Aquí está y aquí se queda.

Humildemente "Paí Pajarito" rogó:

- Déjelo ir, la madre está afligida...

- ¡Y a Ud. qué le importa! - dijo el otro, agregando: - ¡Pollerudo entrometido!

Uno de los circunstantes al oír el insulto se atrevió:

- Pero, don Cristino, respete al Padre...

- ¡Qué Padre ni ocho cuartos!... ¡Y vos también cerrá el pico o te achuro...!

Calló el comedido, atemorizado, y el bravucón ensoberbecido, ordenó:

- ¡Y ahora siga la fiesta!... Y Ud. fraile baile y chupe o salga de aquí adonde naide lo ha llamado...

Pálido, muy pálido, "Paí Pajarito" se dio vuelta y se dirigió mansamente hacia la salida. Antes de llegar a ella aún le alcanzaron las mofas del insolente:

- ¡Dice que jué granadero`e San Martín!... ¡Qué va a ser!... Si ni es hombre ese marica...

Salió del boliche "Paí Pajarito" pero todavía adentro reinaba el silencio ya que la afrenta al buen cura había espantado a los presentes.

- ¡Siga la fiesta, he dicho! - repitió "el Mellado" cuando la claridad matinal que penetraba por la puerta tornó a oscurecerse.

Y "Paí Pajarito", pantalón y botas de granadero, el recio torso apenas cubierto por una camiseta y la sotana arrollada sobre el brazo a manera de poncho, volvió a entrar. Se dirigió hacia el mostrador y, tomando el largo cuchillo que don Lerma utilizaba para sus menesteres, ordenó:

- Pantaleón Gómez, váyase de aquí y Ud. si es hombre, impídalo...

"El Mellado" sacó su puñal y se cruzó delante del adolescente.

- ¡Hombre y bien hombre soy!

Rápido como la luz el granadero de San Martín estiró el brazo y pegó un un planazo sobre el rostro del otro. Enfurecido "el Mellado" contestó con una feroz puñalada que se perdió en el vacío mientras que con una agilidad insospechada su contendor le aplicaba recios golpes sin herirlo.

Así el duelo prosiguió por un momento entre el asombro de los espectadores. "El Mellado" tiraba a matar pero su adversario lo esquivaba y lo atontaba dándole con el plano del cuchillo como si jugara con él.

Hasta que al fin, cuando ya el sudor bañaba su frente, dio un hachazo recio y certero y la mano del matón quedó colgando, casi separada del brazo, por un tajo feroz que seccionó músculos y tendones.

- ¡Matame cura maldito y no me dejés inútil...! - rugió el herido desangrándose. "Paí Pajarito" irguió por un momento su fuerte figura, resplandecieron sus negros ojos y por espacio de un breve minuto, pareció dispuesto a "despenar", pero, dejando el cuchillo sobre una silla, bajó la cabeza y hundió sus hombros recobrando su modesta apostura.

- La vida, hijo... le contestó - es de Dios y sólo Él puede quitarla.

Y mientras las mujeres ponían en la herida telas de araña para restañar la sangre, se colocó sus hábitos, recogió del suelo el breviario que había caído del bolsillo y, llamando al asustado muchacho, le dijo:

- Vamos, Pantaleón...

Salieron juntos a la brillante luz de la mañana y ya fuera el cura le indicó con voz suave:

- Hijo, andá a consolar a tu madre que te espera en la Iglesia...

- Sí, Padre, y perdóneme mis faltas...

- Dios y no yo ha de perdonarte. Y ahora vete que estará intranquila.

Partió Pantaleón presuroso y detrás de él siguió "Paí Pajarito" con su lento paso arrastrándose por el polvo del camino, más gacha que nunca la cabeza, más hundidos los hombros y más ferviente en sus labios la oración:

- "Padre nuestro que estás en los cielos..."

Y como siempre salían a su paso los chiquillos:

- ¡La bendición, "Paí Pajarito"!

- ¡Dios te haga un santo m'hijo!


* * *

Aún se ven en Loreto los naranjos de "Paí Pajarito".

Alla lejos y hace tiempo ..



Velmiro Ayala Gauna
1905-1967

viernes, 23 de diciembre de 2011

NAVIDAD 2011

Navidad

Icono de la Navidad de Nuestro Señor Jesucristo


La Navidad, el Nacimiento de Nuestro Señor JesuCristo fue el mayor acto misericordioso que el Creador ha tenido con su rebelde criatura: el Hombre.

Cristo es la renovación de la Alianza, del pacto de Amor de Dios con el Hombre. Pero con su llegada, hay un nuevo comienzo, una esperanza en un mundo que por entonces agotaba sus fuerzas espirituales. Su llegada, nos une otra vez a nuestro Origen, y debemos remontarlo siguiendo el camino trazado por el Nuevo Testamento.

El camino no es simple. Exige Amor, mucho.

Cada Navidad es el recuerdo de ese acto de Misericordia. Dejemos que este año, una lágrima corra por nuestras mejillas para recordar lo mucho que Cristo nos ama, puesto que vino a este mundo a rescatarnos de nosotros mismos.

A todo nuestro Clero de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava, a los Nazareos, a todas las comunidades católicas ortodoxa en el mundo y a todas las Iglesias y fieles cristianos, en nombre de la Archieparquia de la República Argentina, MUY FELIZ NAVIDAD


Xristos Se Rodi!

Mons. Teofano, Lic. Juan Manuel Garayalde

Eparca Coadjutor de la República Argentina de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava

Iglesia Católica Ortodoxa en América (AOCC)

Pro Patriarcado de las Américas, Eurasia, África y Oceanía

www.panaghia.org.br



NACIÓ SEGÚN LA CARNE PARA QUE TU NACIERAS SEGÚN EL ESPÍRITU

San Juan Crisostomo

Ha llegado la fiesta que derrama gozo por el mundo, la fiesta cumbre de todos los bienes. No os maravilléis de mis palabras, porque en verdad, lo extraño e inesperado es la encarnación de un Dios, ante la que todo lo demás resulta mera consecuencia. No se hubiera humillado nunca tanto, de no ser para exaltarnos a nosotros. Nació según la carne para que tú nacieras según el Espíritu; nació de una mujer para que tú dejes de ser simple hijo de la mujer; aceptó un padre artesano para convertir el esclavo en hijo del Señor. Si Abrahán se alegró viendo este día, ¿qué haremos nosotros?.

Icono Bizantino Siglo XV - Anunciación a María


Si queréis os enseñaré más profundamente cómo se debe sólo a la benignidad de Dios que nos haya regalado todo lo que tenemos hoy y tendremos en el futuro. Movido por su bondad, Dios creó los mundos y a este pequeño y pobre hombre lo constituyó rey de todos ellos, haciéndole en la tierra lo que Dios es en el cielo. Le da la razón, le honra con su conocimiento y trato, le promete la inmortalidad y le llena de ciencia. ¿Qué ocurrió después de tantos beneficios? Que el hombre juzgó más digno de crédito a su enemigo que a quien le había colmado de tantos dones. ¿Y creéis que acaso Dios borró para siempre a ese hombre que desde el primer momento mostró tan grande ingratitud? De ningún modo. Se cuidó del caído más que antes y envió a su Hijo, nacido de una mujer, y sujeto a la ley, para que recibiéramos la adopción de hijos, hasta el punto de que un profeta, maravillado, exclamó: “Hizo que se dejara ver en la tierra y conversara con los hombres”.-

Haber nacido de una mujer, de común lo tuvo con nosotros; pero no haber nacido de la sangre, ni de la voluntad de varón, ni de deseo de la carne, sino por obra del Espíritu Santo, era anticipado anuncio del nacimiento que supera nuestra naturaleza, y que El nos había de dar por gracia del Espíritu Santo. Tal fue todo lo demás, por ejemplo, su bautismo, que tuvo algo de antiguo y también algo de nuevo. Porque ser bautizado por Juan parece a lo antiguo, mas que en el bautismo bajara el Espíritu Santo fue una novedad. Es como si uno se pusiera entre dos distantes entre sí y extendiendo sus manos los uniera a ambos; tal hizo Cristo que enlazó el Antiguo y el Nuevo Testamento, la naturaleza divina con la humana, lo suyo con lo nuestro.

¿Veis el esplendor de la ciudad de Dios y cómo su brillo os ha deslumbrado desde el primer momento?. Ahí tenéis al rey desde el comienzo en nuestra propia figura como si estuviera en pleno campamento. En el campamento no suele el emperador ostentar permanentemente su dignidad sino que muchas veces, dejando la púrpura y la diadema, se viste de simple soldado. El emperador terreno lo hace para no ser conocido y no atraer sobre sí el ímpetu de los enemigos; el Señor, por el contrario, para evitar que, al reconocerle, rehuya el enemigo el combate y se espanten a la par todos los suyos. Pero no quiere el Señor espantar sino salvar. De ahí que inmediatamente se le da un nombre que alude a la salvación: Jesús que en hebreo quiere decir “salvador”. Y Jesús es salvador porque vino a salvar a su pueblo.

De la Homilía 34 y la 2 sobre San Mateo

martes, 13 de diciembre de 2011

Gaston Riva - Memoria Eterna 2001-2011

GASTON RIVA – MEMORIA ETERNA

A diez años de la rebelión popular del 20 de diciembre de 2001


Placa conmemorativa de Gastón en la esquina de las calles Suipacha y Av. de Mayo en la ciudad de Buenos Aires (Argentina)

I - El final de un nuevo comienzo

El 20 de diciembre de 2001 muchos argentinos dijeron “Basta”. Las anunciadas promesas del gobierno de la ALIANZA (encabezado por el Presidente Fernando de la Rúa), emitidas en una campaña política de las mejor vistas en nuestro país en materia de marketing político, terminaron por mostrar una triste realidad: eran solo ilusión.


Se necesitaba trabajo, salud, educación, asistencia social; los reclamos se hacían más y más fuertes. Finalmente, un movimiento popular en el epicentro de la Argentina, Buenos Aires, la Capital Federal, la ciudad global, fue el jaque mate al gobierno nacional.

Día de reivindicación y de confusión.

Frente al desconcierto, el descontrol, la reacción aún mas descontrolada de las fuerzas de seguridad.


La Policia Montada en los inicios de la represión

Motoqueros avanzando triunfantes por las calles de Buenos Aires


Gastón Riva, un joven trabajador del rubro de la mensajería, un motoquero, que había terminado su jornada laboral, se une a la manifestación y circula triunfante sobre la Av. de Mayo. Ese día había que pelear no sólo por su futuro, sino también por el de su mujer y sus tres pequeños hijos. Oriundo de la ciudad de Ramallo, provincia de Buenos Aires, migró a la Ciudad para empezar una nueva vida, y ese 20 de diciembre estaba peleando por ella como todos los días.


Un disparo proveniente de las fuerzas de seguridad, puso fin a su marcha sobre la Av. de Mayo. Quedó tendido en el suelo junto a su inseparable moto. Ciudadanos solidarios se acercaron a ayudar, pero a pesar de todos los intentos, falleció cuando lo trasladaban rumbo al hospital en una ambulancia. “Murió para que seamos libres” dijo María Arenas, su esposa y la madre de sus hijos (1)

La caravana se detiene para descansar a la salida de un peaje antes de pasar por la población de Campana


Preparandose para continuar el viaje

El Padre Teofano junto a Ariel, trabajador y estudiante del Profesorado de Historia

En viaje

Sin embargo, a pesar de haber transcurrido 10 años, el responsable de su muerte no ha encontrado aún castigo por parte del Poder Judicial. Gastón se ha convertido, con su martirio, con su sangre, con sus sueños quebrados por un enemigo de la libertad, en un símbolo, en un ejemplo que muchos otros siguieron y que todos los años –llueva a truene- se acercan al lugar donde reposan sus restos en la ciudad de Ramallo, una caravana de caballos de hierro, de dos ruedas, con su música estridente y con un desfile que hace recordar esos emotivos días cuando Gastón “cargaba” con su moto en medio de la Avenida de Mayo, buscando la libertad de todos.


II - El legado de Gastón

Por aquellos años existía el Si.ME.CA. (Sindicato Independiente de Mensajeros y Cadetes) iniciado a fines de 1999, quienes estuvieron presentes esos días trágicos en Plaza de Mayo y el Obelisco, y acompañaron luego a la familia de Gastón.

El 20 de diciembre fue para ellos y para todos los motoqueros un antes y un después, puesto que la sociedad vio con sus propios ojos, en las calles y por la televisión, a aquellos jóvenes idealistas que giraban con sus motos alrededor del Obelisco.

Un grupo que nació luego del 20 de diciembre, fue A.S.I.M.M. (Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios), hoy con Marcelo Pariente como su secretario general y un grupo nutrido de jóvenes que ingresan en la lucha social y política por sus derechos.

Los motoqueros, desde ese fatídico 2001, han ido todos los años al Cementerio de Ramallo junto a los Padres de Gastón a conmemorar su fallecimiento y reclamar justicia.

La caravana de motos haciendo lugar para que pase la camioneta del Sindicato y el auto que nos transportaba

La pericia de los motoqueros en acción haciendo lugar para pasar y no llegar tarde a la ceremonia en honor a Gastón


Transitando por las banquinas de la ruta eludiendo la congestión del tránsito


Gracias a la invitación de Maximiliano Arranz, Secretario de A.S.I.M.M., fuí parte de la nueva peregrinación de motoqueros a la ciudad de Ramallo para conmemorar los 10 años del fallecimiento de Gastón Riva.

07.00 de la mañana en la puerta del Sindicato en el pintoresco Pasaje Dellepiane. El sol amenazaba con ser despiadado ese día. Comenzaron a llegar los motoqueros uno a uno para conformar la caravana, a la que se le irían sumando otros por el camino.

Sorprende la multiplicidad de orígenes de cada uno de los muchachos, así como de sus aspiraciones, de sus vidas particulares... Casados, solteros, padres, estudiantes, con sueños futuros. Y sin embargo, al subirse a sus motos, todos son iguales. Una mística los invade y por más que el futuro los lleve a otras ocupaciones laborales, ellos saben que en su corazón nunca dejarán de ser “motoqueros”.

07.00 de la mañana. Muchas caras de sueño, algunos porque estuvieron de festejos familiares, otros por haber trabajado hasta tarde, otros porque dieron un examen en la facultad y estaban fundidos. Sin embargo, estaban ahí para iniciar ese peregrinaje para decirle a Gastón, “Presentes!”. Doscientos y tantos kilómetros bajo el fuerte sol de la mañana nos esperaban…

Me toco viajar en auto, acompañado por miembros del Sindicato y de la agrupación Jóvenes Revisionistas que colaboran en con el Sindicato en el área cultural. También acompañaba una pequeña camioneta del sindicato con mobiliario, agua y alimento.

Ingresando a la ciudad de Ramallo con la flotilla de motos

Ingreso al Cementerio de la ciudad de Ramallo (Provincia de Buenos Aires - Argentina)

Ya dentro del predio del cementerio, las autoridades de A.Si.M.M. se preparan para el acto


Lo más grandioso de la travesía era observar como la gente veía esa larga caravana de motos marchando por la ruta, y no faltaban las bocinas de saludos de los camioneros y otros motoqueros que pasaban al lado de la caravana.

Pararon en diferentes momentos para tomar agua, para estirar pies y destrabar los brazos que sostienen firmes los manubrios en la ruta durante horas.

En un momento del camino, se produjo una cola de autos de más de tres kilómetros que hacían el tránsito muy lento, producto de obras en construcción. No se podía llegar tarde a la ceremonia en el Cementerio de Ramallo, así que, con una enorme pericia, comenzaron las motos a guiar a los autos por las banquinas de la ruta y a campo traviesa. Aclaro que el conductor de nuestro auto, no tenía nada que envidiar a los dobles de películas de acción, estilo “Rápido y Furioso” puesto que atravesó badenes a una considerable velocidad, y un recorrido de más de 400 metros a través de un campo para eludir el congestionamiento de la ruta, flanqueados todo el tiempo por las motos que nos hacían lugar para pasar entre los autos y así superar el congestionamiento.

III – Renovar el fuego interior

El ingreso a Ramallo se hizo a toda pompa, con las banderas del Sindicato flameando, con las bocinas de las motos, arrojando volantes que conmemoraban los diez años de la muerte de Gastón, joven que vio nacer y crecer esa ciudad que homenajeó su nombre al ponérselo a una calle de la ciudad.

Bocinas, papelitos, banderas flameando y el rugido de las motos saludaban a Gastón.


Inicio del acto. Habla Alejandro Almendra (centro de la foto)

Toma la palabra, Gabriel Acevedo (centro de la imagen)

El Secretario General de A.Si.M.M. entrega a los padres de Gastón placa conmemorativa


El turno del Secretario Maximiliano Arranz

Mons. Teofano, junto a los padres de Gastón Riva, toma la palabra y reza junto con los presentes una oración por Gastón

Todos juntos vitoreando a Gastón: PRESENTE!


Al llegar al cementerio, se abren sus puertas para el ingreso de la caravana. Ahí dentro se organizó todo para el acto, que se inició con el Himno Nacional. Tuvieron la palabra el trabajador Alejandro Almendra y Gabriel Acevedo, miembro de la Comisión Directiva , que relataron los hechos trágicos del 20 de diciembre y del compromiso del Sindicato por recordar ese hecho y pelear por los derechos que Gastón ese día busco.

Seguidamente, el Secretario General, Marcelo Pariente, hizo entrega oficial de una placa conmemorativa en recuerdo por los diez años a los padres de Gastón allí presentes, que también dieron su agradecimiento a quienes desde tan lejos habían venido a Ramallo, y que año a año acompañaron a la familia. Finalmente, el Secretario Adjunto, Maximiliano Arranz dio un emotivo discurso acerca de todas las conquistas sociales que habían logrado a través de los años, derechos por los cuales luchó y murió Gastón, ren

ovando el espíritu del trabajador peronista que reivindica las luchas sociales de todos los argentinos

Gastón Riva es uno de los basamentos que dio vida e impulsó al A.S.I.M.M. (2)

El 20 de diciembre de 2001 es un antes y después para todos los “motoqueros” en Argentina.

Nuestro Señor Jesucristo es amante de la Justicia, y todos los que pelean y mueren por lograrla en este mundo, son mártires. A ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Su ejemplo, hoy es guía para muchos, y los jóvenes motoqueros emigrarán todos los años, en diciembre, a la ciudad de Ramallo, para recargarse de fuerzas que les permitan seguir luchando, para honrar a su compañero caído, y elevar la voz para decir juntos: Memoria Eterna.


El Secretario Maximiliano Arranz junto con el Padre de Gastón colocan la placa conmemorativa por los diez años de la muerte de Gastón.

Placa Conmemorativa

Finalizado el acto, la caravana del A.Si.M.M. se dirigió al balneario municipal de la ciudad de Ramallo para almorzar y descansar. En la imagen, las motos descansan sus motores bajo la sombra de los árboles. MISIÓN CUMPLIDA.


Xristos Anesti!

+Teofano, Juan Manuel Garayalde


Notas:

(1) Diario Página 12 del 15/12/2002. “Murió para que seamos libres” Web: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-14188-2002-12-15.html

(2)http://www.asimm.org.ar/