martes, 21 de junio de 2011

Semana de la Oracion por la Unidad de los Cristianos

NOTICIAS - PARLAMENTO ARGENTINO DE RELIGIONES


"SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS"
16 DE JUNIO 2011 - Iglesia Nuestra Señora de la Consolación - Ciudad de Buenos Aires - República Argentina


Iglesia Nuestra Señora de la Consolación - Ciudad de Buenos Aires



Al comienzo de la ceremonia Liturgica en la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación



Las guerras de religión todavía en el mundo contemporáneo persisten. Estas últimas décadas vemos confrontarse dos visiones del mundo: aquellos que no quieren perder sus costumbres tribales ante la modernización de las leyes, derechos laborales, conquistas sociales, etc, confrontando aquellos que quieren imponer una desacralización del mundo por la fuerza. Es la guerra de civilizaciones, la lucha de dos fundamentalismos, donde todos pierden bajo atentados y bombardeos indiscriminados sobre población civil.


Los gobiernos del mundo no logran detener la violencia, y por ello es el tiempo, la oportunidad, de las religiones de buscar mancomunadamente la unidad para detener la violencia, y vencer los fundamentalismos que nos acechan. De esta manera se corrige siglos de enfrentamientos para alcanzar una unidad en el diálogo y el respeto por quién piensa diferente acerca de la Divinidad.


Desde hace varios años, existen iniciativas importantes principalmente en el mundo cristiano. Una de ellas, que ha movilizado las Iglesias cristianas en Argentina, es la “Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos”; dicho encuentro se celebra en congregaciones y parroquias de todo el mundo. En el hemisferio norte, se celebra entre el 18 y 25 de enero, y en el hemisferio sur en torno a la semana del Pentecostés.


Este año 2011, el principal encuentro se llevó a cabo el jueves 16 de junio en la Iglesia Nuestra Señora de la Consolación, en el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires. A la misma hemos asistido para presenciar uno de los actos ecuménicos mas importantes de la República Argentina que lamentablemente, pasa desapercibido para la gran mayoría de los medios de comunicación que prefieren difundir todo lo malo que existe en el mundo, barriendo ese deseo profundo, la esperanza, que muchos tienen de poder cambiar las cosas.


Inicio de la Oracion por la unidad de los cristianos - En el púlpito, da la bienvenida Fray Carlos María Dominguez OAR.


En el evento participaron representantes de varias Iglesias Cristianas. La organización correspondió a CEICA, Comisión Ecuménica de Iglesias Cristianas en la Argentina (Ecumenical Commission of Christian Churches in Argentina) , organización que nace en 1988, la cual trabaja con el Consejo Mundial de Iglesias, nacida en Amsterdam en 1948.


Este año, la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquia, entre todas las Iglesias miembros de la CEICA presidió la organización del evento a través de su autoridad máxima Mons. Siluan Muci, y como organizadora, Secretaria del CEICA, la Sra. María Luisa D´Osualdo de Cárdenas. El tema elegido para el evento fue: “Unidos en la enseñanza de los apóstoles, la comunión fraterna, la fracción del pan y la oración” (Hechos 2, 42).


El CEICA esta integrada por la Iglesia Católica Apostólica Romana, por las Iglesias Ortodoxas Rusa, Griega, Siriana de Antioquía, Armenia. Asimismo, la conforman la iglesia Anglicana, Metodista, Evangelica Luterana, Iglesia Presbiteriana San Andrés, Iglesia Evangélica Valdense, Iglesias Reformadas de la República Argentina, Iglesia Dinamarquesa y otras.


El evento no estuvo fuera de los acontecimientos mundiales: la homilía fue realizada por el Exarca Rvdo. Padre Víctor Villafañe, en reemplazo de Mons. Siluan Muci, que se encontraba en Medio Oriente asistiendo al Santo Sínodo de la Santa Iglesia Ortodoxa de Antioquia, teniendo como principal tema de discusión la crisis en Siria, que hasta el momento a ocasionado centenares de muertos, donde la población cristiano ortodoxa ha sido una de las mas golpeadas.


Existió durante la ceremonia, momentos de gran emotividad, como lo fue recitar todos los presentes el Padre Nuestro, y principalmente para los ortodoxos, recitar el Credo Niceo Constantinopolitano.



El saludo de la Paz durante el oficio religioso



A continuación, a modo de ejemplo de la ceremonia ecuménica celebrada en diversos lugares, transcribimos la Letanía de la Unidad de los Cristianos:


P.: En Cristo el mundo se reconcilia con Dios que nos confía el mensaje de la reconciliación. Somos embajadores de Cristo, encargados de su obra de reconciliación, y elevamos a Dios nuestras preces:


L.: Cuando oramos juntos en la diversidad de nuestras tradiciones,


A.: Tú el Santo, tú que nos unes, haz visible nuestra unidad y da al mundo la curación.

L.: Cuando leemos la Biblia juntos en la diversidad de nuestras lenguas y nuestros contextos de vida,


A.: Tú que te revelas, tú que nos unes, haz visible nuestra unidad y da al mundo la curación.

L.: Cuando establecemos relaciones amistosas entre judíos, cristianos y musulmanes, cuando destruimos las paredes de indiferencia y odio,


A.: Tú el misericordioso, tú que nos unes, haz visible nuestra unidad y da al mundo la curación.

L.: Cuando trabajamos por la justicia y la solidaridad, cuando pasamos del temor a la confianza,


A.: Tú que fortificas, tú que nos unes, haz visible nuestra unidad y da al mundo la curación.

L.: Por todas partes donde se sufre guerra y violencia, injusticia y desigualdades, enfermedad y prejuicios, pobreza y desesperación, atráenos hacia la cruz de Cristo y los unos hacia los otros,


A.: Tú que fuiste herido, tú que nos unes, haz visible nuestra unidad y da al mundo la curación.

P.: Con los cristianos de Tierra Santa, damos testimonio también del nacimiento de Jesucristo en Belén, de su ministerio en Galilea, de su muerte y su resurrección, y de la llegada del Espíritu Santo en Jerusalén; imploramos la paz y la justicia para todos, en la segura y firme esperanza de la llegada de tu reino,


A.: Tú Dios trinitario, tú que nos unes, haz visible nuestra unidad y da al mundo la curación.


* * *


Finalizado el evento principal, se invito a los asitentes a la Santa Misa, ingresar a un salón del Edificio para ser agasajados con bebida y comida. Ahi, fueron recibidos todos los representantes de las Iglesias que pudieron confraternizar con los fieles asistentes al evento.



Al finalizar el encuentro, los dueños de casa ofrecieron un agape, donde las autoridades religiosas pudieron dialogar con los fieles.

Aunque el término actual de "agape" sea el de una comida de agasajo, antiguamente era la comida de confraternización que celebraban en los primeros tiempos del cristianismo para, al terminar el oficio divino, la asamblea se reuna para afianzar sus lazos de unión.




Otro momento emotivo para quién escribe este articulo, fue encontrar entre medio de los participantes del encuentro, al pastor Andrés Roberto Albertsen, quién por el año 2007 en la hermosa Iglesia Dinamarquesa de Buenos Aires del cual es párroco desde el año 1992, gentilmente presto la misma para mi ordenación presbiterial junto con otros hermanos. Son personas que en la vida de un presbítero no se olvida mas. Va mi alegría y agradecimiento de volver a reunirme con el Pastor Albertsen en la "Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos".


Hasta la próxima celebración, esperando un mundo mas cercano a Dios.



El Pastor Albertsen junto a Rvdo. Padre Teofano



++Teofano, Lic. Juan Manuel Garayalde

Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava

www.panaghia.org.br

Secretario - Parlamento Argentino de Religiones

www.par.org.ar


viernes, 17 de junio de 2011

Semana de Pentecostés III - Consejo Mundial de Iglesias

SEMANA DE PENTECOSTÉS




CONSEJO MUNDIAL DE IGLESIAS
Mensaje de los Presidentes - Pentecostés 2011

La promesa de Cristo resucitado antes de su ascensión se cumplió el día de Pentecostés, revelándose en dos tipos de poder: en un estruendo “como de un viento recio” y en “lenguas como de fuego” (Hechos 2:2-3). La venida del Espíritu Santo es indescriptible y por ello el evangelista Lucas utiliza la palabra “como”.


Este fuerte viento renueva completamente la atmósfera; crea un nuevo clima que da lugar a un entorno vivificante de aliento y energía. Esta energía “llenó toda la casa donde estaban”. Los discípulos se encontraron sumergidos, inmersos, “bautizados” por esta energía divina, tal como el Señor les había anunciado: “pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días” (Hechos 1:5).

Las “lenguas como de fuego” simbolizan el otro tipo de poder. Se trata de una manifestación de la energía increada de Dios. El fuego quema, calienta, ilumina. El Espíritu Santo actúa en el mundo “como” el fuego, quemando lo que es peligroso o inútil, pero también calentando, reconfortando y fortaleciendo. El Espíritu Santo será siempre una fuente de iluminación, que revela la verdad sobre el misterio de la Santa Trinidad y de la existencia humana.


El Espíritu Santo llega en un momento en el que “estaban todos unánimes juntos” (Hechos 2:1), durante una celebración de acción de gracias, “el día de Pentecostés”. Llega durante una reunión de los fieles, “en medio de los hermanos”, que eran “como ciento veinte en número” (véase Hechos 1:15), para transformar la reunión en la Iglesia del Dios Trino y Uno. El “viento recio” no proviene de la tierra, sino “del cielo”, del “Padre en los cielos”. La presencia ardiente se reparte en lenguas “asentándose sobre cada uno de ellos”. Es de esta manera que se revela la relación directa entre el Espíritu y la Palabra de Dios (el Logos), así como el carácter personal de los dones divinos. El Espíritu nos revelará a Cristo como Señor y Salvador (véase 1 Cor. 12:3) y lo llevará, junto con su gracia, al corazón humano. El Espíritu Santo prosigue la obra salvadora de Cristo, en el espacio y el tiempo, irradiando la energía divina, de formas a menudo incomprensibles para la mente humana. “El viento (pneuma) sopla de donde quiere” (Juan 3:8).


El poder que los discípulos recibieron el día de Pentecostés con la venida del Espíritu Santo no solo hace referencia a su progreso espiritual y crecimiento personal. No se trata únicamente de una iluminación individual, de un estado de éxtasis para que lo disfruten ellos solos. Es un poder que se otorga para la transmisión del Evangelio de la salvación a toda la tierra habitada,oikoumene, para que se continúe la labor de transformación del mundo, la obra que Cristo inició: “pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Actos 1: 8). Los discípulos que hasta entonces se habían mostrado temerosos, se convierten en valientes apóstoles, en aquellos a quienes se ha encomendado proseguir el ministerio de Cristo en el mundo. Y la Iglesia se convierte para siempre en “apostólica”.


El firme de deseo de todo creyente es convertirse en un templo del Espíritu Santo, para que, a través de la madurez de los frutos del Espíritu, su personalidad se perfeccione (Gál. 5:22), de modo que pueda convertirse en portador del Espíritu de amor, verdad, santidad y reconciliación en su entorno, tanto para aquellos que están cerca como lejos; y contribuir a la renovación constante de la humanidad.


Cada año la celebración de Pentecostés brinda una nueva oportunidad a todas las comunidades eclesiales y a cada uno de nosotros para vivir en la Eucaristía y la doxología la venida y el don del Espíritu Santo; para renovar nuestra confianza en el poder del Espíritu y para implorar con toda la intensidad de nuestra alma:

Santísimo Espíritu, “ven y mora en nosotros, purifícanos de toda mancha”.

Fortalece nuestro valor y nuestra determinación.

Renueva el aliento y el poder de la Iglesia.

Y concédenos la capacidad de convertirnos, en el mundo actual que sufre,

en “mártires” de la cruz y la Resurrección , en testigos de la justicia,

la paz y la esperanza.



Arzobispo Dr. Anastasios de Tirana y Toda Albania, Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania

Sr. John Taroanui Doom, Iglesia Protestante Maòhi (Polinesia Francesa)

Pastor Dr. Simon Dossou, Iglesia Metodista de Benín

Pastor Dr. Soritua Nababan, Iglesia Cristiana Protestante Batak (Indonesia)

Pastora Dra. Ofelia Ortega, Iglesia Presbiteriana Reformada de Cuba

Patriarca Abune Paulos, Iglesia Ortodoxa Tewahedo de Etiopía

Pastora Dra. Bernice Powell Jackson, Iglesia Unida de Cristo (EE.UU.)

Dra. Mary Tanner, Iglesia de Inglaterra



jueves, 16 de junio de 2011

Semana de Pentecostes II - SB Moran Mar Athanasios 1º

SEMANA DEL PENTECOSTES

His Beatitude Athanasios Iº - Metropolitan –Archbishop

President of the Holy Governing Synod of the Slavic Byelorussian orthodox Church

The Catholic Church Orthodox Byzantine Rite in America

Comunhão- Ukrainian Autocephalous Orthodox Church-Canonical –Kiev- Ukraine

Cathedral – R. Lopes de Medeiros , 375- CEP- 08275-430 – São Paulo- SP – Brasil


Icono del Pentecostes


Mensagem de Pentecostes -2011 de Sua Beatitude Moran Mar Athanasios I º ,a toda nossa Santa Igreja

Vinde Espírito Santo , enchei o meu coração e acendei nele o fogo da caridade”


O Pentecostes é a plenitude do dom de Deus aos homens. No Natal Deus dá-nos o Seu Filho Unigênito , Jesus Cristo, o Mediador , a ponte que une a humanidade à divindade. Na Semana Santa , pela Sua Paixão até a morte de cruz, Jesus dá-Se inteiramente por nós ; lava-nos, purifica-nos , santifica-nos com Seu Sangue. Na páscoa , Cristo ressuscita e a Sua Ressurreição , como depois a Sua Ascensão ao céu, é penhor da nossa : Ele precede-nos na casa do Pai para nos preparar o lugar , pois que nEle e por Ele começamos a fazer parte da Família divina , tornámo-nos filhos de Deus , destinados à bem-aventurança eterna. Mas o dom de Deus aos homens não se limita a isso : tendo subido ao céu , Jesus , juntamente com o Pai , envia-nos o Seu Espírito, o Espírito Santo. O Pai e o Espírito Santo amaram-nos a ponto de nos darem o Verbo, por meio da Encarnação; o Pai e o Verbo amaram-nos até nos darem o Espírito Santo . É toda a Trindade que Se dá aos homens , que Se inclina sobre este pobre nada para o remir do pecado , para o santificar, para o introduzir na Sua intimidade.Esta é a excessiva caridade com que Deus nos amou e o dom divino às nossas almas culmina com o dom do Espírito Santo , que é o dom por excelência : “ Donum Dei Altissimi” . O Espírito Santo , vínculo e penhor do amor mútuo do Pai e do Filho , que recebe , sela e coroa a Sua doação recíproca , é dado às nossas almas pelos méritos infinitos de Jesus, a fim de levar a bom termo a obra da nossa santificação. O Espírito Santo , que desce sobre os Apóstolos sob a forma de línguas de fogo, diz-nos como Ele, Espírito de amor, nos foi dado para nos transformar com a Sua caridade e, assim transformados , nos reconduzir a Deus.

“ Veni , creator Spiritus – mentes tuorum visita, imple superna gratia – quae tu creasti pectora”


Z nashoï apostolʹsʹke blahoslovennya dlya vsikh khrystyyan

S.B. Moran Mar Athanasios



SB Moran Mar Athanasios en la Catedral Metropolitana de San Pedro y San Pablo - (San Pablo - Brasil)

Semana del Pentecostes I - San Cirilo de Jerusalen

SEMANA DE PENTECOSTES

San Cirilo de Jerusalén


Con motivo de la semana de Pentecostés, hemos querido compartir con ustedes un extracto de la obra de San Cirilo de Jerusalén sobre el Espíritu Santo, contenida en una de las obras maestras de la Patrística como es Las Catequesis, su capítulo XVII “Creo en el Espíritu Santo que habló por los profetas”, según la traducción de Carmelo Granado, Editorial Ciudad Nueva, Madrid 1992.


El texto seleccionado, es acerca de los múltiples nombres que recibe el Espíritu Santo en la Santa Biblia , y la afirmación que el Espíritu que se menciona en el Antiguo Testamento, es aquel mismo que Cristo envió a sus Apóstoles.


El Espíritu Santo a Descendido!


Mons. Teofano, Lic. Juan Manuel Garayalde

Eparca Coadjutor de Buenos Aires para la República Argentina

Santa Iglesia Catolica Apostolica Ortodoxa del Rito Bizantino – Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava www.panaghia.org.br




EL ESPIRITU SANTO


Que nadie, por ignorancia, dados los múltiples nombres del Espíritu Santo, y no uno y el mismo, el cual es único. Por esto, la Iglesia Católica , mirando por tu seguridad, trasmitió en la profesión de fe, que creyeras en un único Espíritu Santo, el Paráclito, que habló en los profetas, de modo que puedas saber que hay muchos nombres, pero que el Espíritu Santo es uno solo. De estos nombres, os mencionaré ahora algunos.


Se llama Espíritu, según se leyó hace un momento: “A uno se le da por medio del Espíritu palabra de sabiduría” (1 Cor. 12,8). Su nombre es Espíritu de Verdad como dice el Salvador: “Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad” (Jn 16,13). Recibe el nombre de Paráclito como también dijo: “Si yo no me fuere, el Paráclito no vendrá a nosotros” (Jn 16,7). Que es uno y el mismo el nombrado con distintos nombres, se demuestra claramente de lo siguiente: que el Espíritu Santo y el Paráclito es el mimo se afirma: “Y el Paráclito, el Espíritu Santo”; y que el Paráclito y el Espíritu de Verdad es el mismo también se dice: “Y os daré otro Paráclito, para que permanezca con vosotros para siempre: El Espíritu de Verdad (Jn 14,16). Y de nuevo: “Cuando venga el Paráclito que yo os guiaré de junto al Padre, el Espíritu de la Verdad ” (Jn 15,26)



Semana del Pentecostes en la Capilla de Piedra de San Jorge - San Vicente (Prov. de Buenos Aires). En la imagen, el Padre Arcadio celebrando la Divina Liturgia de San Juan Crisostomo



Se llama Espíritu de Dios, según está escrito: “Y vi que el Espíritu de Dios bajaba” (Mt 3,16 + Jn 1,32). Y en otro pasaje: “Cuantos son llevados por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios” (Rm 8,14). También se llama Espíritu del Padre, como dice el Salvador: “No sois vosotros los que hablabais, sino el Espíritu de vuestro Padre es el que habla en vosotros” (Mt 10,20). Y de nuevo Pablo: “Por eso doblo mis rodillas ante el Padre”, y a continuación: “Para que os conceda fortaleceros por medio de su Espíritu” (Ef 3, 14-16). También recibe el nombre del Espíritu del Señor como dijo Pedro: “¿Por qué os habéis puesto de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor?” (Hch 5,9). Se llama también Espíritu de Dios y de Cristo, como escribe Pablo: “Vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros. Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, éste no es de Él (Rm 8,9). Se llama también Espíritu del Hijo de Dios, según esta dicho: “Porque sois hijos, envió Dios al Espíritu de su Hijo” (Ga 4,6). También tiene el nombre de Espíritu de Cristo como está escrito: “A que tiempo y a que circunstancia se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos” (1 P 1,11). Y en otro pasaje: “Por vuestra oración y con la asistencia del Espíritu de Jesucristo” (Flp 1,19).


Aparte de éstos, encontrarás también otros nombres del Espíritu Santo. En efecto, se llama Espíritu de Santificación, como está escrito: “Según el Espíritu de santificación” (Rm 1,4). También se llama Espíritu de Adopción, como dice Pablo: “No habéis recibido un espíritu de esclavitud, para recaer de nuevo en el temor, sino que recibisteis el Espíritu de adopción, en quien clamamos: “Abba Padre” (Rm 8,15). También recibe el nombre de Espíritu de Revelación, como está escrito: “Que os conceda el Espíritu de sabiduría y revelación para conocerle” (Ef 1,17). Se llama Espíritu de Promesa como dice él mismo: “En el cual, cuando creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa ” (Ef 1,13). Se le llama también Espíritu de Gracia como dice en otra parte: “Y ultrajó al Espíritu de la Gracia ” (Hb 10,29). Llámasele, en fin, con otros muchos nombres como éstos. En la catequesis precedente oísteis claramente que en los Salmos se le llama unas veces Espíritu Bueno (Cf Sal 142,10) otras Principal (Cf. Sal 50,14), y en Isaías (Cf. Is 11,2-3. Cf. Cat XVI 30) Espíritu de Sabiduría e Inteligencia, de Consejo de Fortaleza, de Ciencia, de Piedad, de Temor a Dios.


Concurrentes en la Semana del Pentecostes


Mons. Franc durante una de las charlas con los fieles seguidores de la Capilla de Piedra



De todo lo cual, se deduce que los nombres son distintos, pero el Espíritu Santo es uno y el mismo; viviente y subsistente y que está siempre presente con el Padre y el Hijo; que no es hablado o espirado por la boca y los labios del Padre o del Hijo, ni se difunde por los aires, sino que es personal y que habla, y actúa y es dispensador y santificador, pues la economía de la salvación para con nosotros, que procede del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, es, según ya dijimos, indivisible, armónica y única. Quiero que recordéis lo que hace poco dijimos y que sepáis claramente que no hay uno en la Ley y los Profetas y otro distinto en los Evangelios y Apóstoles, sino que el único y el mismo Espíritu Santo inspiró las Sagradas Escrituras en el Antiguo y Nuevo Testamento.


San Cirilo de Jerusalén (313-315)