14 de octubre de 2024 / 01 de octubre de 2024
LA PROTECCIÓN DE NUESTRA SANTÍSIMA SEÑORA THEOTOKOS Y
SIEMPRE VIRGEN MARIA
I – CUSTODIOS DEL MANTO
La Iglesia Ortodoxa conmemora en este día la fiesta llamada
“La Protección de la Virgen”. Relataremos la historia del descubrimiento del
manto de la Virgen llamado "maphorion" u "omophorion" (del
griego omos = hombro y espalda).
En tiempos del León I, “el Tracio” (457-474), emperador del
Imperio Bizantino, nos cuenta San Máximo el Confesor, que había dos príncipes:
Galbios y Cándidos, hermanos de sangre y hasta de generosidad. Un día surgió en
estos príncipes el deseo de peregrinar a Jerusalén para venerar los lugares
santos. Reunidos en Palestina, emprendieron el camino hacia Galilea, para
visitar Nazaret y Cafernaún. Al llegar se alojaron en una pequeña aldea donde,
con muchos otros, moraba una mujer virgen de avanzada edad. Esta mujer era la
encargada de la custodia del tesoro de la santa capa de la Madre de Cristo,
nuestra señora y siempre virgen maría.
Providencialmente, se albergaron en su casa los príncipes.
En el interior de la vivienda descubrieron una habitación en la que siempre
había encendida vales: estaba saturado de incienso aromático, y yacían allá
muchos enfermos. Con los más insistentes ruegos pidieron a la anciana que les
revelara toda la verdad. Habló ella, desde lo más hondo del alma, llorando y
con ojos bajos, diciéndoles como avergonzada: “A nadie, señores, hasta hoy se
les ha revelado este misterio: mis padres me lo confiaron con juramente a mí,
su única hija”. El secreto se le había confiado a una virgen, a fin de que
ella, a su vez, en el momento de la muerte se lo confiase a otra. “En la
actualidad le correspondió a la que estáis viendo”, dijo. “Esto es lo que hasta
hoy se ha venido transmitiendo en mi familia: que una mujer permaneciera
virgen. Pero después de mí no hay ya nadie a quién pueda dar a conocer el
hecho; por lo que les voy a revelar esto a vosotros”. “Se halla ahí depositada
la capa de la Madre de Dios”.
II – RUMBO A CONSTANTINOPLA
Los dos príncipes, tomaron el manto de la Madre de Dios, y
lo llevaron a Jerusalén, hasta que en el año 472 Galbios y Cándidos, la
llevaron a Constantinopla, siendo depositada en el Santuario de BLAQUERNAS, un
suburbio del noroeste de Constantinopla donde residirá la segunda iglesia más
importante.
No siempre estuvo la reliquia segura. En junio del año 619
la reliquia fue escondida ante una incursión de bandidos. Sería devuelta al
santuario el 2 de julio del mismo año, una fecha que se convirtió en una celebración
mariana, o sea: "fiesta de la 'Deposición en la basílica de Santa María de
las Blanquernas de la santa Túnica de la Theotokos'".
III – MILAGRO DEL SANTO MANTO DE LA THEOTOKOS
"La Virgen hoy se presenta dentro de la Iglesia, y con
los coros de los Santos invisiblemente por nosotros ora a Dios: los ángeles con
los jerarcas hacen reverencia, y los apóstoles con los profetas cantan: por
nosotros el Dador de Dios ora al Dios Preterno"
En el año 911, Constantinopla se vio ante un ataque enemigo
y el pueblo acudió a la Iglesia de Blaquernas para pedir la protección de la
Virgen.
San Andrés, un “loco por Cristo”, tuvo una visión en la que
veía a la Virgen entrar a la Iglesia cuando estaba llena y tomar el velo y
ponerla sobre toda la asamblea como símbolo de protección. El relato consiste
en lo siguiente:
“a la hora cuarta de la noche levantó los ojos hacia el
cielo y vio venir por el aire a nuestra Santísima Señora Madre de Dios
resplandeciente de una luz celestial y rodeada de una asamblea de los santos.
El santo Bautista del Señor Juan y el santo Apóstol Juan el Teólogo acompañaban
a la Reina del Cielo. De rodillas, la Santísima Virgen comenzó a orar con
lágrimas por los cristianos y durante largo tiempo estuvo en oración. Luego,
acercándose al trono del Presbiterio, continuó su oración y, una vez terminada,
se quitó el velo de la cabeza y lo extendió sobre las personas que oraban en la
iglesia, protegiéndolas de los enemigos visibles e invisibles. La Santísima
Señora Madre de Dios resplandecía de gloria celestial y el velo protector en
Sus manos brillaba "más que los rayos del sol".
Seguidamente, la Santísima Madre de Dios imploró al Señor
Jesucristo que aceptase las oraciones de todo el pueblo, invocando su Santísimo
Nombre y acudiendo a Su intercesión:
"Oh Rey, acepta a toda persona que te ruega e invoca Mi
Nombre en busca de ayuda, que no se vaya con las manos vacías sin ser escuchada
ante Mi Rostro".
Los santos Andrés “loco de Cristo”, y su discípulo,
Epifanio, se les concedió contemplar a la Madre de Dios en oración,
"durante mucho tiempo contemplaron el velo protector extendido sobre el
pueblo y los relámpagos como destellos de gloria para el Señor; mientras la
Santísima Madre de Dios estaba allí, también el velo protector era visible;
pero con Su partida también se hizo invisible, y aunque lo llevó consigo, dejó
atrás la gracia de haber estado allí".
En la iglesia de Blaquernas se conservó el recuerdo de la
aparición milagrosa de la Madre de Dios.
A partir de ese día el ataque a Constantinopla se detuvo.
Fue desde ese entonces que la Iglesia dedica el 1 de octubre a recordar a los
fieles que la Virgen María es, además de nuestra Madre, nuestra Protectora en
toda aflicción.
Icono Monasterio-Zverinsky, 1399 Novgorod
IV - ¿DE QUIEN ERA LA AMENAZA?
La fuente rusa nos habla de una fiesta importante, ya que se
celebra la destrucción divina por una tormenta de una gran flota pagana-rusa
bajo el mando de Askold y Dir que amenazaba a la propia Constantinopla, en
algún momento entre los años 864 y 867, o según el historiador ruso Vasiliev el
18 de junio de 860.
La Crónica Primaria Rusa de San Néstor señala esta
liberación milagrosa después de la vigilia que duró toda la noche y la
inmersión de la vestimenta de la Madre de Dios en las aguas del mar en la
iglesia de Blaquernas, pero sin mencionar a los santos Andrés y Epifanio y su
visión de la Madre de Dios en oración.
V – INTERCESORA
En el prólogo de un libro ruso del siglo XII se describe la
instauración de una fiesta especial en honor de este acontecimiento:
"Cuando lo oímos, nos dimos cuenta de lo maravillosa y misericordiosa que
era la visión y, además, de la expectativa y la intercesión en nuestro favor,
sin celebración... y resultó que Tu santa Intercesión no debía quedar sin
celebración festiva, ¡oh Bendita sea! ". Por eso, en la celebración
festiva de los servicios divinos a la Intercesión de la Madre de Dios, la
Iglesia rusa entona:
"Con los coros de los Ángeles, Oh Soberana Señora, con
los venerables y gloriosos profetas, con los Apóstoles de primer rango y con
los Sacerdotes Mártires y los Santos Jerarcas, ruega por nosotros, pecadores,
glorificando la fiesta de Tu Intercesión en la Tierra Rusa".
En Rusia, en el siglo XII aparecieron iglesias en honor de
la Intercesión de la Santísima Virgen María. Muy conocido por sus méritos
arquitectónicos es el templo de la Intercesión de la Santísima Virgen en Nerla,
construido en el año 1165 por el santo príncipe Andrei Bogoliubsky. Gracias a
los esfuerzos de este santo príncipe, también se estableció en la Iglesia rusa
la fiesta de la Intercesión de la Santísima Virgen María, hacia el año 1164. En
Nóvgorod, en el siglo XII, existía un monasterio de la Intercesión de la
Santísima Virgen María (el llamado monasterio de Zverin); en Moscú, también
bajo el zar Iván el Terrible, se construyó la catedral de la Intercesión de la
Santísima Virgen María en la iglesia de la Santísima Trinidad (conocida como la
iglesia de San Basilio el Grande).
Icono Novgorod 1401-1425
VI – OTROS MILAGROS DE PROTECCIÓN
En el XVII, otro evento calificado de milagroso sucede cerca
de Azov, en 1641. Ese año los turcos asediaron la fortaleza más de tres meses
con fuerzas muy superiores en número a la pequeña guarnición cosaca que la
defendía. Hasta un total de 24 ataques se sucedieron y en toda la resistencia
de la guarnición cosaca obligó a los turcos a abandonar el intento tras sufrir
grandes pérdidas. La victoria fue atribuida a la protección de la Santísima
Virgen. Desde entonces la fiesta ortodoxa de la Intercesión de la Madre de
Dios, que se celebra el 14 de octubre, fue adoptada por el ejército de los
cosacos del Don como su principal fiesta militar.
Más modernamente, ya en el siglo XX, tras un olvido de mucho
tiempo, la Fiesta de la Intercesión, que no se celebraba en Grecia, donde
surgió en el siglo X, fue recuperada. El pueblo griego atribuyó a la protección
de la Santísima Virgen la liberación final de Grecia durante la Segunda Guerra
Mundial. La Iglesia de Grecia, por decisión sinodal, recuperó la Pokrov, la
fiesta de la Protección de la Santísima Virgen, que desde entonces se celebra
en Grecia el día 28 de octubre, día de la liberación de Atenas.
VII – LA ICONOGRAFÍA
La formación de la iconografía de la Fiesta de la
Intercesión de la Santísima Madre de Dios se remonta al siglo XII, aunque las
imágenes más antiguas que se conservan se remontan al siglo XIII, una época
marcada en Rusia por la construcción de templos y monasterios dedicados a este
evento.
Generalmente se acepta destacar dos versiones iconográficas
principales de la Intercesión: la llamada "Suzdal" (desarrollada en
la Rusia central) y "Novgorod". En el primer caso, la Madre de Dios
está representada frente al templo, extendiendo su maforium (especie de foulard
que cubría la cabeza) sobre todos los presentes. En la versión
"Novgorod", el velo está sostenido por ángeles, y no por la misma
Madre de Dios, representada dentro del templo sobre las puertas reales cerradas.
Ambas opciones tienen características similares:
A) Como regla general, se figura un testigo ocular del
milagro ocurrido en Blaquernas. Se trata de San Andrés, el Loco de Cristo,
señalando la imagen de la Virgen a su joven discípulo.
B) El velo que simboliza la intercesión de la Virgen se
pinta de un rojo brillante, siguiendo la descripción de la visión que hizo
Andrés, que enfatizó que el velo protector extendido era "como un rayo”.
C) A partir del siglo XV-XVI los iconos de la Intercesión
muestran una línea convergente entre las dos escuelas, caracterizándose por la
figuración de un mayor número de personajes.
Compilación: Patriarcal Ateneo San Marcos