domingo, 14 de septiembre de 2014

Un día en San Vicente - Parte I




UN DÍA EN SAN VICENTE
Un día común pero no tan común (sábado) 





Un  sol remolón, se hacía rogar ese día sábado en la localidad de San Vicente. Un ciudad/poblado, sin edificios, con amplias calles, pero con pequeñas casas y antiguas casonas que abundaban en las esquinas; hoy convertidas en hermosos bares para desayunar y/o pasar las tardes. También, algunos lugares reciclados como restaurantes con adornos típicos de un tiempo pasado, cuando los gauchos eran el peatón de esas veredas y los caballos los dueños de las calles.

El predio donde se encuentra la Capilla de Piedra de San Jorge, se encontraba con un pasto mojado del roció nocturno. Comenzaban a retornar sus feroces, o bochincheros, -según opiniones divididas-,  perros del Padre Franc: “Negro”,”Hambre” y “Pichichu”, que paseaban por el barrio buscando “amores”, o husmeando casa ajena.  En tanto, las pequeñas damas perrunas, “Margarita” y “Martita” quedaban siempre a dormir en San Vicente por las noches. 


 

 "Hambre" vuelve de su ronda, y ya viene a pedir cariño y por supuesto, comida.


 

 "Pichichu" disfrutando del sol de la mañana.

 
 Temprano, salimos acompañando a Mons. Franc a comprar maderas  para hacer el encofrado que rodeará la base de la futura Catedral de San Jorge.


Ya casi las 05.30, el sol comienza a alumbrar tímidamente y la niebla se hace presente, cubriendo todo el campo.  Se podía ver la obra de la construcción de la Catedral, en medio de una bruma.  El primero en dar siempre el primer salto, era el Padre Hermes, que iba a preparar su mate para compartir con la hermana nazarea Mari, su querida esposa.

La noche anterior, habían llegado el Padre Teofano y Stephanos para ayudar con las tareas del fin de semana. Y desde Trenque Lauquen, habiendo viajado muchos kilómetros, el Rvdo. Diacono Nicolás y la Hermana Ivanka.  


La fresca mañana nos lleva a todos a reunirnos en el Salón de los Nazareos, donde tomamos unos mates junto con el Padre Franc, la Hermana Marta, y pronto se acercan la hermana nazarea Dorita y el querido “Tachuela”, que viven a una cuadra y media del lugar.

Preparando todo para ese día, salimos con la camioneta “Tachuella”, Franc, Teofano y Nicolas a comprar maderas para continuar con las tareas de construcción de la catedral de San Jorge.  En el viaje, visitamos hornos y fábricas de ladrillos en la zona de Canning.  Los caminos de acceso a esas fábricas eran muy retobados, con mucha agua y huellas de camiones muy profundas con lo cual “Tachuela” debía conducir muy despacio, a pesar que sentíamos estar en un lavarropas por como la camioneta se tumbaba de un lado al otro.


 
 Ese día temprano, iniciamos la tarea de sembrar unos árboles frutales donados por el Gerente del Carrefour de Warnes, Ciudad de Buenos Aires, para colaborar con la comunidad que llega a la Capilla de Piedra.  En la imagen, Mons. Teofano y la Hermana Ivanka comenzando el trabajo.


La Hermana Ivanka junto al Rvdo. Diacono Hermes trabajando en sembrar los frutales

 

 El Rvdo. Diacono Hermes cubriendo de tierra los frutales.  Había entre ellos naranjos, mandarinas, limón, higos, damascos y peras.

 

El Hermano "Tachuela" cebando mate a los trabajadores. En el suelo "Negro" siestando mientras el resto trabaja.

 

La Hermana Nazarea Mari, cebando mate al Rvdo. Diacono Nicolás en la tarea de riego.
 


 Misión Cumplida!. El siguiente proyecto a encarar,   será la construcción de un vivero para brindar cursos de germinación y siembra de hortalizas, plantas aromáticas y medicinales.


Finalmente, el Padre Franc compro madera y machimbre en un negocio sobre la ruta que conecta entre Canning y  San Vicente.  Entre los trabajadores del corralón, reunidos en torno a un pequeño fogón, había un ex sacerdote romano que estaba de asador, amigo del Padre Franc (quién no es amigo de él por esos pagos!). También, había  un fiel evangélico que mantuvo duelo “teológico” con el Padre Franc, que terminó obviamente en bromas mutuas. 

El Padre Teofano había quedado maravillado con una casilla hecha de machimbre como para albergar personas para retiros espirituales. Pudo convencer al Rvdo. Diacono Nicolás un poco, pero no del todo, ya que la construcción tenía semejanzas a la casucha de un canino. 

Retornando a San Vicente, se repartieron los trabajos.  El Padre Franc junto con Fernando (alias “el enano”) se fue a armar unos tablones para los encofrados de la base de la catedral, en tanto que el  Padre Teofano, Hermes, Nicolás e Ivanka, partieron a sembrar  unos plantas de cítricos (notarán que era mas “popular” ir a plantar arbolitos que ayudar al Padre Franc con el trabajo de construcción …).    Sin embargo, estos últimos no la sacaron barata, porque tuvieron que levantar esas pesados tablones para poner en los bordes de la catedral…




 Mons. Franc trabajando con "el enano" en la tarea de hacer un encofrado circular para rellenar las bases de la futura catedral.



 Mons. Franc con sus sesenta y largos años trabajando de lunes a lunes en el sueño de la primera catedral de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en la Argentina.


Recibimos la visita del Padre Gustavo de Córdoba y del padre Carlos de José C. Paz, que estuvieron mirando las obras de la futura Catedral.



Gracias a la donación del Carrefour de Warnes de la ciudad de Buenos Aires, se sembraron más de veinte arboles de citrus, en toda una parte del predio de la Capilla de Piedra de San Jorge, cuyos frutos servirán para la comunidad y para empezar a hacer dulces,  ya que se dice que entre todas las cosas que sabe hacer el Padre Franc, esa es una de sus especialidades (aunque reconozco que sus tomates verdes con pimienta son sublimes).

Al mediodía se almorzó una de las especialidades del padre Teofano: matambre al rockefort.. lo suficientemente pesado como para luego de terminar de comer, no tener ganas de nada… Pero el Padre Franc jamás deja de moverse y no deja a nadie meditando …. 

En la tarde, práctica de liturgia, preguntas de teología, y se celebró luego de las 19.00 el Lucernario en Portugués que nos enseño nuestro Patriarca SB Athanasios 1ro. Aloysios en la ciudad de San Pablo.

El día se terminaba, y había que prepararse para la mañana siguiente que se celebraría la Divina Liturgia, y otras cosas mas…


 Celebrando el Lucernario en la tarde del sábado.



Xristos Anesti!
Vladyka Teofano, Juan M. Garayalde
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero
 

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