sábado, 25 de abril de 2009

23 de abril - SAN JORGE


SAN JORGE

Creo que ese 23 de abril del 2009, San Jorge descendió a caminar por la tierra, y se detuvo en su largo camino en una pequeña Capilla de Piedra, perdida en la inmensidad de un suburbio de la Provincia de Buenos Aires, en la pampa argentina.

Debió haber visto, una gran cantidad de personas dentro de una diminuta capilla. Algunos, escuchando desde afuera, en la oscuridad de la fría noche.

Él escucho la campana. Se acerco, y vió que era una Misa, ... no una mas .. sino una dedicada a él.

Escucho una voz aspera, serena, que partía del fondo de la misma. Ahí estaba el Padre Franc celebrando la Divina Liturgia. A su lado, el Padre Teofano, peleando con el turibulo para que no dejara de incensar el lugar. También, el Nazzareo Luis, con una estampa de Arcángel de la guerra, firme asistiendo en donde se necesitara para organizar el espacio en el pequeño lugar santo. A la derecha del salón, Marta, organizando los cantos, las lecturas de los Salmos. Ella, infatigable e imprescindible, un pilar que sostiene la Capilla de Piedra.

Y toda una hermosa gente que estaba ahí, en esa fría noche, en el medio de un paraje apartado de todo y de todos, pero muy cerca de San Jorge.

Era jueves, un día de semana, un día de trabajo, un día donde la gente prefiere volver a sus hogares, sentarse a mirar televisión, descansar luego de un largo día de trabajo, y prepararse para el próximo. Pero algunos, prefirieron acercarse a esa Capilla, al hogar de Cristo y San Jorge.

Empieza la Homilía, y el Padre Franc relata la vida de San Jorge, uno de los primeros y mas grandes Santos de la tradición cristiana. En un mundo donde ya todos niegan la existencia de un lugar diferente que habita en nosotros y que no nos atrevemos a despertar, fue San Jorge quién ofreció su vida para defender lo que los ciegos de todos los tiempos se han negado a ver, y que por el contrario, combatieron a los que podían ver. La lucha continua dice el Padre Franc, en cada familia, en cada persona. El ejemplo del Santo que sufrió todo tipo de padecimientos para defender su Fe, es algo que las personas afrontan todos los días de su vida, luchando para criar bien a sus hijos, para ser un buen cónyuge, un buen trabajador, y para que toda acción de la vida, sea un ritual mágico que nos acerque a Dios, permitiendo que la Gracia del Espíritu Santo habite en nosotros, haciendo santo cada lugar que pisemos.

Homilía del Padre Franc


Fr. Teofano escuchando la homilía con el turibulo en la mano

No es fácil dice el Padre Franc. Primero se empieza por uno mismo; sanarse uno mismo reconciliándose con Dios, luego, cuando la templanza y serenidad es alcanzada, uno habrá de buscarla también en sus seres queridos y así continuar. En todo este camino, no hay que tener miedo. Un sabio, un Padre del Desierto, Abba Serapio decía:

“Así como los soldados del Emperador no osan mirar a la derecha ni a la izquierda cuando están de guardia, del mismo modo, el hombre que está frente a Dios y lo ve ante sí en todo momento, no puede temer nada del enemigo”.-

El Padre Franc toma el Santo Caliz, y le ofrece a todos los presentes, que pensaran en silencio algo especial para solicitarle a San Jorge, y que luego, sin vergüenza se acerquen y besen el Cáliz.

No fue uno .. sino todos los presentes los que fueron acercándose. Algunos movían sus labios en oración antes de besar el Caliz; otros, con timidez pasaban rápido; y estaban aquellos que cerraban los ojos frente al mismo antes de besarlo. Ancianos, jóvenes, niños .. todos vinieron.

Y hubo sonrisas, y hubo lágrimas.


Ceremonia donde las personas se acercan a pedir a San Jorge besando el Santo Caliz


Una noche mágica, donde muchos estuvieron


La Divina Liturgia, duro mas de lo que suele durar. Sin embargo, nadie se fue. Todos quisieron dar testimonio de sus sufrimientos, de sus alegrías que querían agradecer al Santo.

La ceremonia terminó. La gente lentamente fue yéndose a sus casas. El Padre Franc quedo conversando con algunos concurrentes y luego de un rato largo ya cerca de las 22.00 horas me encomendó el Padre Franc cerrar la Capilla, pero diciéndome: “deja encendida la vela de San Jorge toda la noche, sola se va a apagar”. Y así hice. Mientras iba cerrando la puerta de la Capilla y veía en el fondo una pequeña pero luminosa luz, sabía que en su interior quedaba alguien, que sería el que finalmente la apagaría y con ello, cumplir los deseos que le pidieron.

En algún momento de esa noche, San Jorge la apago. Inició su retorno. Tenía mucho que hacer, por aquellos que todavía lo recuerdan.



Inauguración de la Eremita de San Jorge el 21 de septiembre de 2008. En la foto, Monseñor Valerian en el centro, el Padre Franc y el Padre Teofano a la izquierda.

Xristos Anesti!
Fr. Teofano +

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