I - La ley del Hombre, la Ley de Dios
En el debate suscitado en los medios de comunicación, se atacó salvajemente a quién representa en nuestro país la religión predominante: La Iglesia Católica Apostólica Romana, encabezada por el Cardenal Bergoglio, el cual recibió en estos días toda una serie de descalificaciones de distintos tenores que no sólo afecta a la investidura que representa, sino también a todos los cristianos no-romanos.
Ante este debate que continuará desarrollándose -a pesar de la aprobación de la polémica ley- en nuestra sociedad en ámbitos intelectuales, políticos, eclesiásticos, en medios de comunicación, en las calles de las ciudades y también en el seno de nuestros hogares, la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava asume su compromiso inapelable de la defensa de la familia cristiana, valores que son asimismo compartidos por otras grandes religiones del pasado y del presente. La Ley de Dios, no se deroga. Esta vigente a pesar de todo lo que haya ocurrido y siga ocurriendo.
La Iglesia, la Palabra de Dios, sigue un camino diferente al de las sociedades actuales. El Estado Laico y encubiertamente ateo, ha venido tomado decisiones desde hace mas de 200 años en materia social que ha apartado la religión de casi todos los lugares donde antes era natural su presencia. Los argumentos de la Iglesia en contra del matrimonio de personas de un mismo sexo, son considerados “retrogrados”, “anclado en la noche de los tiempos” por la opinión pública y por los pseudos-intelectuales que se encuentran por detrás digitando un pensamiento anti-clerical.
La Iglesia se sustenta sobre la Palabra Revelada. Traicionar esa palabra es destruirla. Ese es nuestro UNICO fundamento. De esta manera, no nos exijan que traicionemos aquello a lo cual hemos entregado nuestra vida. Cierto es que es natural para la Política contemporánea e intelectuales fabricados en los medios de comunicación traicionar en todo momento los compromisos asumidos, cambiar de opinión cuando la conveniencia es otra, y por lo tanto es normal que les resulte extraño que alguien posea principios inalterables.
Nuestra misión en este mundo es transmitir una sabiduría que nos funde en la eternidad del Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Durante siglos, la Iglesia ha cometido errores por actuar sin estar bajo la guía del Espíritu Santo, y ello se debe a que solemos olvidarlo en el momento de tomar decisiones. Cuando el Reino de los Cielos se aleja de nuestra mente y el mundo de la contingencia comienza a dirigirnos, el error se manifiesta. Los errores que hemos cometido en la historia del cristianismo, han sido de Hombres, no de la Iglesia, que es el cuerpo místico de Cristo.
13 de julio de 2010 - Manifestación contra la ley del matrimonio en la Plaza del Congreso de la Nación. En la misma, asistió una delegación de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava presidida por Mons. Mijail, Miguel Angel Chamli.
Entre otras autoridades religiosas presentes estuvieron: el Arzobispo Mons. Arnedo Camino de la Iglesia Ortodoxa Americana, el Presbítero Mons. Jorge Aregui de la Confederación de Iglesias Católicas Apostólicas Ortodoxas No Romanas, y el Obispo Presbiteriano Mons. Manrique.
Nuestro mundo no es “irreal”. Es real, es espiritual y puede estar en cada uno, si abren su corazón a Dios.
Hemos estado viendo principalmente en el siglo pasado, cambios sociales, culturas y políticos que al día de hoy han creado caos y confusión. Mucha tinta se escribe sobre dichos cambios que hasta ahora nadie asimila. Llueven libros y libros sobre estos temas pero lo cierto es que todo es opinión, debates, filosofías pasajeras y al final nada queda, solo la realidad que es en si un caos: desempleo, hambre, violencia social, crisis habitacional, crisis educacional, contaminación, crisis económica, y tantos temas que cada día se solidifican convirtiéndolos en algo ya utópico de solucionar.
Pasa el tiempo, pero el Evangelio persiste. Las obras de San Agustín, San Cipriano, San Ambrosio, San Simeón, San Atanasio, Santo Tomás de Aquino y tantos otros siguen hoy transmitiendo la sabiduría de un Reino del Espíritu en el cual todos pueden participar. Sus reglas son simples y claras y con el paso del tiempo se vuelven más sabias ante la crisis espiritual que se vive bajo el mundo postmoderno.
II – Un nuevo aporte al CAOS social.
En los debates que hemos presenciado en torno a la aprobación de la ley de matrimonio de personas del mismo sexo, aquellos que se encuentran en contra del matrimonio “gay”, se expresan con dureza y simpleza al mismo tiempo. No tienen muchos argumentos en contra. Algo en sus mentes y corazón les dice que esta mal, que esta en contra de todo lo que han vivido y aprendido en esta sociedad. En cambio aquellos que apoyan el matrimonio “gay” despliegan una gran cantidad de razones a favor que son casi imposibles de rebatir en tanto se levanta la bandera de la “no discriminación”. Lo cierto es que los argumentos son solo opiniones de un momento y tiempo determinado, inmersos en un mundo en crisis, donde ya la concepción tradicional de la FAMILIA se encuentra completamente trastocada.
Ante estas nuevas Leyes, enseguida se argumenta: hay que educar para que la gente aprenda a convivir con esta “realidad” del matrimonio homosexual y de la posibilidad de que se adopte niños.
¿Educar?. ¿Acaso la educación no es hoy uno de los vectores principales de la crisis social, moral y cultural que vive el país?. ¿Acaso hoy la televisión no es uno de los medios mas importantes de “educación” cultural?.
La educación concebida por la Generación del ´80 –período menospreciado por historiadores mediáticos- que creo las bases de la educación para los niños y adolescentes, por la acumulación de crisis y de nuevas leyes que supuestamente rompen con el “oscurantismo” y traen progreso, terminan de esta manera las escuelas por dar de comer, vestir, contener una violencia social desbordada, y por si fuera poco brindar un conocimiento que ayude a los niños a desarrollar su mente y puedan progresar en su sociedad. ¿Acaso hoy también se debe educar que sea correcto dos padres del mismo sexo y advertir a los niños que no deberán discriminar por ello?.
Como bien ha dicho el Cardenal Jorge M. Bergoglio de la Iglesia Católica Romana acerca de la debatida ley: “esta en juego la identidad, y la supervivencia de la familia: papá, mamá e hijos. Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y con una madre. Está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios, grabada además en nuestros corazones”.
Como deciamos: se suma mas CAOS a la confusión existente, mas problemas para resolver por parte del Estado y de las organizaciones de la Sociedad Civil. No hay siquiera un esfuerzo por sostener aquello que durante siglos fue un ideal que millones acompañaron y defendieron. Hoy, la palabra "libertad" nos exige autoritariamente alcanzar todos los extremos conocidos sin importar lo que se destruya. Sin embargo, los que hoy son "libertarios" mañana serán "conservadores", puesto que habrá otros que irán mas allá; en cambio, la IGLESIA ETERNA sigue fiel a los principios heredados y del cual hemos de ser los eclesiasticos sus guardianes y difusores.
III – Seguir adelante
Cuantos ejemplos posee el cristianismo! Sus mártires que dieron la vida por la Fe en situaciones perdidas. Sin embargo, ganaron.
El CAOS social es evidente para todos, y la familia cristiana ha de subsistir con fuerza en medio del mismo. La Iglesia continuará a su lado como siempre lo ha hecho con aciertos y errores.
El Estado Laico de Occidente continuará su camino desintegrando todos los valores cristianos sobre los que en gran medida se edificó, instigado desde la “opinión pública” -fabricada desde los medios de comunicación-, construyendo día a día un mundo idílico, la nueva Babel que terminará hundiéndose en tanto se construye desde la confusión, incrementando el CAOS de las naciones, dando concreción al mundo del anticristo vaticinado por la Sagrada Escritura.
Como Católico Ortodoxos estamos obligados a crear y sostener lugares que sean reservorios del tesoro del cristianismo: monasterios, parroquias, escuelas, centros culturales, universidades, fundaciones, asociaciones civiles, grupos de ayuda; y ahí estarán presentes todos aquellos que todavía luchan para que el Reino de los Cielos sea una realidad en la tierra, venciendo al mundo del anticristo.
ARCHIEPARQUÍA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
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