jueves, 8 de septiembre de 2011

De Fr. Stephanos - El testimonio común de todos

EL TESTIMONIO COMÚN DE TODOS

Para el Parlamento Argentino de Religiones


La LIBERTAD religiosa “exigencia ineludible de la dignidad de cada hombre y piedra angular del edificio de los derechos humanos.”[1] Con estas palabras la Iglesia Católica Apostólica Romana da un anticipo del significado de los que significan los derechos humanos, además del compromiso para que esos mismos derechos humanos sean proclamados a los cuatro vientos y aplicados; que los organismos encargados de estas tareas delicadas consagren sus energías a este cometido no fácil pero exigente. Que el consejo de los derechos humanos sepa responder a la altura de la dignidad humana.


La humanidad primeramente es una familia con espíritu de familia, cooperación camino de diálogo y reconciliación, utilizar las características de los pueblos de modo transparente para edificación de las personas y la confianza del pueblo y del bien común como patrimonio de la humanidad.


Respetar los derechos de todos, se enfatiza nuevamente, de ese modo se construye sobre lo seguro con espíritu sereno a la manera del evangelio. Se inicia una época de diálogo que empezó en cierta manera en el siglo pasado, no olvidemos la amistad del Papa Pablo VI con el Patriarca Atenágoras I. Aprendemos que las operaciones ahora son conjuntas, donde el diálogo busca una solución pacifica en justicia y fraternidad, donde los gestos no omiten la caridad en un mundo sin violencia, con religiones que pongan en practica la cultura en un diálogo fomentador de la paz, a la manera de la Comunidad de Taizé en Francia, fundado por el servidor, el prior Roger, donde sus comunidades son “un anticipo del paraíso en la tierra.”


Padre Stephanos celebrando la Divina Liturgia en la Capilla de Piedra de San Jorge (San Vicente - Prov. de Buenos Aires) - 2011


Fr. Stephanos brindando la homilia



La autentica actitud religiosa es que la vida despierte sensibilidad por este bien fundamental.


San Pablo enfatizo que lo que nos lleva a la unidad es la oración, por ejemplo la de nuestro Señor ( san Juan 17, 21)


Todas las diferencias étnicas y sociales vividas en respeto y en el amor mutuo, convirtiéndolos en riqueza común muestran la calidad del creyente verdadero, de aquel que siembra la semilla en terreno fértil, dejando morir la semilla para verdaderamente vivir en Cristo. Se es testimonio del Dios verdadero, del Eterno, es necesario conocer este respeto profundo de la dignidad de la persona humana con la igualdad de derechos y deberes.


Queremos vivir la familla, el trabajo la solidaridad poner el amor en el lugar correcto, dando la prioridad que se merece “Amar a Dios sobre todas las cosas.”


Nuevamente recordaos a san Pablo que nos guía en un camino seguro de paz y concordia, este apóstol de tres culturas que pudo con el auxilio de la gracia de Cristo predicar a la cultura no solo hebrea, sino griega y romana. En su carta a los Efesios 4, 1-3 e la 1º carta a los Corintos 1, 10 solo en Cristo se llega a la unidad plena para obedecer al Señor que es el que nos lleva a la unidad plena. Recodemos que Cristo es “el príncipe de paz.” . Se nos exhorta a mirar la venida del Salvador, que nos conduce a la conversión interior y exterior, en la búsqueda de un Cristo encarnado en cada uno de nosotros, o sea de una naturaleza humana divinizada en nosotros.


En el Pantócrator observamos a Cristo, nuestro principio, revelación del misterio invisible del Padre, encontrando la paz. A Cristo le importa reinar en el corazón, porque encuentra nuestra libertad. El nos une a su realeza colaborando nosotros en el Reinado de su amor respondiendo con hechos.


Recurrimos a San Andrés, que nos ilumine a testimoniar comunicando la esperanza cristiana, avanzando por el camino de la vida con valores morales y espirituales. En el consejo mundial de Iglesias, su finalidad es el diálogo manteniéndose unida en los desafíos, con un pluralismo religiosos con grupos pentecostales y carismáticos , donde no hay un órgano central, ahora la pregunta que surge es ¿cuales son los desafíos y creencias y como enfrentarlos?


Mons. Teofano y el Padre Stephanos en la estación de tren de Alejandro Korn, proximos a viajar para la ciudad de Buenos Aires






Primeramente se lo enfrenta desde lo espiritual, con un diálogo de aprendizaje constructivo aprovechando y aprendiendo de estas Iglesias particulares y de los movimientos pentecostales.


Se parte del Patrimonio común de la fe.


Enfatizar la fe en un Dios Uno y Trino en la divinidad de Cristo, en la Cruz y la resurrección.


De esta declaración del Patriarca Atenagoras I y el Papa Pablo VI se indica que los lazos de hermandad trascienden la palabras, respondiendo a la gracia divina que toca a las diferentes denominaciones religiosas, superando las diferencias para llegar a ser uno como Jesús lo pidió en oración.


Fr+ Estephanos
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava


[1] Mensaje para la Jornada Mundial de la paz de 1988, preámbulo: L Osservatore Romano , edición en lengua española20 de diciembre de 1987, p. 1

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