EL CAMINO A LOS CIELOS I
"El
que está muerto a todo no puede dejar de pensar en la muerte; en
cambio, el que vive apegado a lo carnal no hace sino ponerse asechanzas a
sí mismo. Tú, por lo demás, no pretendas demostrar con palabras el amor
a los demás, antes bien pide a Dios que te conceda poder demostrárselo
sin palabras; si no lo haces así, no te bastará el tiempo para tus
demostraciones y para tu compunción. No te engañes, trabajador
insensato, pensando que podrás cumplir en un tiempo venidero lo que
debes hacer en el presente, porque tu jornada no es suficiente para
realizar todo cuanto debes hacer para el Señor, ni aunque se la dediques
toda sin interrupción. No es posible para los hombres, tal como te ha
afirmado, consagrar a la piedad el día que están viviendo, si no lo
consideran como el último de toda su vida. Es digno de
admiración el que incluso entre los paganos haya habido quienes se han
expresado de este modo al definir la filosofía como meditación acerca de
la muerte. Ésta viene a ser la séptima grada, y el que la alcance ya no
podrá pecar: Acuerdate de tus postrimerías y no pecarás jamás (Si 7,40)
San Juan Climaco
La Santa Escala
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