martes, 20 de agosto de 2019



LITERATURA Y TRADICIÓN
La profecía del Monje Jorge de Burgos de "El nombre de la Rosa"



El monje Jorge de Burgos en el film "El nombre de la Rosa" de Jean-Jacqes Annaud de 1986


Un gran escritor del siglo XX, brillante en su erudición, pero con un pensamiento que rechaza la luz más profundad de la Edad Media, en su libro, “El Nombre de la Rosa”, realza la importancia de Guillermo de Ockham -Guillermo de Baskerville en la obra- quién instaura la corriente del nominalismo en la Iglesia Romana, poniendo en crisis la corriente en ese momento dominante, la escolástica.

Para San Agustín, la razón debe subordinarse a la Fe; por su parte, para Santo Tomás, la razón y la Fe siguen caminos diferentes, pero al final, no entrarían en contradicción. Guillermo de Ockham, en cambio, dirá que la Fe y la Razón se separaban como dos verdades distintas, con un gran espacio entre ellas. Por tal motivo, nace el nominalismo, una forma de redefinir los conceptos en el mundo, rompiendo su relación con lo sobre-natural. Los conceptos son realidades de carácter lingüístico, nominalista, una lectura de signos, indicios. Aparta el conocimiento metafísico de la realidad, que pasa a ser un conocimiento de carácter inductivo, empírico. De alguna manera, Ockham, pone las bases del futuro empirismo que desarrollaría David Hume, produciendo el divorcio completo entre la Ciencia y la Religión.

Sin embargo, el autor de la novela, Umberto Eco, deja traslucir lo que él entiende como el oscurantismo medieval: el papel que cumple en la obra, el monje Jorge de Burgos. Este personaje, siendo bibliotecario, estará protegiendo a la cristiandad de no caer precisamente en la desviación moderna: “A nadie deberían prohibirle usar estos libros con toda libertad. Hay verdades que podrían hacernos dudar y la duda es enemiga de la fe” (1). Hoy en día, dicha frase despertaría rechazo, pero lo cierto es que precisamente, lo dicho en el libro por el monje, cobró realidad.

Sin dejar de lado los errores que pudo cometer la Iglesia a lo largo de los siglos (en sus diferentes denominaciones), lo cierto es que, fue desde la misma ECCLESIA, que se perdió el rumbo de elevar al a humanidad al Reino de los Cielos instaurado, por Nuestro Señor Jesucristo.

Umberto Eco, pone en palabras del monje Jorge de Burgos una profecía que terminaría cumpliéndose, para desgracia del autor de la novela:

Debatiendo con Guillermo, sobre la importancia de un libro de Aristóteles, “La Poética”, dice:  "La risa mata el miedo y sin miedo no puede haber Fe, porque sin miedo al Diablo ya no hay necesidad de Fe" (2). Mas adelante, el diálogo del Monje Jorge de Burgos continúa: "La risa seguirá siendo la diversión del hombre sencillo, pero ocurrirá si por culpa de este libro, los hombres DOCTOS declararán que es permisivo reírse de TODAS LAS COSAS. Pudiendo reírnos de Dios, el mundo desembocaría en el caos, por eso, he de sellar lo que no debe ser dicho, y me convierta en su tumba".(3)


La profecía que implícitamente se lee, se ha cumplido. Hoy no existe nada SAGRADO para este mundo que vivimos. Todo puede caer bajo la burla: Políticos, diplomáticos, militares, intelectuales, hasta discapacitados caen bajo el objeto de la burla. Un fenómeno cultural contemporáneo, como los “memes”, que se escudan en el anonimato, llegan hoy a burlarse de la Fe: líderes espirituales de todos los tiempos y hasta las mismas deidades. Podemos recordar entre incontables casos al tristemente famoso semanario satírico “Charlie Hebdo”, o “artistas plásticos” como otro tristemente célebre León Ferrari, las manifestantes “verdes” pro-aborto en la Argentina que atacan nuestra Fe y creencias con escenografías satánicas. De esta manera, con estas macabras manifestaciones de ESTOS “idiotas útiles” del Maligno, es que terminan ridiculizando la lucha contra el demonio.



   Un fenómeno contemporáneo: los MEMES  



       Portada de la revista "Charlie Hebdo"


              Memes mofándose de lo Sagrado                      



La obra satánica del "artista" plástico argentino León Ferrari (1920-2013) 




El Demonio logró que no se hable de él. Y si se habla, es a través de payasescos exorcismos que ridiculizan AÚN MAS su existencia. En tanto la risa, la burla, destruye lo SAGRADO, el Maligno suma a sus huestes más y más esclavos.

Mas que le pese a Umberto Eco, el monje Jorge de Burgos tenía razón.


S.E. Vladyka TEOFANO, Juan M. Garayalde
Archieparquia de la República Argentina
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero


Fuente: 1,2 y 3 corresponde al guión del film "El Nombre de la Rosa" de Jean-Jacqes Annaud. 

Del Libro "El Nombre de la Rosa" transcribimos un pasaje similar de mayor nivel de erudicción, dicho por el monje Jorge de Burgos:


"si la risa es la distracción de la plebe, la licencia de la plebe debe ser refrenada y humillada y atemorizada mediante la severidad. Y la plebe carece de armas para afinar su risa hasta convertirla en un instrumento contra la seriedad de los pastores que deben conducirla hacia la vida eterna y sustraerla a las seducciones del vientre, de las partes pudendas, de la comida, de sus sórdidos deseos. Pero si algún día alguien, esgrimiendo las palabras del Filósofo y hablando, por tanto, como filósofo, elevase el arte de la risa al rango de arma sutil, si la retórica de la convicción es reemplazada por la retórica de la irrisión, si la tópica de la construcción paciente y salvadora de las imágenes de la redención es reemplazada por la tópica de la destrucción impaciente y del desbarajuste de todas las imágenes más santas y venerables... ¡Oh, ese día también tú, Guillermo, y todo tu saber, quedaríais destruidos!"   ("El nombre de la Rosa" de Umberto Eco, pág. 644-645)


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