jueves, 31 de octubre de 2019

HALLOWEEN - En busca de las raíces de un oscuro sincretismo



HALLOWEEN
EN BUSCA DE LAS RAÍCES DE UN OSCURO SINCRETISMO




Celebración del Halloween en una localidad de los Estados Unidos en las prímeras décadas del siglo XX



I – SAMHAIN: EL INICIO DE LA ESTACIÓN OSCURA

Hallowenn, o Noche de Brujas, es una “fiesta” que linda entre una práctica que sobrevivió caprichosamente a través de los siglos mutando y fusionándose en nuestras sociedades, a una expresión materialista de la sociedad de consumo. Materializaciones del reino del Anticristo.

Los orígenes de la misma, pueden rastrearse a una festividad pagana llamada SAMHAIN, que en gaélico significaba “fin del verano”. Efectivamente, esta celebración era realizada en el mundo celta por los Druidas (casta sacerdotal), la cual se cree que aproximadamente se celebraba entre el 5 de noviembre y el 7 de noviembre, marcando el “año nuevo” celta. Se realizaba en los días previos al inicio del solsticio de invierno en el hemisferio norte, la estación "oscura".

Aunque poco se conocer acerca de la tradición druídica que nada dejó por escrito, nuestras fuentes las hemos obtenido a través de sus contemporáneos, los romanos y primeros cristianos. En la fiesta del SAMHAIN, el mundo de los vivos y los muertos se hacían uno. Los Druidas establecían contacto con sus antepasados, buscando la guía de ellos para que los vivos alcancen la inmortalidad del espíritu. Los espíritus de los fallecidos, en este tiempo festivo, visitaban sus antiguas moradas debiendo sus residentes recibirlos decorando sus casas y dejando luces en las puertas y ventanas. Los moradores,  utilizaban disfraces para pasar desapercibidos antes esa visita del más allá.




Dios céltico CERNUNNOS.
Detalle de Cernunnos representado en la placa del "Caldero de Gundestrup", hallado en Dinamarca en 1891.




II – CERNUNNOS, EL SEÑOR DEL OTRO MUNDO

La fiesta de SAMHAIN estaba consagrada al Dios Cernunnos, Karneîos, que se lo representaba con cuerpo humano y con orejas y cuernos de siervo, aunque a veces también se representaba con cuerpo de serpiente y con cabeza de carnero. Este era el dios cazador de los bosques, pero también, el Dios de la muerte y señor del otro mundo, lo cual llama mucho la atención con lo que posteriormente serán las representaciones del Demonio en la tradición cristiana.

La palabra Karneîos, tiene una similitud con la palabra griega Kerainos (rayo) y también está presente la raíz hebrea de KRN, que significa “rayo de luz”, implicando lo que esta en potencia, manifestándose; que viene de “lo alto”. Cernunnos, era el dios del “alto lugar”, que en la tradición druídica, se representaba con los TUMULUS, o CAIRN, esto es: montículos de tierra y piedras levantadas sobre una tumba o conjunto de tumbas. En el presente, estaríamos hablando de “mojones” que tienen como propósito brindar referencia del sitio en el que uno está o al cual se dirige.

En las estepas de Asia, dichos monumentos funerarios se llamaban los KURGAN, palabra derivada de un antiguo dialecto turco, cuyo significado posible originario era “fortaleza”.

Hilando lo dicho hasta aquí, Cernunnos se encontraba en lo alto de los monumentos funerarios, marcando el paso del mundo de los vivos al mundo de los espíritus.





Dios céltico CERNUNNOS.

La imagen fue hallada en el “Pillier des Nautes” (Pilar de los Nautas),  monumento erigido en una zona considerada sagrada por los antiguos celtas. En el año 528, los cristianos erigieron la iglesia de Saint Étienne en su lugar. En el año 1163, en época de los templarios, se edificó sobre la iglesia un nuevo templo: la catedral de Notre-Dame de París. Siglos después, en tiempos de Luís XIV (1710), a raíz de unas excavaciones, se encontró el santuario céltico en la cual se halló la imagen en piedra.



III – EL “MÁS ALLÁ” DEL MUNDO CELTA

¿Qué entendemos por la muerte, el “más allá” en la religión celta?

Los antiguos celtas denominaban al mundo de los espíritus como el TIR NA N´OG, cuyo significado es “la tierra de los siempre jóvenes”, un mundo -que en tradiciones irlandesas estaba representada por una Isla-, donde los muertos conviven junto a los dioses. El mismo, no tiene muchas diferencias con el mundo terrenal. Este es definido como un PARAISO, una tierra de hermosos paisajes. También en dicha tradición encontramos el “Paradisus Avium”, una tierra -como su nombre bien lo dice- paradisíaca donde los pájaros eran sus mensajeros en el mundo de los vivos. En el monacato occidental, se hallan las sagas de San Brandán, que se hace eco de estas tradiciones célticas.

Para los druidas, la naturaleza era su ámbito de trabajo, siendo entre otras cosas, hábiles conocedores de las plantas medicinales. Sus lugares sagrados donde realizaban sus ritos, que denominaban Nemeton (de nemed = sagrado), fueron profundas cuevas, antiguos menhires, claros en los profundos bosques, nacientes de manantiales, o en antiguos árboles que con sus raíces y copas, parecían unir el cielo y la tierra.

Entre los nemeton donde celebraban los ritos, se producía la interacción, entre el SHI, elemento divino, y el mundo. El SHI era la bisagra con el mundo de los espíritus, el TIR NA N´OG.


En la fiesta de SAMHAIN, la deidad Cernunnos era quién habría las puertas del TIR NA N´OG a pedido de los Druidas, para que el mundo de los espíritus traspase y se haga presente en el inicio del invierno,  la Estación Oscura.





Tumulus de Kernours, hallado en Le Bono, Morbihan, Inglaterra.
Lugar sagrado de la antigua religión de los druidas.



IV – EL CRISTIANISMO FRENTE AL MUNDO CELTA

La desaparición de la tradición celta del mundo europeo, no se da con la adopción por parte del Imperio Romano de la tradición cristiana. Aquella le sobrevivió muchos siglos, eludiendo a los misioneros cristianos y sus ejércitos, y acechando en las sombras a los monasterios que iban expandiéndose por todos los territorios donde los pueblos celtas habitaron.

Por ejemplo, existen antiguos poemas como el “Acallam na Senórach” (Historia de los Ancianos), siendo su autor el poeta Ossian, considerado, el Homero de las tradiciones Celtas. En el mismo relata un curioso encuentro con San Patricio, en el cual este último intentará convertirlo al cristianismo y Ossian se negará a renunciar a la religión de sus ancestros. 



Ossian relatando sus sagas a San Patricio



Esta realidad que se vivió en el Medioevo, provocó que la Iglesia intentara durante el primer milenio, borrar el paganismo en Europa, o de absorber/disolver esa espiritualidad pagana con sus fiestas religiosas. Esto, en muchos casos, derivo en un sincretismo. A modo de ejemplo, de este avance de la Iglesia en la vieja Europa, el Papa Gregorio IV, que gobernó el Patriarcado de Roma entre el 827 y el 844, pasará la Fiesta de todos los Santos, del 13 de mayo -instaurada por el Papa Gregorio III-, al 1 de noviembre. Por su parte, la Iglesia Ortodoxa, mantuvo hasta nuestros días la conmemoración de los Santos, para el primer domingo después de Pentecostés.

Como en toda celebración litúrgica, existe un oficio de VÍSPERA para la celebración de la misma, y en el caso del Día de los Difuntos, la misma se denominaba en escoces Allhallow-even, siendo “Hallow” una forma antigua, ya en desusó, de traducir la palabra “santo”. De esta manera, lo que hoy conocemos como Halloween, es la “Víspera de todos los Santos”.

Importante es también destacar, que con posterioridad, San Odilón de Cluny (962/1049) en plena tierra celta, crea un día especial para rezar por los Santos Difuntos, situando dicha fecha al día siguiente de la Fiesta de los Santos, eso es, el 02 de noviembre. Recién en el siglo XVI, será una celebración para toda la ecúmene romana. Ya ahí notaremos divergencias con la tradición Ortodoxa, puesto que dicha fiesta esta dirigida a los fieles difuntos que no gozan de la presencia de Dios, en tanto se estarían purificando en el purgatorio, a causa de los pecados realizados en vida.

En la tradición ortodoxa, se celebra el Martes de Radonitsa (“Día de regocijo”), 9 días luego de la celebración de la Santa Pascua de la Resurrección. Coincidentemente, también posee un origen pagano por aquellos pueblos que habitaban antiguamente en el mundo eslavo, permaneciendo vigente dicha tradición hasta nuestros días, pero ya adoptada, cristianizada, por la Iglesia Ortodoxa.

¿Por qué un día de regocijo?. Los días sábados, la Iglesia Ortodoxa dedica al recuerdo de los santos difuntos, pero durante las celebraciones pascuales, esto se obvia. Como consecuencia, 11 días posterior a la Pascua, en una celebración especial, se oraba por el nacimiento de sus seres queridos al cielo.

La celebración tenía lugar, en principio, en el templo, y luego los fieles y el clero, visitan los cementerios de la parroquia, llevando alimentos para comer junto a las tumbas de sus seres queridos, las cuales son adornadas con iconos, mantos coloridos, velas, y por sobre todo, dejando un huevo sobre la tumba, símbolo de la resurrección y del saludo Pascual.



Cuadro que representa la celebración del Martes de Radonitsa en la tradición ortodoxa eslava.



V – EL RENACIMIENTO NEO-PAGANO

A fines del siglo XIX, y principalmente durante el siglo XX, acontece un renacimiento de la fiesta de SAMHAIN en los Estados Unidos y Canadá, donde llegaron gran cantidad de inmigrantes irlandeses que venían huyendo de la gran hambruna desatada en su país (1845-1849). Como fecha indicadora que nos indica la expansión de la fiesta de Halloween (Samhain), es el año 1921, donde se realiza un primer importante desfile en la ciudad de Anoka, Minnesota.



Foto antigua de celebración del HALLOWEEN en los Estados Unidos a principios del siglo XX



No podemos obviar en este escrito, la importancia del surgimiento del neo-paganismo de la WICCA. Dicha “religión” fue impulsada por el escritor británico Gerald Gardner (1884-1964), antropólogo, ocultista y “mago”, quién escribió una serie de libros sobre magia y hechicería, argumentando que su fuente de información eran "brujas" que lo habían iniciado en esos saberes paganos.

El autor, quién se rodeo de ocultistas, “magos” y “sacerdotisas”, denominaba a sus alumnos “Wica”, palabra que proviene del inglés antiguo, cuyo significado es BRUJO.

Desde entonces, y a lo largo de las siguientes décadas, esta "tradición"  generó un “renacimiento” pagano, que por ejemplo se propagó en la música contemporánea, rescatándose antiguas danzas y bailes paganos, pasando por adaptaciones en música electrónica hasta una poesía pagana anticristiana, presente por ejemplo en algunas bandas de rock, destacándose el death metal. Otro fenómeno cultural donde el neo-paganismo se difundió, ha sido el feminismo contemporáneo que reivindican la sociedad "Matriarcal", llegándose a realizan ritos públicos de carácter satánico para protestar en favor de una ley de ABORTO (sacrificio de niños) sin limitaciones, situando a la Iglesia como su principal adversaria en esta guerra contra el modelo "patriarcal".



El Siglo XX y primeras décadas del XXI, fue testigo de graves crisis en la cristiandad. Por un lado, en la Santa Rusia surgió el comunismo genocida, que provocó fuertes rupturas en la Iglesia Ortodoxa, que hasta el presente la mantiene desunida, a pesar de un evento histórico como lo fue el Santo y Gran Concilio Ortodoxo de Creta del año 2016. Por su parte, la Iglesia Romana, inició un fuerte proceso de aggiornamiento como consecuencia de lo aprobado en el Concilio Vaticano II (1962-65), y las ultimas novedades del Sínodo para la Amazonia de octubre de 2019, todo ello acompañado por un proceso de judaización de la sociedad y cultura occidental, con sesgo anti-cristiano; y un crecimiento desmedido del fundamentalismo islámico, dirigido contra las naciones “pseudo-cristianas”, orgullosa de su pasado masónico, como es el caso de los Estados Unidos y sus circunstanciales aliados en sus intervenciones militares en Latinoamerica, Medio Oriente y Asia.



Gerald Gardner, de pié, realizando uno de sus rituales



VI – CONCLUSIONES

El mundo celta y el mundo cristiano, no poseen puntos de contacto entre sí, hablando de lo estrictamente exotérico -manifestación de sus ritos, creencias e historia sagrada-, pero SI tuvieron un encuentro/confrontación en un momento de la existencia de ambos, prevaleciendo el segundo por sobre el primero.

Aquello que ha sobrevivido del mundo celta, ha sido, por un lado, una búsqueda nostálgica de mundos y creencias desaparecidos, y en el otro extremo, un renacimiento artificial de celebraciones y creencias que no tienen asidero espiritual con los antiguos druidas. De esta manera, se invocan fuerzas desconocidas, con ritos que serían imposible de asegurar que sean los originarios, y celebrantes, incapacitados para trasmitir una fuerza espiritual ancestral. Por ese motivo, este renacimiento “neo-pagano” es ARTIFICIAL, siendo aún más peligroso esta característica, en tanto el mismo surge como respuesta/propuesta satánica, desafiante al Cristianismo.


Como cristianos, debemos respetar aquello que ha sido, y que tuvo un tiempo de manifestación como lo fue la tradición celta. Todo lo pasado es enseñanza, es comprensión de la historia del hombre y su relación con lo DIVINO. Es así que podemos, para finalizar este escrito, hacer una relación entre la deidad del Cernunnos/Karneîos con aquellos principios perennes que en el presente viven en nuestras mentes.

Como hemos dicho, el Cernunnos mediaba entre el mundo de los vivos y los muertos. Su etimología tanto griega como hebrea hacía referencia al “rayo de luz”, y el mismo era representado con cuernos, termino que también derivara posteriormente en su uso, traducción inmediata. Asimismo, descubrimos que de dichas raíces etimológicas deriva el término CORONA (cornu, corona). Las puntas de los cuernos, representan también el centro-origen de la futura fertilidad, del renacer de sus hojas y semillas, cuando el invierno haya pasado. De la misma brotará la vida. Por su parte, la Corona, representa en la Realeza, el pontifex (hacedor de puentes), aquel que debe guiar a su pueblo a la VIRTUD, adquiriendo su sabiduría “de lo alto”, que emanará como “rayo de luz”. En el Corán, al conquistador Alejandro Magno, se lo denomina Dhul-Qarnayn, “el de los dos cuernos”, aquel que domina oriente y occidente, el día y la noche y demás opuestos que se unen, y reconcilian en el pontifex.

La corona, no necesariamente ha sido siempre de metales preciosos, otras veces, han sido ramas espinosas, las mismas evocando también esos “rayos de luz”. Y fue Nuestro Señor Jesucristo, el Dios hecho Hombre, coronado con espinas, que venció a la muerte (la oscuridad, simbolismo de la larga noche invernal) para redimir al mundo y marcarnos el camino (“La resurrección de los muertos”).

Es el pasado, símbolos sagrados que recogemos de mil caminos olvidados y mil vientos que los surcan, que hacen música atravesando los bosques y sus piedras apiladas, que se revelan en nuestra Cristiandad, que se hacen presentes, que construyen lo eterno, guiándonos en nuestra conquista del Reino de los Cielos.





S.E. Vladyka TEOFANO, Juan M. Garayalde
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero
Archieparquía de la República Argentina

No hay comentarios:

Publicar un comentario