miércoles, 3 de mayo de 2023

Cuando la LUZ permanecio en medio de la Oscuridad

 

CUANDO LA LUZ PERMANECIO EN MEDIO DE LA OSCURIDAD


“Que mi nombre perezca en la historia, solo para que la Iglesia pueda vivir” (San TIKHON de Moscú)


SB TIKHON dando la bendición a los fieles

Nos llega un relato donde su protegonista fue Su Beatitud TIKHON,  último Patriarca legítimo de la Santa Rusia, quién fuera convocado a un congreso de diputados obreros y campesinos en los primeros años de la era soviética.

En el momento en que se lo facultó para dirigirse a la multitud, un miembro del partido bolchevique, que era orador y organizador del Congreso,  con una amplia sonrisa se dirigirá al Patriarca con las siguientes palabras: “¡Nosotros, padre, hemos ganado al oscurantismo de la Iglesia!”, habiendo sido aquel uno de los organizadores de las diferentes exposiciones  que hablaban sobre las “proezas” del comunismo y del ateísmo que debían profesar las masas, y del odio que había que tener sobre la Iglesia y tantos nuevos enemigos del Estado Totalitario Soviético.

Sin embargo, Su Beatitud TIKHON, dejando de lado la sonrisa burlesca de su interlocutor, con una mirada puesta en el horizonte y con sus ojos llenos de una profunda Fe, respondió:  "No lo creo".

“¿Qué es lo que no cree?” Le responde sorprendido el propagandista bolchevique.  

Su Beatitud TIKHON, ya sin mirarlo, avanzando hacia la tarima donde se encontraría de frente a los obreros, responde: “Puedo refutar su declaración en dos palabras…”

Y sin alcanzar a ver la expresión de desagrado y sorpresa de parte de su ya no tan risueño interlocutor, llega al centro de la tarima, y levantando los brazos y con la mirada firme y llena de santidad saluda: “¡¡CRISTO HA RESUCITADO!!”

Y toda la sala, en un solo rugido responderán: “¡¡¡VERDADERAMENTE HA RESUCITADO!!!”

En aquellos años oscuros de la Santa Rusia, nacerá la Iglesia de las Catacumbas, que estaría lista para recibir a todos los que rechazarían en sus corazones la dictadura atea y genocida del Comunismo Soviético, que dominaría con terror y salvajismo 70 años de la vida de ese gran pueblo doblegado y sometido a tantas injusticias.


Representación del arresto de SB TIKHON que quedaría oculto a la vista del pueblo hasta su muerte


A su Beatitud TIKHON se le atribuye la frase “Que mi nombre perezca en la historia, solo para que la Iglesia pueda vivir”. Nunca los bolcheviques se animaron a asesinarlo para evitar un levantamiento del pueblo que terminará en una nueva masacre que no podría ocultarse en las oscuras cárceles del soviet.

Sin embargo, a lo dicho por SB TIKHON, ha acontecido lo contrario: fue su figura en medio de las ruinas de la Santa Iglesia Rusa, que prevalecerá a través del tiempo,  a pesar de la vil caída de una cobarde y corrompida Iglesia Ortodoxa Rusa, que se someterá al Soviet en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial -con sus honrosas excepciones-.  

Es, y será, la figura de San TIKHON, su testimonio y martirio en un forzado confinamiento, la imagen de una iglesia que nunca se sometió  a la banda de genocidas y cobardes burócratas que se apoderaron de ese gran país teóforo.

MEMORIA ETERNA


Archieparquia de la República Argentina

Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero

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