El Altar Familiar

 

EL ALTAR FAMILIAR

 

I - ¿Por qué el cristiano ortodoxo debe hacer su propio altar en su casa?

 

En los tiempos actuales, más que en la antigüedad, son necesarios los altares en el hogar. ¿Porque?

 

Vivimos en una sociedad donde predomina lo que el politólogo Giovanni Sartori definía como el “homo videns”, esto es “un ser fabricado por la televisión cuya mente ya no es conformada por conceptos, por elaboraciones mentales, sino por imágenes”.

 

Hemos de hacer altares, porque nuestra vista debe contemplar lo ETERNO y no lo EFIMERO. En el hogar abundan las “pantallas”: la televisión, la computadora, el celular, instrumentos de realidades confusas, distractoras. “Pantallas” que en algunos pocos casos, une a la familia, en otros, los aísla de la misma, los invita al conflicto, en tanto este último, “mide” al exponer las miserias del ser humano, lo “prohibido”, lo torcido.

 

El homo videns necesita “ver”, y por ello, debemos llevar a la contemplación del ICONO, que nos invita, como transmisor, emisor de un mundo transfigurado en el cual nuestra mente y corazón deben aceptar sumergirse, a través de la ORACIÓN ININTERRUMPIDA.

 

Donde se haya presente el ICONO, será un lugar de oración, un sitio de encuentro para toda la familia.

 

II - ¿Por qué el hogar es importante para venerar un ICONO?

 

Es porque será en los hogares, donde la Iglesia de Cristo comenzará a nacer.

 

El hogar como Iglesia, nace de los primeros tiempos del cristianismo, donde la ecclesia -asamblea- se reunía en secreto en casas de familia o lugares apartados de los poblados. Ahí, solían recibir a los nuevos cristianos, quienes eran sometidos a un examen antes de ser parte del grupo. Eran los tiempos del catecumenado, de los “Escuchantes” (akusmáticos), de los “Prosternados” (que oraban por los fieles -pistos) y de los “Conocedores”, los que estaban listos para recibir el Sacramento del Bautismo.

 

Con el tiempo, esos lugares santos tendrían iconos a los cuales venerar, una puerta a un mundo que nos enseña el significado de la Theosis, de la transfiguración en vida. El ICONO nos trae a aquellos, SANTOS, que lograron alcanzar ese camino, junto al Pantocrator y la Theotokos, la materialización visual de las Sagradas Enseñanzas del Evangelio.

 

No debe faltar en el hogar ortodoxo, ese rincón, ese lugar donde la Cruz, los iconos y las velas, son puerta a la eternidad.

 

Compilación: Patriarcal Ateneo San Marcos

Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero