sábado, 6 de marzo de 2010

El día que un shopping tuvo una Ekklesía dentro


EL DÍA QUE UN SHOPPING TUVO UNA EKKLESÍA DENTRO

Cae la noche sobre el conurbano bonaerense. El gran municipio de La Matanza comienza a calmar su movimiento. Los colectivos de distintas líneas y colores saliendo de la gran ciudad de Buenos Aires llevando a miles de personas a sus hogares luego de una larga jornada de trabajo.

Algunos, se detienen frente al nuevo Shopping de San Justo, para hacer compras de urgencia, algunos aprovechando el gran patio de comidas para cenar. También jóvenes paseando, tomando una cerveza, con risas estridentes como necesitando llamar la atención. Otros, ingresando a una nueva función de cine, para vivir una fantasía nueva. Y por otro lado, cientos de jóvenes con rostros cansados, atendiendo los negocios esperando la hora de cierre y el fin de la larga jornada.

Por los pasillos de la misma, cuatro hombres de negro ingresando en esa jungla de luz, carteles de publicidad, vidrieras y mas vidrieras. Cuatro hombres que parecen ir a contramano de la historia. Para los curiosos que miran, no parecen ser de este mundo, y menos pertenecer a ese sistema de consumo, promoción y explotación.

Una noche en el Shopping de San Justo


Es la despedida de Mons. +++Valerian que parte para Europa. Junto con él caminan Mons. Franc, Mons. Teofano y el Padre Arcadio. Los cuatro hombres de negro caminando en la jungla de luz.

Mons. Mijail no pudo acudir para esa despedida desde su lejana Eparquía de La Plata. Un fiel lo precisaba, y no se hizo necesario aclarar mas. Primero los pobres de espíritu, luego las formalidades, asi lo ha querido nuestro Señor JesuCristo.

La humilde vivienda de Mons. Valerian estaba revuelta por los preparativos del viaje, y el Shopping de San Justo, a pocas cuadras de ahi, fue lo que teniamos a mano para ese sencillo evento: una cordial pero muy sentida despedida.

Cenamos esa noche, mientras Mons. Franc garabateaba la futura Catedral en un pedazo de papel. Todos soñando y tratando de ver en esos dibujos un sueño de todos hecho realidad. En ese momento ameno con anécdotas, sueños, proyectos, protegía mis papafritas de ser hurtadas por Mons. Franc -no logrando mi cometido-, el Padre Arcadio mareando a la pobre moza con la ensalada que pidió, y Mons. Valerian coronando su cena con un plato de papafritas y huevos fritos, una comida “light” para el futuro vuelo a Europa.

Durante la estadía de Mons. Valerian en Argentina, los Obispos de la Argentina estuvieron junto con él para darle un informe del panorama de nuestra Iglesia y sobre las futuras actividades a realizar. En la foto, reunidos en la vivienda de Mons. Franc Primozic. Presentes: Mons. Valerian, Mons. Mijail, Mons. Teofano y el Padre Arcadio.

Por un momento, se cruzo en mi mente la palabra de Nuestro Señor Jesucristo: «Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos» (Mt. 18:20). Ese es el misterio mágico de la expansión del Cristianismo:

La Iglesia nace con el Pentecostés, la llegada del Espíritu Santo -anunciado por Cristo a su muerte- derrama su misión sobre los Apóstoles, y estos hasta el día de hoy continúan transmitiéndo por imposición de manos a toda la casta sacerdotal de la Iglesia Católica Apostólica del Oriente y el Occidente, del Sur y del Norte.

¿Y que es la Iglesia?. Deriva del griego ekklesía, cuyo significado es “asamblea”. Desde el inicio, cuando Jesucristo se reunía con sus seguidores, formaban una asamblea, una congregación de creyentes del Evangelio que predicó nuestro Salvador. Y así será, que cada vez que un grupo de cristianos se reúnan en nombre de Cristo, la Iglesia estará conformada. Esa fuerza invisible que se hace presente en toda “asamblea”, es lo que movilizo a millones por siglos para construir el cristianismo.

Mons. Valerian junto a Mons. Mijail, Mons. Teofano y el Padre Arcadio




Mons. Valerian conversando con el Padre Arcadio en la Capilla de Piedra de San Vicente




Mons. Valerian bendiciendo a la futura Nazarea Liliana



Esa noche de verano, en el Shopping San Justo, la “asamblea” se formaba, ante la mirada sorprendida de los que transitaban los pasillos del lugar, al ver esos cuatro hombres hablando de cosas ajenas a esa jungla de luz. Mas ella, no era nuestro edificio .. sino Cristo. Él nos cubría con su protección, nos apartaba de un mundo superficial para sumergirnos en el Suyo.

Los otros días, recibía del Nazareo Aecio una foto sacada un domingo de la Divina Liturgia en presencia de Mons. Valerian y Mons. Arnedo, a la cual le aplica esas técnicas modernas para alterar la fotografía. De esta manera, a un fondo humilde que teníamos por detrás, el Nazareo Carlos superpone la imagen de una Iglesia, como si ella hubiese estado presente cubriéndonos ese mediodía en la Capilla de Piedra de San Vicente.

El Nazareo Aecio me dijo: “al ver la foto, pude ver por detrás de ella algo grande, y eso intente agregar en la imagen”. Esa foto irreal que reproduzco en este artículo, es lo que todo cristiano debe tratar de ver cuando se reúne en nombre de Cristo, puesto que como Él dijo, “ALLÍ ESTOY".

Buen viaje Mons. +++Valerian.
Que Xristo lo proteja.

La imagen que el Nazareo Aecio tomo de la Divina Liturgia celebrada en San Vicente con la presencia de Mons. Valerian, colocandole de fondo la foto de una antigua Catedral: una imagen que muestra que mas allá del sitio donde se celebre la Vida y Muerte de Nuestro Señor JesuCristo, una Jerusalen Celeste invisible está rodeandonos, protegiéndonos en nuestra misión.

Xristos Anesti!
Mons. Teofano

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