EL RÍO DE LOS NAZAREOS – Parte I
FIESTA DE LA THEOFANIA – NACIMIENTO CON EL AGUA Y EL ESPÍRITU
“Apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados” (Marcos 1:4)
El Río de los Nazareos - Brazo del Chapaleufú - Gardey - Prov. de Buenos Aires - Argentina
I – El Nazareo Juan el Bautista
Corría el año 779 desde la fundación de Roma. El Imperio estaba bajo el gobierno de Tiberio, quién luchaba por fortalecer los grandes territorios que componían el imperio más grande del mundo antiguo en Occidente.
La historia transcurría por otros rumbos, sin embargo, ajenos a luchas intestinas que se desarrollaban en la gran ciudad de Roma; en la parte oriental del imperio, en la región de Palestina, las Sinagogas perpetuaban un poder religioso que cada día se mostraba más mezquino en el mundo que se abría a través de la PAX Romana uniendo tres continentes. Surgió así un hombre, un PROFETA, el último del Antiguo Testamento, el Nazareo Juan el Bautista, quien alzó su voz contra las prácticas religiosas extremadamente “legalistas” que inundaban aquellas tierras gobernadas por el sanedrín, y marchó al desierto a preparar a los pueblos para un nuevo comienzo.
“Arrepentíos, porque se acerca el Reino de los Cielos”, era la frase con la cual Juan el Bautista recibía a los viajantes, y luego, los sumergía en las aguas del Jordán para lavar sus iniquidades y prepararlos para algo que se avecinaba.
De todos los lugares: Jerusalén, Samaria, Galilea, Judea y más regiones de ese mundo antiguo, venían a escuchar la prédica de Juan el Bautista, “la voz que clama en el desierto” (Is. 40:3).
Mons. Francisco de la Compasión, Franc Primozic, en el colectivo dialogando con parte del contingente de peregrinos.
Los primeros en arribar comienzan a organizar el campamento
Corría el año 779 desde la fundación de Roma, cuando un joven de 30 años se presentó a las orillas del Jordán para ser bautizado por el Nazareo Juan. Éste lo reconoció y su corazón latió como nunca lo hizo en su vida. Mas no se atrevió a obedecer lo que ese joven, Jesús de Nazaret, le pedía. Sin embargo, él le pidió que lo bautizara, para cumplir con aquello que estaba escrito en los Cielos por el Padre.
Ese día, Jesús, el CRISTO, hace su aparición en la historia para iniciar sus enseñanzas, que marcarían un nuevo comienzo para todos los pueblos del mundo. Palabra e Imagen se hacen presentes en una sola entidad viviente, que descendió de los cielos y nació de María Virgen, nuestra Santa Theotokos.
* * *
Hoy, no existe ya Roma. Sólo son ruinas y una sabiduría gloriosa y trágica que se transmite en los libros e imágenes de mundos ya desvanecidos. Hoy existen otros imperios, otras preocupaciones, mas sin embargo, las cuestiones del espíritu transitan otros rumbos. De esta manera, hay que intentar en las fechas que rodean a la Fiesta de la Theofania (manifestación de Dios, su bautismo en el Jordán), buscar un arroyo, un simple curso de agua y limpiar las iniquidades tal como Juan el Bautista enseñaba, puesto que, “El Reino de los Cielos se acerca”. ¡Y que mejor que empezar el año dejando que una corriente de agua cristalina nos invada y se lleve todas nuestras miserias y tristezas!
Rocas por donde corre el afluente del Chapaleufú formando pequeñas cascadas
Las aguas esperan la llegada de los peregrinos
II – La Magia de GARDEY
Como todos los años, Mons. Francisco de la Compasión, Franc Primozic, con su corazón nazareo, partió a conmemorar la Fiesta de la Theofania en un lugar desconocido por muchos: GARDEY, situado en la Provincia de Buenos Aires, a pocos kilómetros de la ciudad de Tandil.
Contemos un poco su historia…
Según el escritor Jorge Miglioni (1), el pequeño poblado nació en torno a la estación del ferrocarril que originalmente se llamó “Pilar” para luego llamarse “Gardey”, por haber sido Juan Gardey el dueño de los campos que rodeaban la estación y donde se levantaba el “Almacén y Tienda las Horquetas”.
Finalmente la pequeña población, en 1913, recibiría el nombre de uno de sus fervientes emprendedores: GARDEY que hoy en día cuenta con una población de aproximadamente 700 habitantes, siendo las actividades rurales la principal fuente de desarrollo económico.
El Padre y Nazareo Arcadio iniciando la ceremonia junto al Río de los Nazareos
En las aguas ayudando a las personas a limpiar sus iniquidades para el año que se inicia
Una noche donde Mons. Francisco viajaba por los campos de la provincia de Buenos Aires, que buscando donde conciliar el sueño, llego al poblado de GARDEY. Ahí, unos habitantes le recomendaron ir al camping del poblado para pasar la noche.
Por el medio del camping, cruzaba uno de los brazos del Río Chapaleufú.
Ahí pernocto, y no fue hasta la mañana, cuando salió de su carpa, que vio fluir el arroyo entre las rocas como un manantial cristalino. Era algo mágico.
De las rocas luego se volvía a transformar en un pequeño arroyo que alimentaba la pileta del camping.
El Nazareo Francisco, Sintió en ese instante de contemplación que ese era el lugar al cual peregrinaría todos los años para conmemorar la Fiesta de la Theofanía, para ayudar a las personas a reencontrarse consigo mismas y con sus prójimo, y así de esta manera, empezar diferente el año.
III – Continuar con el Legado
Decía Juan el Bautista:
“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mi, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3:11)
Que mejor reconocimiento a la humildad y piedad del Profeta Nazareo Juan el Bautista, que continuar con su santa predica llevando a las personas a saciar su sed espiritual, y así lavar sus debilidades y sufrimientos.
En este 2012 estuvimos una vez más, rodeado de la hospitalidad de los pobladores de GARDEY y de sus pájaros con colores de arco iris que nos saludaban por las mañana sobre las copas de los árboles que cubrían el fluir del arroyo de los nazareos.
La Liturgia de la Fiesta de Theofania: Mons. Francisco de la Caridad, Arcipreste Arcadio y Mons. Teofano en GARDEY, Provincia de Buenos Aires - Argentina
"Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautismo; pero el mas pequeño en el Reino de Dios es mayor que él. Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizandose con el bautismo de Juan" (Lucas 7:28,29)
Xristos Se Rodi!
++Teofano, Juan Manuel Garayalde
Notas:
(1) Miglione, Jorge – “Breve historia de GARDEY” En: http://www.cybertandil.com.ar/ciudad/gardey-historia.htm
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