ENTRONIZACIÓN DE LA VIRGEN DE URKUPIÑA

PARTE I

Catedral de San Ildelfonso en la ciudad de Quillacollo (Bolivia)

Altar a la Virgen de Urkupiña en la Catedral de San Ildefonso de Quillacollo

I – El cerro de la Virgen

Se suele identificar a las alturas con sitios donde la espiritualidad es elevada. Son regiones que no se adaptan a las estructuras racionales de los hombres, que buscan someter montañas y cerros a sus caprichos. Las alturas siempre son un desafío y ello exige un esfuerzo que requiere preparación física y mental.

Asimismo, en las alturas se esta mas cerca del silencio absoluto. Sólo el sonido del viento y el canto de algún ave nos hace companía. Dichos lugares son los que mas buscamos para estar cerca de la divinidad, y en las cimas de muchos cerros y montañas se han creado grandes edificaciones dedicados a la contemplación divina.

Un pequeño Santuario se construye en medio de los campos de la Provincia de Buenos Aires. En la foto, varias virgensitas de Urkupiña, varias de ellas traídas de Bolivia listas para recibir su Bautismo

Bellisimas telas artesanales para vestir a las virgensitas, con muchos detalles hechos a mano por artesanos de nuestro pais hermano de Bolivia

El Sagrado Corazón de Jesús se destaca en medio del Santuario dedicado a la Virgen de Urkupiña en San Vicente (Prov. de Buenos Aires - Argentina)

A pesar que la modernidad ha querido domesticar la naturaleza, aunque el resultado hasta el momento es la de su destrucción, la presencia divina sigue manifestándose en el recuerdo de muchos. Hoy, queremos recordar lo acontecido hace supuestamente unos 400 años, en el cerro de Cota, en lo que hoy es la República de Bolivia. En tiempos del antiguo Virreynato del Perú, una niña guiaba a un rebaño de ovejas por esos cerros que componen la Cordillera de Cochabamba, y surge ante ella una mujer que cagaba en sus brazos un niño. No era una mujer común; esta resplandecía en el cerro, y aunque parecía provenir de otras tierras, le hablo a la niña en su idioma nativo, el quechua.

Ese encuentro no sería el único. La pastorcita verá reiteradamente a ese mujer y al niño, que según las tradiciones orales, jugaban juntos.

La familia de la niña supo del hecho, y al desconocer quién serían esas personas, fueron a consultar junto con unos vecinos a la autoridad mas importante del paraje, que en este caso era un sacerdote. La decisión fue marchar hacia el lugar donde la niña relato los encuentros para ir a ver quienes eran esas perssonas misteriosas.

Un 15 de agosto los padres de la pastorcita y vecinos curiosos que querían develar el misterio de los extraños merodeadores, fueron al cerro de Cota y se asombaron al ver a la niña acompañada por una señora y su hijo, que resplandecían. Estos últimos al ver a los curiosos empezaron a ascender y desaparecieron en la distancia. Todos fueron corriendo al encuentro de la pastorcita y le preguntaron, a donde habían ido esa señora y su hijo. Esta, muy feliz respondió: "ork`opina, ork`opina" (en quechua: "ya esta en el cerro").

Dice la tradición que en el lugar donde la Virgen y el Niño veían a la pastorcita, encontraron una bella imagen de ambos, que denominaron la Virgen María de Urkupiña. En el lugar se construyo un santuario, el cual duró hasta que fue trasladada a la Iglesia de San Ildefonso, de la ciudad de Quillacollo, luegar que se convirtió en el centro espiritual del pueblo boliviano y que hoy en día es venerado en muchos lugares de Latinoamérica.

Las "chicas de Urkupiña" posan en la foto. Ellas fueron parte importante de la organización del evento que conto con mas de 300 personas. No paraban de correr de un lado a otro. Nuestras felicitaciones por el hermoso trabajo realizado y por lo bien que nos trataron en nuestra visita.

Una serie de cuadros religiosos puestos a la venta. Con las ganancias, la comunidad de fieles del a Virgen de Urkupiña realiza ayuda social a familias que mas necesitan.

Para Bolivia, la Virgen María de Urkupiña es un símbolo de la unidad de una Nación que hace tiempo sufre amenazas de separatismo. A la unidad espiritual que EXISTE, debe sumarse la de la Autoridad Temporal, el símbolo del Virreynato que debe retornar para mantener unida una nación que tiene en su gente la unidad de los mundos precolombinos con la Tradición Católica.

II – La Virgen María de Urkupiña en la Pampa Húmeda de Argentum

A nuestra comunidad llegó un día Víctor, un hombre humilde que nos comienza a hablar de la Virgen de Urkupiña y de las cosas hermosas por las que había intercedido para que Víctor superara difíciles momentos de su vida. Y como toda persona que esta realmente agradecida por algo, inició un gran proyecto del que hizo participe a su comunidad, toda gente de campo, de trabajo, humildes hasta cuando tienen recursos suficientes para diferenciarse del resto como es característica de estos tiempos de crisis espiritual donde se desprecia al que menos tiene.

Este hombre lleno de agradecimiento invitó a Mons. Franc para que brindara la Divina Liturgia en un santuario que estaba construyendo la comunidad a la que pertenecía, y que bendijera a todas las virgencitas que la gente de la zona traería para el evento.

Así partimos el sábado 18 de septiembre una delegación de nuestra comunidad encabezada por Mons. Franc y Teofano, el Padre Arcadio y Stephanos y el hipodiácono Juan Carlos.

En primer plano el Padre Arcadio preparando el ALTAR para brindar la Divina Liturgia. A su lado el Padre Stephanos y Mons. Franc

El Padre Arcadio y el Padre Stephanos celebrando la Divina Liturgia teniendo a sus espaldas el Santuario con todas las virgencitas que iban a ser bendecidas

La comunidad de seguidores de la Virgen de Urkupiña participando de la Divina Liturgia. La gran mayoría miembros de la Iglesia Católica Romana, siguieron con respeto la celebración de la Liturgia Catolico Ortodoxa. La Virgen nos une. Esos son los milagros por los que debemos dar gracias y nosotros, sacerdotes, somos los primeros.

El día estaba maravilloso, ya primaveral. La camioneta que nos llevaba comenzó a transitar las huellas de caminos de tierra cruzando campo tras campo. La marcha fue amena mientras Mons. Franc enumeraba un repertorio de chistes que involucraba animales de campo..... Nos reíamos mas por lo malo que eran los chistes.

Al llegar al lugar, nos encontramos con un edificio a medio construir en pleno campo. El mismo sería un salón de fiestas para la comunidad agrícola y ganadera de la zona. La obra era envidiable, y la colaboración de los vecinos más aún. Uno se encontraba frente a una verdadera comunidad solidaria y con una particular veneración: La Virgen de Urkupiña.

El Padre Stephanos junto a las "chicas de Urkupiña"

Mons. Franc agradece a todos los presentes por la invitación y por la donación dada a nuestra Iglesia en nombre de toda la comunidad de seguidores de la Virgen de Urkupiña