LA PRESENTACIÓN
EN EL TEMPLO
PARTE II
El
celador de la memoria
Venerable Arcipreste Pavel Florenski
“Entrar
en el Templo produce la aspiración de Dios.” (1) Anónimo.
"En el Templo nos damos cuenta que respiramos el futuro" (2).
Lo
representado y la forma, actúa. El siervo de Dios Venerable Pavel Florenski,
hace hincapié en la visión espiritual o mejor dicho en la espiritualidad que surge del
Verbo Eterno que esta dentro nuestro por el bautismo, su teología es “¡sin Dios
no se puede vivir!”. En esta tierra podemos juntar acumular, guardar, eso no es
malo, pero gracias a Dios, lo que apreciamos, es que “el acumular” en el Cielo
no existe. Se vive anticipadamente los bienes celestiales
de la fe, podemos decir el premio celestial por gracia, corona de justicia. La energía operativa enciende la luz interna
de lo espiritual, en la fe testimonial, fruto del depósito del “Santo Espíritu
Consolador que está en todas partes.” El cristificado Pavel instruye
piadosamente, donde el acercamiento y
anonadamiento, actúa por el Maestro
Interior (esto es el Parakletos), y es lo que se realiza en la
Presentación del Templo, en “la
dedicación a Dios”, todo lo que es de la creación, porque “al fin y al cabo
todo vuelve a Dios”, presentación que produce el comienzo del acercamiento y
anonadamiento en Dios, en la intimidad crística, claridad del corazón y del
“nus” (espíritu humano) reavivando las virtudes, lo espiritual, en un anonadarse en la simplicidad y singularidad, suma
la carne a lo espiritual, en la espiritualidad de la materia, “toda la persona, en su totalidad en alma
cuerpo y espíritu, la energía entra en el corazón (esencia del nus), en toda la
relación, en el templo interior, corazón y mente, construcción de la verdadera
catedral que es el corazón, logrando que la realidad substancial de Dios entre
en nuestra vida”, en la del infante,
en sentido vivo y total.
El verdadero
ser (del infante) comienza a surgir a partir de esta dedicación, el aliento de
Dios llega en nosotros, actúa la
Presencia de Dios a partir de nosotros, es la ceremonia de Dios en la
arquitectura del Reino de Dios. En la Presentación cruzamos, podemos decir
“armoniosamente” con permiso, el umbral del misterio, al ver, lo que ningún ojo vio, el puente que nos
acerca a la verdadera estrella de Belén que brilla pero que muy pocos la ven.
Misericordiosamente lo simbólico se
potencia en la realidad, tangible, saboreando lo eterno porque Dios “colocó el deseo de la
serenidad y eternidad en el corazón”. En
la ceremonia de Presentación en el Templo, oportunidad única e irrepetible de
conocer la trascendencia singular única de cada persona, podemos “porque
venimos de Dios, y Él que esta dentro de ti, lo comienzas a escuchar”.
El sacerdote hace ingresar por por primera vez al bebe al Templo, donde "se respira el futuro". Ahí, levantándolo y haciendo la señal de la Cruz dice: "El siervo de Dios entra a la Iglesia, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Eucologio Bizantino)
El niño, es llevado ante el iconostasio, donde lo recibe el sacerdote que lo bendice con estas palabras: "Bendice a
este niño que ella ha dado a luz, haz lo crecer en tu santidad, enséñalo, dale
un entendimiento honesto y una mente lúcida, porque Tu lo has sacado de la nada
y le has dado el ser. Tu que lo has hecho ver la luz material, hazlo digno de
la luz espiritual, en el momento que Tu dispongas, uniéndolo al número de Tu
Santo Rebaño, por Tu Hijo Único, con quien eres bendito, ahora y siempre y por los
siglos de los siglos" (Eucologio Bizantino-Eslavo).
Una
abuela muy pobre y humilde decía que “Dios está dentro nuestro”, pero también
agregaba “me duele el pensamiento” (loyismí: pensamientos, reflexiones, ideas)…,
tristemente no conoció la Presentación en su niñez , pero en
la misericordiosa Providencia, dió pie a pedir un ordenamiento ante la
energía (jaris) increada, gracias al poder descubrir que Dios es “Especial”, porque actúa en el servidor, en la gente pobre y
sencilla…que “posee una visión total de mundo”…”en el poder irresistible de la
particular estructura de la personalidad”, en otras palabras, la abuela en su
interior se presenta ante el trono de Dios (se dedica), se está limpia, ilumina e ilustra, entonces su vida
entera es bañada o penetrada de luz
(increada) y en la verdad, tal y como ha enseñado el Señor. (3)
La Presentación, dicho de otra manera, es la especial oportunidad
única de “ver a Dios”, por medio de los papás del infante, con ojos espiritualizados, y la abuela en su
mente, es más, lo precisamos de otra manera: Cristo que dijo “Yo soy el camino,
la verdad y la vida”, nadie viene al
Padre si no por mi” (comparece con), nos insta a no despreciar la oportunidad en el Templo de ser “verdad
viviente creada”, un microcosmo, nosotros dentro del gran cosmos. Entrar,
cruzar el velo, produce aceptar la Verdad revelada mas real que lo sensible.
La espiritualidad
de los Padres orientales nos anima, estimado lector, a aprender a leer el
alfabeto de Dios, en el diseño de Dios, la energía beatífica activa que
encuentra su reposo en el humano. La Presentación en el templo, podemos
agregar, es la recuperación del misterio, en el sentido de la valoración del
individuo como ser humano, en dignidad y trascendencia, llegamos así a la
Puerta “inteligente” (Porta Speciosa: puertas reales, tsarskiebrote.) que
obedece la voz de dios, y se abre en la
vivencia, en el actuar, en el
monte, porque la búsqueda, el encuentro personal al acceder al templo da
la fe, es al respirar la atmósfera
espiritual de la santidad de Dios. El Dios que es amor, el yo en el tu, comunica el fuego consumidor “el sol de Emaus”, visibilidad de lo Sumo
invisible. La clave que mantendrá el pensamiento “para que no duela, “es la
simplicidad de acercarse a Dios, el estremecimiento o escalofrío, “concordancia
espiritual” que produce el en el ortodoxo la paz tan ansiada para la armonía del alma, cuerpo y espíritu con Jesús.
La realidad espiritual se hace más “real o verdadera” que el terrestre, por el
hecho que es realidad eterna no acumulativa.
En la ceremonia, los rezos litúrgicos, el incienso, las velas, los
iconos son el adelanto de esa dimensión de la belleza eterna, en la dedicación el infante es “separado y ofrecido a Dios reconociendo la
semejanza de Dios al entrar en el ámbito de lo eterno.” El siervo de Dios
padre Pavel Florenski clarifica que la
ascesis y las reliquias de los santos son signos de la tercera hipóstasis y de
su actividad. En los santos —afirma Florenski— se ve al Santo Espíritu como por
unos «prismáticos», en la ceremonia de Presentación, aprendemos a contemplar lo
sagrado, en una sola palabra “significa” o sea cada ornamento y gesto absorbe de lo divino la realidad mas elevada
(el cielo de los cielos, el cantar de los cantares), la elevada realidad
reemplaza a la cotidiano.
El bebe esta en las Puertas Reales listo para su ingreso, traspasando el umbral que lo separa de la representación del Reino de los Cielos. Antes, el sacerdote pronuncia a los fieles estas hermosas palabras en relación al nuevo niño que es presentado: "Entrará a tu casa y te adorará en Tú Santo Templo" y "En medio de la Iglesia te alabaré". Los fieles ahí presentes, son testigos que aquello que se formula, significa que un día ese bebe estará entre ellos, cantando a Dios, participando de la Divina Liturgia, recibiendo la Sagrada Eucaristía y rezando todos juntos la Oración que Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó.
Traspasar las Puertas Reales es sólo para los consagrados al Altar, y solo un bebe, con la mayor pureza existente en la tierra, es quién sin ningún tipo de impedimento, entra al Santuario para ser presentado ante el Altar, y el mismo se lo acerca para que toque los venerables iconos del Pantokrator y de la Santísima Theotokos.
Concluimos
este artículo diciendo que en el misterio de la Iglesia, la familia, responsable del infante, en la Presentación, fortalece el vinculo con
su Creador, siempre ha sido y sigue
siendo el lugar y motivo principal, la
glorificación del Nombre de Dios y su Realeza, tanto para en lo seglar como para
la fiesta de Presentación. Los tiempos y los momentos de la fiesta y del
trabajo en el Templo, siempre han estado entrelazados y muy presente en todas
las edades y en la presentación a Dios,
esto es espiritualidad pura ortodoxa, donde se empieza a apocaliptar (revela)
se nos da la oportunidad de reconocernos por un nombre, la abuela, que se menciono en el
articulo en ese “dolor de pensamiento”, reconoce y apocalipta (revela), llega a
ser “visible en sus operaciones (enérgeiai),” manifestándose en el corazón
purificados por la gracia de Dios “ y el nus y el corazón reciben la
iluminación, vive la vida espiritual, por la llama en el interior de Dios, vive la presencia del Espíritu Santo con su
increada energía (Jaris). (4)
“Al
hombre renacido (espiritualmente transfigurado) funciona la memoria de Dios y
el olvido del mundo, en cambio al hombre caído funciona la memoria de sus
hazañas terrenales y el olvido de Dios.”(5)
Rvdo. Igumen STEPHANOS
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero
(1) Élohim por Sí Mismo, sopló en el
interior del cuerpo el aliento o hálito de vida. El hombre se hizo alma o psique
viva vivificada. Parecería pues, que el hombre es materia, pero con el aliento
de vida (de Dios) en su interior, podemos decir que la vida proviene
directamente del Creador.
(2) Pneuma, espíritu, aire aliento de vida
(3) “Limpia primero lo de dentro del vaso y
del plato, de modo que no provenga de injusticia, sino de trabajo digno, para
que también lo de fuera sea limpio. (Es decir, no sea hipócrita, accione limpio
exteriormente, pero más importante puro, sino que intentes lograr la limpieza,
ilustración, divinización y santidad interior. Si no haces así, por mucho que
se esfuerce será en vano e inútil, por
mas que se limpie estos utensilios siempre permanecen sucios” (S. Mateo 23,26).
(4) La iluminación y claridad ética de la
psique-alma” (Mt 6,22-23).
(5) Frase del Metropolita,
Ier. Vlajos
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