sábado, 3 de enero de 2015

Igumen Stephanos - Presentación en el Templo - Parte II


LA PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO


PARTE II
El celador de la memoria


 Venerable Arcipreste Pavel Florenski



“Entrar  en el Templo produce la aspiración de Dios.” (1)  Anónimo.
"En el Templo nos damos cuenta que respiramos  el futuro" (2).


Lo representado y la forma, actúa. El siervo de Dios Venerable Pavel Florenski, hace hincapié en la visión espiritual o  mejor dicho en la espiritualidad que surge del Verbo Eterno que esta dentro nuestro por el bautismo, su teología es “¡sin Dios no se puede vivir!”. En esta tierra podemos juntar acumular, guardar, eso no es malo, pero gracias a Dios, lo que apreciamos, es que “el acumular” en el Cielo no existe.   Se vive anticipadamente los bienes celestiales de la fe, podemos decir el premio celestial por gracia, corona de justicia.  La energía operativa enciende la luz interna de lo espiritual, en la fe testimonial, fruto del depósito del “Santo Espíritu Consolador que está en todas partes.” El cristificado Pavel instruye piadosamente, donde  el acercamiento y anonadamiento, actúa por el  Maestro Interior (esto es el Parakletos), y es lo que se realiza en la Presentación  del Templo, en “la dedicación a Dios”, todo lo que es de la creación, porque “al fin y al cabo todo vuelve a Dios”,  presentación que  produce el comienzo del acercamiento y anonadamiento en Dios, en la intimidad crística, claridad del corazón y del “nus” (espíritu humano) reavivando las virtudes, lo espiritual, en un  anonadarse en la simplicidad y singularidad, suma la carne a lo espiritual, en la espiritualidad de la materia, “toda la persona, en su totalidad en alma cuerpo y espíritu, la energía entra en el corazón (esencia del nus), en toda la relación, en el templo interior, corazón y mente, construcción de la verdadera catedral que es el corazón, logrando que la realidad substancial de Dios entre en nuestra vida”,  en la del infante, en sentido vivo y  total.

El verdadero ser (del infante) comienza a surgir a partir de esta dedicación, el aliento de Dios llega en nosotros, actúa  la Presencia de Dios a partir de nosotros, es la ceremonia de Dios en la arquitectura del Reino de Dios. En la Presentación cruzamos, podemos decir “armoniosamente” con permiso, el umbral del misterio, al  ver, lo que ningún ojo vio, el puente que nos acerca a la verdadera estrella de Belén que brilla pero que muy pocos la ven. Misericordiosamente  lo simbólico se potencia en la realidad, tangible, saboreando  lo eterno porque Dios “colocó el deseo de la serenidad y eternidad  en el corazón”. En la ceremonia de Presentación en el Templo, oportunidad única e irrepetible de conocer la trascendencia singular única de cada persona, podemos “porque venimos de Dios, y Él que esta dentro de ti, lo comienzas a escuchar”.




El sacerdote hace ingresar por por primera vez al bebe al Templo, donde "se respira el futuro". Ahí, levantándolo y haciendo la señal de la Cruz dice: "El siervo de Dios entra a la Iglesia, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Eucologio Bizantino)



El niño, es llevado ante el iconostasio, donde lo recibe el sacerdote que lo bendice con estas palabras: "Bendice a este niño que ella ha dado a luz, haz lo crecer en tu santidad, enséñalo, dale un entendimiento honesto y una mente lúcida, porque Tu lo has sacado de la nada y le has dado el ser. Tu que lo has hecho ver la luz material, hazlo digno de la luz espiritual, en el momento que Tu dispongas, uniéndolo al número de Tu Santo Rebaño, por Tu Hijo Único, con quien eres bendito, ahora y siempre y por los siglos de los siglos" (Eucologio Bizantino-Eslavo).



Una abuela muy pobre y humilde decía que “Dios está dentro nuestro”, pero también agregaba “me duele el pensamiento” (loyismí: pensamientos, reflexiones, ideas)…, tristemente no conoció la Presentación en su niñez ,  pero en  la misericordiosa Providencia, dió pie a pedir un ordenamiento ante la energía (jaris) increada,  gracias al  poder descubrir que Dios  es “Especial”, porque  actúa en el servidor, en la gente pobre y sencilla…que “posee una visión total de mundo”…”en el poder irresistible de la particular estructura de la personalidad”, en otras palabras, la abuela en su interior se presenta ante el trono de Dios (se dedica), se está  limpia, ilumina e ilustra, entonces su vida entera es bañada  o penetrada de luz (increada) y en la verdad, tal y como ha enseñado el Señor. (3)  La Presentación,  dicho de otra manera, es la especial oportunidad única de “ver a Dios”, por medio de los papás del infante,  con ojos espiritualizados, y la abuela en su mente, es más, lo precisamos de otra manera: Cristo que dijo “Yo soy el camino, la verdad y la  vida”, nadie viene al Padre si no por mi” (comparece con), nos insta a no despreciar la  oportunidad en el Templo de ser “verdad viviente creada”, un microcosmo, nosotros dentro del gran cosmos. Entrar, cruzar el velo, produce aceptar la Verdad revelada mas real que lo sensible.

La espiritualidad de los Padres orientales nos anima, estimado lector, a aprender a leer el alfabeto de Dios, en el diseño de Dios, la energía beatífica activa que encuentra su reposo en el humano. La Presentación en el templo, podemos agregar, es la recuperación del misterio, en el sentido de la valoración del individuo como ser humano, en dignidad y trascendencia, llegamos así a la Puerta “inteligente” (Porta Speciosa: puertas reales, tsarskiebrote.) que obedece la voz de dios, y se abre en  la vivencia,  en el actuar, en el monte,  porque la búsqueda,  el encuentro personal al acceder al templo da la fe, es al respirar  la atmósfera espiritual de la santidad de Dios. El Dios que es amor, el yo en el tu,  comunica el fuego consumidor  “el sol de Emaus”, visibilidad de lo Sumo invisible. La clave que mantendrá el pensamiento “para que no duela, “es la simplicidad de acercarse a Dios, el estremecimiento o escalofrío, “concordancia espiritual” que produce el en el ortodoxo la paz tan ansiada para la  armonía del alma, cuerpo y espíritu con Jesús. La realidad espiritual se hace más “real o verdadera” que el terrestre, por el hecho que es realidad eterna no acumulativa.  En la ceremonia, los rezos litúrgicos, el incienso, las velas, los iconos son el adelanto de esa dimensión de la belleza eterna,    en la dedicación el infante es “separado y ofrecido a Dios reconociendo la semejanza de Dios al entrar en el ámbito de lo eterno.” El siervo de Dios padre Pavel Florenski clarifica que la ascesis y las reliquias de los santos son signos de la tercera hipóstasis y de su actividad. En los santos —afirma Florenski— se ve al Santo Espíritu como por unos «prismáticos», en la ceremonia de Presentación, aprendemos a contemplar lo sagrado, en una sola palabra “significa” o sea cada ornamento y gesto  absorbe de lo divino la realidad mas elevada (el cielo de los cielos, el cantar de los cantares), la elevada realidad reemplaza a la cotidiano.




El bebe esta en las Puertas Reales listo para su ingreso, traspasando el umbral que lo separa de la representación del Reino de los Cielos. Antes, el sacerdote pronuncia a los fieles estas hermosas palabras en relación al nuevo niño que es presentado: "Entrará a tu casa y te adorará en Tú Santo Templo" y "En medio de la Iglesia te alabaré". Los fieles ahí presentes, son testigos que aquello que se formula, significa que un día ese bebe estará entre ellos, cantando a Dios, participando de la Divina Liturgia, recibiendo la Sagrada Eucaristía y rezando todos juntos la Oración que Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó.



Traspasar las Puertas Reales es sólo para los consagrados al Altar, y solo un bebe, con la mayor pureza existente en la tierra, es quién sin ningún tipo de impedimento, entra al Santuario para ser presentado ante el Altar, y el mismo se lo acerca para que toque los venerables iconos del Pantokrator y de la Santísima Theotokos.



Concluimos este artículo diciendo que en el misterio de la Iglesia,  la familia, responsable del  infante,  en la Presentación, fortalece el vinculo con su Creador,  siempre ha sido y sigue siendo el lugar y motivo  principal, la glorificación del Nombre de Dios y su Realeza, tanto para en lo seglar como para la fiesta de Presentación. Los tiempos y los momentos de la fiesta y del trabajo en el Templo, siempre han estado entrelazados y muy presente en todas las edades y en la  presentación a Dios, esto es espiritualidad pura ortodoxa, donde se empieza a apocaliptar (revela) se nos da la oportunidad de reconocernos por un  nombre, la abuela, que se menciono en el articulo en ese “dolor de pensamiento”, reconoce y apocalipta (revela), llega a ser “visible en sus operaciones (enérgeiai),” manifestándose en el  corazón  purificados por la gracia de Dios “ y el nus y el corazón reciben la iluminación,   vive la vida espiritual,  por la llama en el interior de Dios,  vive la presencia del Espíritu Santo con su increada energía (Jaris). (4)

“Al hombre renacido (espiritualmente transfigurado) funciona la memoria de Dios y el olvido del mundo, en cambio al hombre caído funciona la memoria de sus hazañas terrenales y el olvido de Dios.”(5)



Rvdo. Igumen STEPHANOS
Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero





(1) Élohim por Sí Mismo, sopló en el interior del cuerpo el aliento o hálito de vida. El hombre se hizo alma o psique viva vivificada. Parecería pues, que el hombre es materia, pero con el aliento de vida (de Dios) en su interior, podemos decir que la vida proviene directamente del Creador.
(2) Pneuma, espíritu, aire aliento de vida
(3) “Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, de modo que no provenga de injusticia, sino de trabajo digno, para que también lo de fuera sea limpio. (Es decir, no sea hipócrita, accione  limpio  exteriormente, pero más importante  puro, sino que intentes lograr la limpieza, ilustración, divinización y santidad interior. Si no haces así, por mucho que se esfuerce será en vano e inútil,  por mas que se limpie estos utensilios siempre permanecen sucios” (S. Mateo 23,26).
(4) La iluminación y claridad ética de la psique-alma” (Mt 6,22-23).
(5) Frase del Metropolita, Ier. Vlajos



No hay comentarios:

Publicar un comentario